La importancia de subirse al escenario

Por Isabel Villagar, Profesora de Canto on line

Un artista antes ha sido siempre un estudiante de artista y para ello ha tenido que ir "quemando etapas" en su formación.

Desde el punto de vista docente, hay que animar a los estudiantes a participar en actividades abiertas al público, como audiciones, pequeños recitales, conciertos, colaboraciones, jam sessions, etc...

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Marta G. Garay: Es muy importante el reciclaje profesional en comunicación y cómo crear un clima adecuado en el aula

Marta GGaray e Isabel Villagar
Hoy damos la bienvenida a la nueva miembro del Equipo Profesional Multidisciplinar Vocal Center, la profesora de danza urbana y fundadora de Impulsarte, Marta García Garay, especializada en Psicología de las Artes Escénicas.

¿Cómo te introdujiste en el mundo de la psicología de las artes?
Tras años como bailarina profesional, coreógrafa y docente, me di cuenta de que dentro del ambiente artístico había disfrutado muchísimo, pero también había sufrido diferentes dificultades que me impedían desarrollar todas mis capacidades y aspiraciones. Al mismo tiempo detectaba en mis alumnos necesidades a nivel psicológico que no serían fácilmente reconocibles sin una formación específica. 
Esta fue una de las razones por las que estudié Psicología mientras desarrollaba mi carrera en el mundo de la danza. Descubrí que una especialización en Psicología de las Artes Escénicas podría permitirme aunar mis dos pasiones. Continué mi formación con un Máster en Psicología de la Actividad Física y el Deporte, ya que en nuestro país no existe una formación específica en psicología de las artes. Posteriormente realicé diferentes prácticas, investigaciones y formaciones de psicología clínica, psicología deportiva y coaching aplicados a las artes escénicas que me ayudaron a confirmar que ésta es mi verdadera vocación.
¿Qué opina de las estrategias psicológicas que poseen los alumnos de artes escénicas (música, danza, teatro…)?
Sorprendentemente, el trabajo mental no forma parte de los planes de estudio de los centros artísticos formales y no formales. Por tanto, cada estudiante desarrolla estos aspectos por su cuenta y frecuentemente no de la forma correcta. Incluyendo las habilidades psicológicas en la educación artística habría mucho menos abandono y conseguiríamos prevenir posibles problemas como estrés, ansiedad, miedo escénico, desmotivación, etc.


Las artes escénicas son un mundo muy exigente tanto en la etapa de estudiante como en la etapa profesional. Para hacer frente a los innumerables obstáculos que se encuentra día a día, el artista necesita fomentar su autoconfianza, tolerancia a la frustración, motivación, etc.

¿Cuáles son los problemas o dificultades más comunes o habituales por los que acude un cantante a la consulta de un psicólogo especializado como vd.?
A nivel individual suelo atender casos de miedo escénico, bajada de confianza, bajo rendimiento en el escenario en comparación con los ensayos, poco disfrute en las actuaciones…


También atiendo a nivel grupal. En las formaciones para cantantes buscamos optimizar su rendimiento y prepararles mentalmente para las actuaciones. En el caso de las agrupaciones vocales, favorecemos la cohesión entre los miembros del grupo para que alcancen con más éxito sus objetivos. 

¿En qué casos debería acudir un estudiante a un psicólogo especializado?
En mi opinión, y así lo demuestran las investigaciones en deporte y en artes escénicas, se debería dar más peso a la formación y a la prevención. Trabajar con un psicólogo especializado en artes escénicas aporta al artista individual o grupo estrategias que les servirán para su vida personal y profesional.


Algunos casos requieren una atención personalizada e individualizada. Por ejemplo, como he comentado antes, si el artista detecta síntomas de miedo escénico, una bajada de rendimiento, estrés, ansiedad, una bajada en el disfrute, entre otros casos. 
No debemos olvidar que los problemas personales o familiares afectarán al trabajo artístico, por lo que es aconsejable que el profesional que te ayude a superar ese momento difícil tenga conocimientos específicos sobre tu contexto.

¿Por qué crees que hay docentes que fomentan envidias, competitividad, mala gestión de la relación de poder, etc…?
Debemos recordar que la formación que ha recibido la mayor parte de los docentes en artes escénicas ha sido como intérprete. Esto hace que muchas veces no tengan los recursos adecuados para actuar ante determinadas situaciones como competitividad, luchas de egos, diferencias de opinión, o incluso, como dices, predispongan al alumnado a ellas y las fomenten. Lo hacen de este modo con la mejor de sus intenciones, porque es como aprendieron ellos y lo que creen que ayudará a sus alumnos. 


Por esto es tan importante el reciclaje profesional en temas de comunicación eficaz, cómo crear un clima adecuado en el aula, resolución de conflictos, cómo y cuándo utilizar refuerzos y castigos, optimización del rendimiento favoreciendo también el bienestar, etc. 

A veces se observan casos en que el docente no es consciente de su propia ignorancia, ¿está en relación inversamente proporcional, es decir, a menor conocimiento mayor “soberbia”?
En la inmensa mayoría de los casos con los que he trabajado el docente se preocupa por sus alumnos y cree que lo que hace está justificado/favorece al presente o futuro de su alumno. El problema viene en que, como bien dices, desconoce que existen estrategias mejores, no confía en ellas porque no son las que vivió en su formación o cree erróneamente que son difícilmente aplicables. 


Lo que entendemos habitualmente por soberbia es a veces la cara visible de una baja confianza, enmascarada por una fachada altiva. Suele darse en docentes con una mentalidad cerrada que considera que se deben repetir los patrones porque a él “no le fue mal”. También encontramos casos en los que la frustración personal del profesor se transmite al alumno.

¿Dónde pueden hallar nuestros lectores más información sobre tu trayectoria y proyectos profesionales?
El proyecto “Impulsarte Psicología” es un servicio especializado en psicología aplicada a la Danza, la Música y las Artes Escénicas. Nuestro propósito es ayudar a los artistas a desarrollar su máximo potencial y ofrecerles recursos adecuados para alcanzar sus metas.
En la web www.psicologiaimpulsarte.es encontraréis información sobre mí y sobre el equipo de profesionales que complementan el proyecto. En el apartado “formaciones” encontraréis las diferentes charlas/talleres o cursos que tengo disponibles tanto para intérpretes, docentes y otros agentes del mundo artístico. Podéis suscribiros al blog y seguirnos en redes sociales para estar al día de lo que vamos proponiendo.

Marta G. Garay: Es muy importante el reciclaje profesional en comunicación y cómo crear un clima adecuado en el aula

Marta GGaray e Isabel Villagar
Hoy damos la bienvenida a la nueva miembro del Equipo Profesional Multidisciplinar Vocal Center, la profesora de danza urbana y fundadora de Impulsarte, Marta García Garay, especializada en Psicología de las Artes Escénicas.

¿Cómo te introdujiste en el mundo de la psicología de las artes?
Tras años como bailarina profesional, coreógrafa y docente, me di cuenta de que dentro del ambiente artístico había disfrutado muchísimo, pero también había sufrido diferentes dificultades que me impedían desarrollar todas mis capacidades y aspiraciones. Al mismo tiempo detectaba en mis alumnos necesidades a nivel psicológico que no serían fácilmente reconocibles sin una formación específica. 
Esta fue una de las razones por las que estudié Psicología mientras desarrollaba mi carrera en el mundo de la danza. Descubrí que una especialización en Psicología de las Artes Escénicas podría permitirme aunar mis dos pasiones. Continué mi formación con un Máster en Psicología de la Actividad Física y el Deporte, ya que en nuestro país no existe una formación específica en psicología de las artes. Posteriormente realicé diferentes prácticas, investigaciones y formaciones de psicología clínica, psicología deportiva y coaching aplicados a las artes escénicas que me ayudaron a confirmar que ésta es mi verdadera vocación.
¿Qué opina de las estrategias psicológicas que poseen los alumnos de artes escénicas (música, danza, teatro…)?
Sorprendentemente, el trabajo mental no forma parte de los planes de estudio de los centros artísticos formales y no formales. Por tanto, cada estudiante desarrolla estos aspectos por su cuenta y frecuentemente no de la forma correcta. Incluyendo las habilidades psicológicas en la educación artística habría mucho menos abandono y conseguiríamos prevenir posibles problemas como estrés, ansiedad, miedo escénico, desmotivación, etc.

Las artes escénicas son un mundo muy exigente tanto en la etapa de estudiante como en la etapa profesional. Para hacer frente a los innumerables obstáculos que se encuentra día a día, el artista necesita fomentar su autoconfianza, tolerancia a la frustración, motivación, etc.

¿Cuáles son los problemas o dificultades más comunes o habituales por los que acude un cantante a la consulta de un psicólogo especializado como vd.?
A nivel individual suelo atender casos de miedo escénico, bajada de confianza, bajo rendimiento en el escenario en comparación con los ensayos, poco disfrute en las actuaciones…

También atiendo a nivel grupal. En las formaciones para cantantes buscamos optimizar su rendimiento y prepararles mentalmente para las actuaciones. En el caso de las agrupaciones vocales, favorecemos la cohesión entre los miembros del grupo para que alcancen con más éxito sus objetivos. 
¿En qué casos debería acudir un estudiante a un psicólogo especializado?
En mi opinión, y así lo demuestran las investigaciones en deporte y en artes escénicas, se debería dar más peso a la formación y a la prevención. Trabajar con un psicólogo especializado en artes escénicas aporta al artista individual o grupo estrategias que les servirán para su vida personal y profesional.

Algunos casos requieren una atención personalizada e individualizada. Por ejemplo, como he comentado antes, si el artista detecta síntomas de miedo escénico, una bajada de rendimiento, estrés, ansiedad, una bajada en el disfrute, entre otros casos. 
No debemos olvidar que los problemas personales o familiares afectarán al trabajo artístico, por lo que es aconsejable que el profesional que te ayude a superar ese momento difícil tenga conocimientos específicos sobre tu contexto.

¿Por qué crees que hay docentes que fomentan envidias, competitividad, mala gestión de la relación de poder, etc…?
Debemos recordar que la formación que ha recibido la mayor parte de los docentes en artes escénicas ha sido como intérprete. Esto hace que muchas veces no tengan los recursos adecuados para actuar ante determinadas situaciones como competitividad, luchas de egos, diferencias de opinión, o incluso, como dices, predispongan al alumnado a ellas y las fomenten. Lo hacen de este modo con la mejor de sus intenciones, porque es como aprendieron ellos y lo que creen que ayudará a sus alumnos. 
Por esto es tan importante el reciclaje profesional en temas de comunicación eficaz, cómo crear un clima adecuado en el aula, resolución de conflictos, cómo y cuándo utilizar refuerzos y castigos, optimización del rendimiento favoreciendo también el bienestar, etc. 

A veces se observan casos en que el docente no es consciente de su propia ignorancia, ¿está en relación inversamente proporcional, es decir, a menor conocimiento mayor “soberbia”?
En la inmensa mayoría de los casos con los que he trabajado el docente se preocupa por sus alumnos y cree que lo que hace está justificado/favorece al presente o futuro de su alumno. El problema viene en que, como bien dices, desconoce que existen estrategias mejores, no confía en ellas porque no son las que vivió en su formación o cree erróneamente que son difícilmente aplicables. 

Lo que entendemos habitualmente por soberbia es a veces la cara visible de una baja confianza, enmascarada por una fachada altiva. Suele darse en docentes con una mentalidad cerrada que considera que se deben repetir los patrones porque a él “no le fue mal”. También encontramos casos en los que la frustración personal del profesor se transmite al alumno.

¿Dónde pueden hallar nuestros lectores más información sobre tu trayectoria y proyectos profesionales?
El proyecto “Impulsarte Psicología” es un servicio especializado en psicología aplicada a la Danza, la Música y las Artes Escénicas. Nuestro propósito es ayudar a los artistas a desarrollar su máximo potencial y ofrecerles recursos adecuados para alcanzar sus metas.
En la web www.psicologiaimpulsarte.es encontraréis información sobre mí y sobre el equipo de profesionales que complementan el proyecto. En el apartado “formaciones” encontraréis las diferentes charlas/talleres o cursos que tengo disponibles tanto para intérpretes, docentes y otros agentes del mundo artístico. Podéis suscribiros al blog y seguirnos en redes sociales para estar al día de lo que vamos proponiendo.

Hacer un musical de cero, crear magia, por Eva Ausín

Siempre digo, sin ningún tipo de demagogia, que hacer un Musical es crear magia. 
Pocos registros artísticos pueden aunar, en un mismo espectáculo, tantas artes escénicas juntas.

Y, en este caso, si se hace con gusto, todo vale. Vale canto, vale danza, teatro, escenografía,… e incluso circo y, por qué no, fotografía y pintura. Todo vale, para contar una historia con un hilo musical conductor. ¡Qué precioso proyecto quien se aventura a ello!

Crear un Musical, jamás ha tenido para mí la vertiente de “negocio”, ni mucho menos, es un sentimiento creacionista para el que tienes que estar preparado y formado. Preparado psicológicamente, sobre todo y formado a rabiar. Cuanto más quieras pulir ese sueño, mayores incertidumbres surgirán, pero más maravilloso lo verás en tu cabeza y ésa es una fotografía muy difícil de olvidar.

Por comenzar, como quien comienza un pastel, la pregunta clave es, “¿Qué quieres transmitir al público?”. No importa qué está de moda, qué película acaba de salir para convertirla en Musical, qué registro es el que ahora se lleva… Si te rindes a las tendencias, se convertirá en una pieza mercantilista y el corazón quedará relegado a la razón que mira al balance positivo y, sí, seguro saldrán mejores resultados económicos, pero la transmisión emocional no será la misma.


Ese “Qué transmitir”, depende, en mi caso, de cada año. 
Unos años quieres transmitir tu vena cómica, otros, tu fase misteriosa, otros, directamente algo sencillo, bonito y romántico... No lo puedes saber hasta cuando llega ese preciso año; qué les quiero decir…

Y este “pastel artístico” no se puede hacer de forma separada, se hace conjuntamente; mientras calientas la leche, añades azúcar, mientras bates las yemas, pones a calentar el chocolate…esto es así. Mientras escribes el guión, en mitad de aquella frase tan preciosa, se te ocurre una composición maravillosa que va a incidir en la fase romántica del momento, por ejemplo.

Veo una cierta pérdida de tiempo – y de magia - tener que contar a un compositor externo, la escena teatral, para que se haga una idea de lo que quieres transmitir y componga algo que él puede interpretar… Si la escena, la tienes tú!

Por ello, importantísimo y muy agradecida a los conocimientos de música y piano que consolidé, a mi arreglista y a un equipo actoral con base musical sólida, que hace más bonita aún tu propia creación.

Y poco a poco, todo se une y cobra sentido: ves entrando y saliendo a los bailarines, que quieres que giren de una determinada forma y se lo enseñas; por eso también debes tener conocimientos de danza, ves en ese momento una iluminación especial en el escenario, por eso debes tener, aunque sea de forma básica, conocimientos escenográficos, ves…lo ves todo. Todo cobra sentido y forma.

Y, cuando está todo acabado, los actores entusiasmados, los bailarines expectantes, el público llena la sala… sólo rezas para que algo que no es escape a tu control, no suceda.

Si no sucede, eres muy afortunado y si encima llenas la sala, eres un privilegiado. 
Si gusta, eres feliz y si quieres repetir, ya sabes para qué vales. Y así…diez años.

El tema del balance económico… queda para otro relato.

Eva Ausín Andrés
Directora de la Compañía Let’s Dance. Bilbao.

Hacer un musical de cero, crear magia, por Eva Ausín

Siempre digo, sin ningún tipo de demagogia, que hacer un Musical es crear magia. 
Pocos registros artísticos pueden aunar, en un mismo espectáculo, tantas artes escénicas juntas.

Y, en este caso, si se hace con gusto, todo vale. Vale canto, vale danza, teatro, escenografía,… e incluso circo y, por qué no, fotografía y pintura. Todo vale, para contar una historia con un hilo musical conductor.

¡Qué precioso proyecto quien se aventura a ello!

Crear un Musical, jamás ha tenido para mí la vertiente de “negocio”, ni mucho menos, es un sentimiento creacionista para el que tienes que estar preparado y formado. Preparado psicológicamente, sobre todo y formado a rabiar. Cuanto más quieras pulir ese sueño, mayores incertidumbres surgirán, pero más maravilloso lo verás en tu cabeza y ésa es una fotografía muy difícil de olvidar.

Por comenzar, como quien comienza un pastel, la pregunta clave es, “¿Qué quieres transmitir al público?”. No importa qué está de moda, qué película acaba de salir para convertirla en Musical, qué registro es el que ahora se lleva… Si te rindes a las tendencias, se convertirá en una pieza mercantilista y el corazón quedará relegado a la razón que mira al balance positivo y, sí, seguro saldrán mejores resultados económicos, pero la transmisión emocional no será la misma.

Ese “Qué transmitir”, depende, en mi caso, de cada año. 
Unos años quieres transmitir tu vena cómica, otros, tu fase misteriosa, otros, directamente algo sencillo, bonito y romántico... No lo puedes saber hasta cuando llega ese preciso año; qué les quiero decir…

Y este “pastel artístico” no se puede hacer de forma separada, se hace conjuntamente; mientras calientas la leche, añades azúcar, mientras bates las yemas, pones a calentar el chocolate…esto es así. Mientras escribes el guión, en mitad de aquella frase tan preciosa, se te ocurre una composición maravillosa que va a incidir en la fase romántica del momento, por ejemplo.

Veo una cierta pérdida de tiempo – y de magia - tener que contar a un compositor externo, la escena teatral, para que se haga una idea de lo que quieres transmitir y componga algo que él puede interpretar… Si la escena, la tienes tú!

Por ello, importantísimo y muy agradecida a los conocimientos de música y piano que consolidé, a mi arreglista y a un equipo actoral con base musical sólida, que hace más bonita aún tu propia creación.

Y poco a poco, todo se une y cobra sentido: ves entrando y saliendo a los bailarines, que quieres que giren de una determinada forma y se lo enseñas; por eso también debes tener conocimientos de danza, ves en ese momento una iluminación especial en el escenario, por eso debes tener, aunque sea de forma básica, conocimientos escenográficos, ves…lo ves todo. Todo cobra sentido y forma.

Y, cuando está todo acabado, los actores entusiasmados, los bailarines expectantes, el público llena la sala… sólo rezas para que algo que no es escape a tu control, no suceda.

Si no sucede, eres muy afortunado y si encima llenas la sala, eres un privilegiado. 
Si gusta, eres feliz y si quieres repetir, ya sabes para qué vales. Y así…diez años.

El tema del balance económico… queda para otro relato.

Eva Ausín Andrés
Directora de la Compañía Let’s Dance. Bilbao.