La RAE desafina

Music Star

Music Star, CC BY Finding Josephine en Flickr

Con frecuencia echo mano del diccionario de la Real Academia Española por dos razones principalmente: la primera es que de vez en cuando necesito comprobar algunos términos para evitar que las interferencias de mi lengua materna me puedan inducir a inventar alguna palabra y la segunda es que es gratis y fácilmente accesible en Internet. Pero si tuviera que comprar un diccionario, difícilmente me decantaría por una publicación en la que los términos musicales están tan poco cuidados que algunas de las voces llegan a ser realmente penosas. No sabría decir a qué se debe esta falta de limpieza, brillo y esplendor, pero sospecho que tiene que ver con la escasa consideración que la música tiene en nuestro país, algo que duele especialmente cuando viene de una institución cultural.

Un primer ejemplo es el caso del término sincopado, definido como “Dicho de una nota: Que se halla entre dos o más de menos valor, pero que juntas valen tanto como ella. Toda sucesión de notas sincopadas toma un movimiento contrario al orden natural, es decir, va a contratiempo”. La primera frase es totalmente incorrecta: las notas que preceden y siguen a una nota sincopada no tienen por qué ser de menor valor ni tampoco su suma tiene que equivaler a ella. Y la segunda frase, además de liosa (la palabra contratiempo es un término musical con un significado concreto que en ese contexto sólo sirve para confundir), es totalmente absurda: hablar de orden natural para definir un ritmo regular no tiene ningún sentido científico, ni musical ni físico, sino que se trata de una afirmación totalmente arbitraria. Y lo peor de todo: no es neutral ni inocua, pues se trata de una falacia con un fuerte hedor eurocentrista que tacha de contraria al orden natural la música de muchas culturas que han desarrollado el ritmo bastante más que la nuestra, que ha concentrado sus esfuerzos en otros elementos, por ejemplo la armonía.

La voz síncopa del mismo diccionario (“Enlace de dos sonidos iguales, de los cuales el primero se halla en el tiempo o parte débil del compás, y el segundo en el fuerte”) tampoco se salva de la mediocridad: no se trata de dos sonidos, sino de uno solo que empieza antes y se prolonga hasta después de uno de los pulsos (no necesariamente del tiempo fuerte del compás), neutralizándolo. Podría objetarse que la definición se refiere a la grafía, pero en este caso habría que hablar de dos notas ligadas y no de dos sonidos iguales (además, dos sonidos son iguales si no varía ninguno de los cuatro parámetros: altura, intensidad, timbre y duración; sin embargo, una síncopa sólo necesita que se mantenga invariada la altura).

Otro patinazo está en la definición de timbre (“Calidad de los sonidos, que diferencia a los del mismo tono y depende de la forma y naturaleza de los elementos que entran en vibración”), según la cual parece ser que dos sonidos de tono diferente no pueden diferenciarse también por el timbre, ni tampoco puede haber dos sonidos del mismo tono que tengan el mismo timbre. Y otro más en movimiento (“Cada uno de los fragmentos de una sonata, una sinfonía, etc., de acuerdo con el contraste de tiempo existente entre ellos”), ya que un movimiento de una sonata, una sinfonía o un concierto puede tener contrastes de tiempo, algo muy frecuente a partir del Romanticismo pero también presente en algunas obras barrocas o clásicas.

Además hay algunas definiciones de términos musicales que son incompletas (p.e. agógica) y otras sencillamente no aparecen (entre éstas están una palabra que ayudaría a entender qué es una síncopa, metro, y otro término tan importante en música como para hacer incomprensible la ausencia de su acepción específica, dinámica).

En honor a la verdad, hay que reconocer que también hay entradas que están siendo enmendadas, como es el caso de ritmo, muy embrolladora en la versión actual (“Proporción guardada entre el tiempo de un movimiento y el de otro diferente”) y notablemente mejorada en la próxima (“Proporción guardada entre los acentos, pausas y repeticiones de diversa duración en una composición musical”).

No quisiera resultar pedante, pero no puedo evitar destacar una última barbaridad, la contenida en la voz polifonía (“Conjunto de sonidos simultáneos en que cada uno expresa su idea musical, pero formando con los demás un todo armónico”): si cada uno de los sonidos de una obra expresara una idea musical diferente, estaríamos apañados.

Nuevo año,nuevo proyecto

¡FELIZ 2014! Como ya es habitual, con el nuevo año empezamos un nuevo tema, en el que todas las clases participan haciendo diferentes actividades. 
El año pasado fue el AGUA y ahora...¡A ver si lo adivinas, mirando las fotos! :-)



          

Vaya, todas  están cerradas.¿Qué habrá dentro?
 Vamos, ¿a qué esperas?
 Ya estás ... ¡ABRIENDO PUERTAS!

Vídeos del Concert de Nadal 2013

Comencem un nou any i pràcticament un nou trimestre.  



Encara tenim el Nadal molt aprop i aquestes vacances he fet vacances però també una mica de feineta, així que he fet una presentació perquè pugueu veure totes les cançons que vam tocar el passat concert de Nadal

Cliqueu la imatge per veure tots els vídeos o cliqueu AQUÍ


DESCUBRIENDO LA ZANFONA



El ciego tocando la zanfonía
Georges de La Tour (1593-1652)

Ya saben nuestros lectores de cómo entre artes andamos y cuánto gustamos de estas andanzas. 

Visitando el Prado, real y virtualmente, me encontré con  el proyecto "Otros ojos para ver el Prado"  que desde el propio museo  describen así:

 ...consiste en un conjunto de videos que ofrecen una nueva interpretación de algunas de las obras maestras del Prado mediante el encuentro constructivo de la sabiduría artística de sus conservadores con la de diferentes especialistas en los ámbitos científico, filosófico o humano.

Pues bien; entre las obras comentadas encontré esta maravilla del pintor del Barroco francés Georges de La Tour de la que con gran sabiduría nos hablan Andrés Úbeda, jefe de Conservación de Pintura Italiana y Francesa del Museo,  y Fernando Palacios, autor y compositor al que muchos alumnos  recordarán (solemos encontrarlo dedicado a los conciertos para jóvenes y otras actividades similares). 
Merece la pena ver el comentario; pinchad el enlace por favor, no se puede insertar aquí:


La obra en cuestión nos ha dado pie  a hacer una pequeña incursión en la organología medieval (recientemente estudiada) para comenzar a rastrear este curioso instrumento que llamamos Zanfonía o Zanfona.

La zanfona,  también llamada viola de rueda, es un instrumento de... ¡cuerda, teclas y manivela!
Consta de una caja armónica  sobre la que se encuentran las mencionadas cuerdas (de nº variable). La manivela del extremo hace girar una rueda interior que frota esas cuerdas produciendo así el sonido y éste es modificado por las teclas (al accionarse presionan las cuerdas variando su longitud). Deriva de otro instrumento medieval anterior   llamado organistrum  (porque producía, como en el organum, sonidos paralelos)   que acompañaba el canto en la música religiosa y cuyas dimensiones hacían necesaria la intervención de dos intérpretes: uno para la manivela y otro para el teclado. Puede apreciarse en este detalle del Pórtico de la gloria (Catedral de Santiago de Compostela).



Con el paso del tiempo evolucionó reduciendo su tamaño y cambiando su forma.
Fue muy utilizada por juglares, ciegos y demás pobladores de las calles durante siglos (incluso hasta nuestros días  como se aprecia en este vídeo de un músico callejero tocando en Praga) e incluso lo hemos podido ver recientemente transformado en instrumento de tortura.

Observemos a continuación al magnífico zanfonista Germán Díaz, a  quien además podemos escuchar en el podcast titulado El Jimi Hendrix de la zanfona, (programa radiofónico Carne cruda).

 

Durante el siglo XVIII se puso de moda especialmente en Francia (también allí la aristocracia gustaba entonces de las "cosas populares") donde le dieron el nombre de "musette" y donde el compositor Nicolás Chédeville ¡llegó a hacer una adaptación de Las cuatro estaciones de Vivaldi para violín, flauta y zanfona!

Escuchemos esta curiosa "Primavera" de Vivaldi-Chédeville.




Vemos pues que, aunque la zanfona se vincula principalmente a un repertorio tradicional, se ha utilizado para otros tipos de música.

Aquellos que quieran seguir disfrutando de tan peculiares sonoridades quedan invitados a todo un concierto de Guitarra Barroca y Zanfona; una preciosidad. En él escucharemos obras de compositores barrocos como Fabrizio Carosso, Santiago de Murcia, Claudio Monteverdi y Gaspar Sanz. Además los propios músicos intérpretes nos dan explicaciones detalladas sobre los instrumentos y las obras que nos ofrecen. Todo un lujo.


Y terminamos volviendo a nuestro pintor francés y a su afición por este tema con este otro Tocador de zanfonía conservado en el  Museo de Bellas Artes de Nantes.



Enlaces muy interesantes:
  • Sobre la Zanfona y su  evolución  os dejo este interesante enlace a la página de Leovigildo Santamaría González, luthier y experto en instrumentos tradicionales.
  • Sobre el organistrum, la página de su gran conocedor,  Antonio Poves Oliván. Organistrum.com
  • ZANFONA (en la página de la fundación Joaquín Díaz)

Bibliografía:

Ramón Andrés. Diccionario de instrumentos musicales: de Píndaro a J.S.Bach. Bibliograf S.A. Barcelona 1995

Alberto Ausoni. La música (Los diccionarios del Arte). Electa

Procedencia de las imágenes: Wikipedia y Wikimedia, respectivamente.