Sólo he podido probar Tomplay en un iPhone 11 (mediante app) y en un iMac (mediante navegador y mediante app), porque mi vieja tableta android no cumplía los requisitos para la instalación, pero en ambos casos ha funcionado perfectamente.
En el caso del iPhone, aunque pensé que no iba a poder prácticamente utilizarlo debido a su tamaño, he de decir que, dado que la aplicación va mostrando pentagrama a pentagrama con una buena sincronización, es perfectamente funcional, aunque obviamente puede resultar cansino leer durante mucho rato en un dispositivo tan pequeño.
En la pantalla de arriba podemos ver las opciones de que dispone la aplicación:
- Seleccionar el tipo de audio que nos acompaña: acompañamiento+solista / acompamiento solo / solista solo.
- Seleccionar tempo.
- Reproducir audio y partitura sincronizada.
- Grabar nuestra interpretación.
- Activar metrónomo.
- Activar diapasón para afinación.
- Realizar todo tipo de anotaciones y cambios (digitación, reguladores, matices, arcos, etc) y guardarlas en una versión propia de la partitura.
- Seleccionar una sección concreta de la partitura para que se reproduzca en bucle y podamos practicar pasajes especialmente difíciles.
- Imprimir la partitura.
- Configurar diversos parámetros de la reproducción para que se adapte a nuestro dispositivo y preferencias.
Como veis, las opciones abarcan todas las necesidades básicas que podríamos pedir a un servicio de partituras interactivas.
Puntos positivos
El sistema se desenvuelve muy bien en todas las pruebas que he realizado, con una buena sincronización de audio y partitura, unas grabaciones de calidad realizadas por artistas de gran nivel (aunque los de grandes figuras sólo con acompañamiento de piano) y un efectivo sistema de previsualización en los saltos de pentagrama / página. Además, la interfaz es relativamente simple e intuitiva, de modo que en seguida sabemos todo lo necesario para desenvolvernos con ella.
Pegas
En el capítulo de las pegas, realmente no las hay muy grave: desde el punto de vista de un violinista, podríamos pedir partituras con más anotaciones de golpes de arco, digitaciones, etc. También hablaría, como ya he mencionado antes, de la ausencia de algunos tipos de música importantes, la carencia de la función de cambiar la afinación en la versión web, un límite de número de impresión de partituras/año en mi opinión algo restrictivo (48 impresiones al año) y un precio que podría ser un poco más accesible:
Precios
Comprando piezas sueltas, cada partitura cuesta entre 2€ y 18€, dependiendo de la duración y complejidad de la pieza. Por ejemplo, un dueto corto cuesta entre 2€ y 4€, mientras que un concierto con acompañamiento orquestal cuesta 10€ y 18€.
También hay una modalidad de suscripción que ofrece acceso ilimitado a todo el catálogo (más de 50.000 títulos) por 14.99€al mes o 119.99€ al año. Además, profesores verificados y sus estudiantes tienen opciones de un descuento. En cuanto a restricciones de uso, se pueden conectar hasta tres dispositivos a tu cuenta de Tomplay.
Otras características
Tomplay afirma que añade doscientas nuevas partituras cada semana.
Está disponible en todos los dispositivos (iPhone, iPad, Android Tablet, PC y Mac).
Conclusión
Llevaba un tiempo con curiosidad por este sistema de partituras interactivas y finalmente he tenido tiempo de probarlo durante los 15 días de prueba gratuita que ofrece. Me ha parecido un servicio muy solvente y completo, con todo lo que podría necesitar para disponer de música en partitura y con acompañamiento de todo tipo, aunque con carencias de algunos estilos para mí muy importantes y restricciones para imprimir y compartir partituras con otras personas.
Lo recomiendo para profesores y para estudiantes con tendencia al autoaprendizaje, sobre todo para música clásica, pop, jazz o de películas, porque es realmente cómodo disponer de una sola herramienta donde encontrar todo lo que necesitamos.