J. S. Bach. Análisis de la Fuga nº 6 BWV 851 de El clave bien temperado I

J. S. Bach (1685-1750) compuso el primer libro de El clave bien temperado en 1722. La Fuga nº 6 BWV 851, en la tonalidad de Re menor, escrita a 3 voces y con forma binaria, tiene una estructura temática bastante … Seguir leyendo

Tiento II de falsas de J. B. J. Cabanilles

El compositor valenciano Juan Bautista José Cabanilles (Algemesí-1644-Valencia-1722) escribió mucha música para órgano en forma de tientos, tocatas y pasacalles.  En la segunda mitad del siglo XVII el tiento era una pieza compuesta para órgano, con forma libre, similar al … Seguir leyendo

La Obertura de la Flauta mágica de Mozart

La Flauta mágica de Mozart (1756-1791), estrenada en Viena el 30 de Septiembre de 1791, fue concluida en el mes de Julio del mismo año, con la excepción de las dos piezas orquestales que abren sus dos actos: La Obertura … Seguir leyendo

J. S. Bach: Fuga nº 24 en Si menor BWV 893 de El clave bien temperado II

Con la fuga en si menor, escrita a tres voces, J. S. Bach concluye el segundo libro de El clave bien temperado (1744).  La textura contrapuntística de la fuga se combina con características típicas del estilo galante francés: Saltos melódicos (intervalos … Seguir leyendo

D. Shostakovich: “24 Preludios y Fugas” Op. 87

Bajo el título “24 Preludios y Fugas” Op. 87, surge, en 1951, la composición para piano más relevante de D. Shostakovich. Se trata de un ciclo de 48 piezas que representa una traducción de las características de El clave bien temperado de J.S.Bach al lenguaje musical de Shostakovich. Su origen está estrechamente relacionado con el “Bach Festival de Leipzig”, acontecimiento que conmemora, en 1950, el bicentenario de la muerte del cantor de Santo Tomás. Shostakovich participó en dicho festival activamente en calidad de miembro del jurado en un concurso de interpretación pianística. La joven pianista rusa Tatiana Nikolaeva (1924-1993) consiguió el primer premio interpretando los 24 Preludios y Fugas de Johann Sebastián Bach. De ésta emotiva experiencia nace el deseo de componer, a su regreso a Rusia, una obra similar a la del Bach, lo cual realiza en un plazo sorprendentemente breve de menos de cinco meses,  entre octubre de 1950 y febrero de 1951. De estilo neobarroco, los 24 Preludios y Fugas de Shostakovich representan un ejemplo único en el contexto de la música rusa y tiene paralelismos evidentes con otras creaciones de la primera mitad del siglo XX como el Ludus Tonalis de Hindemith (1942) y el Mikrokosmos de Bartok (1926,1932-39). Todas  comparten aspectos en común con el Clave bien temperado: están compuestas para teclado, se trata de un conjunto de piezas que forman un ciclo con un orden concreto (tonal, progresiva dificultad técnica, etc.) y destaca, en todas ellas, el sello que deja la influencia de la obra de J.S.Bach. Shostakovich, siguiendo los pasos de Bach, toma como referencia el sistema tonal tradicional de doble modalidad, componiendo Preludios y Fugas en las veinticuatro tonalidades posibles. El orden tonal, no obstante, es diferente. El músico alemán progresa ascendiendo cromáticamente (do mayor, do menor, do# mayor, do# menor… si menor) y Shostakovich lo hace por quintas justas, alternando tonalidades mayores con sus relativos menores (do mayor, la menor, sol mayor, mi menor …fa mayor   y re menor). Éste orden, empleado ya por Chopin en sus Preludios Op.28 (1835-39), es adoptado también por Shostakovich en sus Preludios Op.34 (1932-33). Orden tonal En el siguientes videos se pueden escuchar los 24 Preludios con el análisis de las Fugas.