Nuevos libros de ejercicios basados en la Biomecánica del violín, de Tomás Cunsolo

Tendemos a pensar que los violinistas somos «artistas» y que por tanto nuestros esfuerzos deben estar orientados a objetivos más bien «espirituales», de expresión, de emociones, tal vez de técnica musical, conocimientos, presuponiendo que los ejercicios importantes son los que fortalecen y nutren nuestra mente.

Personalmente, aunque comparto este orden de prioridades (la interpretación y la música en general como desarrollo espiritual y humano, como expresión), no debemos olvidar que, para avanzar en nuestra aventura musical necesitamos una base física adecuada, que nos ayude a sortear dificultades a la hora de dominar la música y tocar como realmente queremos tocar, no solo como podemos tocar.

Nuestro instrumento es el violín y nos conviene tener el mejor posible y en buen estado. Pero también nuestros brazos, manos, dedos, nuestro cuerpo en general son instrumentos que debemos controlar y tener en buenas condiciones para desempeñar la tarea que la mente ordene. Sin llegar al extremo de exigencia de, por ejemplo, un bailarín, cuyo cuerpo y  movimientos son a la vez instrumento y objeto expresivo en sí mismo, el estado físico de un violinista, la propiocepción, la psicomotricidad y el desarrollo biomecánico, en especial los miembros más implicados en la interpretación, son un recurso valioso para afrontar los desafíos musicales buscados.

Ese criterio es el que ha utilizado Tomás Cunsolo en la concepción de sus libros de técnica para estudiantes de violín: su enfoque es eminentemente biomecánico, desarrollado tras un exhaustivo y pormenorizado estudio de todos los factores fisiológicos que intervienen en la interpretación.

Ya publiqué un artículo hace poco sobre su primera publicación, «Biomecánica del violín», en el que podréis profundizar un poco más en cómo el autor llegó a idear y culminar este trabajo, pero retomamos el tema porque acaba de lanzar nuevos títulos que, junto con sus anteriores publicaciones, complementan y desarrollan aquel volumen. En su conjunto se trata de libros de ejercicios que brindan un soporte práctico a algunos de los conceptos y desafíos biomecánicos que más dificultades pueden interponer en el estudio del violín:

  • Escalas
  • El cuarto dedo
  • Cambios de posición
portada libro learning scales

Aprendiendo Escalas

Un enfoque biomecánico para estudiantes de violín

Ya hay infinidad de publicaciones con escalas para violín, es un recurso clásico y omnipresente, pero lo que diferencia esta publicación es su enfoque.

Mi objetivo es priorizar los aspectos mecánicos de tocar las escalas, permitiendo a los violinistas aprenderalas por oído y patrones de dedos en lugar de depender en gran medida de la comprensión teórica.»

Las escalas están organizadas por nivel de dificultad, comenzando con ejercicios que se enfocan en los movimientos más fundamentales y fáciles de ejecutar, seguidos de combinaciones progresivamente más desafiantes.

portada libro cambios de posición

Cambios de posición

Un enfoque biomecánico de la primera y tercera posición

Con los mismos principios que el resto de publicaciones del autor, aunque orientado a un nivel de estudiante más temprano, se abordan con un enfoque holístico las técnicas y automatismos para el cambio de posición partiendo de las investigaciones sobre psicomotricidad y biomecánica previos para optimizar los movimientos y minimizar la tensión.

La motivación detrás de la escritura de este libro fue crear una colección accesible de piezas originales para mis estudiantes que están comenzando a explorar los cambios de posición. 

Compuse canciones sencillas que se centran en la práctica de la técnica del dedo guía, facilitando a los estudiantes la comprensión de los fundamentos del cambio de posición.

portada libro cuarto dedo

Ejercicios para el desarrollo muscular del cuarto dedo

Todos sabemos que el cuarto dedo puede convertirse en uno de los eslabones débiles en la ejecución de cualquier pieza. En una situación ideal para el violín, nuestros dedos serían todos de la misma longitud, o incluso los exteriores más largos, para poder extenderlos más allá del ámbito de acción sobre el que descansan. Pero no es así, el meñique es precisamente el más corto y débil, y si queremos que realice un desempeño tan competente como el de sus vecinos no queda más remedio que ejercitarlo. Como en las anteriores obras, el enfoque de Tomás Cunsolo para este desafío técnico parte de unas premisas muy concretas.

Tomando como recurso los conocimientos de educación física, los ejercicios de este libro están clasificados de un modo no realizado anteriormente. Se realizarán ejercicios isométricos e isotónicos para abarcar todos los niveles de dificultad. Esto quiere decir que se ejercitarán los músculos de manera estática, manteniendo el dedo en una posición determinada mientras los otros realizan diversos movimientos.

Con este libro se ejercitarán todos los músculos del cuarto dedo para adaptarlos a cualquier tipo de situación.

Mientras en su primera publicacion «Biomecánica del violín» se exponían y desarrollaban los fundamentos biomecánicos de la interpretación, con diversos ejercicio orientados en los cambios de posición, en estas nuevas publicaciones se extienden la cantidad de herramientas de que disponemos para fortalecer esos determinados conceptos que a menudo presentan más dificultades técnicas.

Así, Tomás Cunsolo continúa llevando a cabo un trabajo muy interesante y particular, con un enfoque fisiológico que puede resultar de gran utilidad a profesores y pedagogos que identifiquen problemas físicos o errores motrices en sus alumnos. Puede que este enfoque se les haga duro a algunas personas que solo buscan pasar ratos disfrutando tocando el violín, pero sí puede ser valioso para los más perfeccionistas o aquellos que buscan el trasfondo fisiobiológico en el arte de tocar el violín.

Si queréis haceros con ellos de momento podéis adquirir versiones impresas o kindle de estos títulos en Amazon. Además, comprando el primer volumen de Biomecánica del violín Tomás envía gratuitamente el volumen de escalas.

Biomecánica del violín:

portada biomecánica del violín

Escalas:

portada libro learning scales

Cambios de posición:

portada libro cambios de posición

Cuarto dedo:

portada libro cuarto dedo

Probando Biomecánica del violín, de Tomás Cunsolo

Explicaba Dominique Hopenot, en su famoso libro «El violín interior» que, en su carrera profesional como violinista y pedagoga había conocido dos tipos de estudiantes de violín:

Por un lado se encuentran los intuitivos, los que trabajan siguiendo su instinto, sus sensaciones, sin pararse demasiado a pensar o racionalizar, esperando simplemente estar ese día «inspirados» o «en forma» y dejándose llevar por la emoción.

Por otro lado estaban los racionales, aquellos que racionalizan el proceso de aprendizaje y de interpretación de un instrumento mediante el análisis lo más objetivo posible de factores concretos y mensurables: buscan la perfección en una postura exacta, una almohadilla o barbada específica, un método, una falange en una posición adecuada, etc.

Pero ambos vivirían según Hopenot atrapados en una frustración ante algo que se les escapa.

¿No os recuerda esta situación a la fábula de los tres hermanos de Silvio Rodríguez?

Pero todos tendemos a alguna de estas actitudes. Y es que nuestro carácter debería casar con la forma en la que se nos enseña. A cada persona le gusta un tipo de práctica, de trabajo, y se siente cómodo con un acercamiento diferente a la música y al estudio. Alguien muy concienzudo y metódico no soporta carecer de unas guías, unas pautas seguras sobre las que construir sus aptitudes; por el contrario, una persona impulsiva y emocional probablemente se vea agobiado por un exceso de reglas, pautas y análisis que coarten sus impulsos y sus ganas de simplemente dejarse llevar. Y si no tenemos en cuenta esas tendencias naturales es cuando surgen los problemas ¿Acaso no hay infinidad de estudiantes que abandonan por, o bien no soportar el exceso de reglas o, en otros casos, por la ausencia de unas explicaciones detalladas sobre técnica?

Me han venido a la cabeza estas reflexiones a raíz de la lectura del trabajo que he estado leyendo estos últimos días: Biomecánica del violín, de Tomás Cunsolo.

De Tomás Cunsolo, profesor de violín, ya publiqué un artículo hace un tiempo en el que analizaba al detalle el vibrato de Vengerov. Por lo que le conozco, por haber seguido con interés su actividad, siempre ha sido un exhaustivo investigador y analizador de todos los factores, de todos los pequeños detalles que intervienen en la interpretación de violín. A menudo me llegaba a sorprender el nivel de profundidad en los análisis fisiológicos, la infatigable sistematización de cada músculo, movimiento, distancia o acción. Frente a cierta visión mística de los violinistas, poseídos y guiados por el genio la musa, Tomás Cunsolo nos muestra las cuestiones puramente racionales, con una minuciosidad de relojero.

Y es en el prefacio de la obra donde el autor explica el porqué de esa obsesión analítica. Quizás hasta podría considerarse spoiler lo que me dispongo a contar del libro así que, si prefieres no saber detalles mejor salta el siguiente párrafo.

Tomás Cunsolo vivía con una obsesión, una obsesión que le hacía creer que en sus dedos había algún tipo de deformidad que le impedía tocar bien el violín. Vivió muchos años con esta idea que le angustiaba y le hacía tocar con tensión y desazón hasta que un día un médico le diagnosticó trastorno obsesivo compulsivo, el famoso TOC, uno de cuyos síntomas es precisamente pensar que se posee una deformidad en uno de los miembros del cuerpo. A raíz de este descubrimiento, el autor se liberó de su complejo, al tiempo que aprovechó su tendencia al análisis obsesivo para «analizar exhaustivamente cada movimiento que se realiza al tocar el violín». Recurrió a expertos en anatomía y física, indagó e investigó, dejando fluir su obsesiva meticulosidad para desarrollar una teoría y una práctica del violín desarrollada desde cero con el único apoyo y guía del análisis científico.

«…deberíamos empezar a tratar el arte como una extensión de la ciencia, no sólo en lo que concierne al análisis de los sonidos sino también a la anatomía y la mecánica.»

De modo que de este planteamiento parte este trabajo, cuyo inicio incluye diagramas, músculos aductores, extensores, lumbricales, flexores, movimientos de supinación o pronación que pueden resultar abrumadores en un primer acercamiento.

gráficos para tocar el violín

Pero no hay que dejarse impresionar porque son sólo unas pocas páginas, aunque muy densas. Hay que reseñar este manual, aunque incluye sus propios ejercicios, está concebido para utilizarlo como preparación y en combinación y con el libro Estudios para violín, op. 8 de Otakar Ševcík, obra que se puede descargar libremente desde ISMLP, y si no, aquí abajo también lo podéis leer:

A partir de aquí se incluyen una buena cantidad de  ejercicios muchos de ellos basados en trabajos de viejos conocidos de los estudiantes de violín como Dounis, Wholfhart, Galamian, Fischer y Auer. Ejercicios de inicio para cambios de cuerda que hay que afrontar solamente una vez hayamos interiorizado y estudiado exhaustivamente los movimientos correspondientes de los músculos de la mano explicados al inicio.

Conclusión

Para ser sinceros creo que no debería opinar sobre un método de aprendizaje sin haberlo realmente probado a conciencia. Pero confieso que no es posible en mi situación vital y creo que tampoco esta orientado a una persona mayor como yo que ya lleva muchos años tocando mal y sólo busca seguir pasándolo bien tocando con amigos y haciendo algunos eventos.

Pero sí lo recomiendo a diversos tipos de público: profesores que quieran buen tener material pedagógico y deseen saber rigurosamente que los consejos técnicos que dan son científicamente exactos; alumnos ambiciosos que no se conformen con las cuatro recetas sencillas de toda la vida y quieran profundizar en el porqué y el cómo (y que dominen al menos la primera posición); estudiosos e interesados como yo a los que les apasiona todo enfoque nuevo sobre la pedagogía del violín. Eso sí, es conveniente que estos materiales se desarrollen con supervisión o ayuda de un profesor.

A todos ellos creo que les será útil este nuevo trabajo, un primer volumen al que, imagino, seguirán otros orientados a otras cuestiones técnicas de la interpretación del violín.

Y es que hay que tener en cuenta que en este volumen se trata solamente el brazo y mano izquierdos. Pero tocar el violín es una actividad que inmiscuye el cuerpo entero, un cuerpo que debe estar en armonía y equilibrio en toda su extensión, desde los pies a la cabeza, de tal manera que no hay movimiento en una parte del cuerpo que no repercuta en otra.

Por eso, y conociendo al autor, estoy seguro de que vendrán más capítulos de esta investigación: por supuesto el brazo derecho y la sujeción del arco, pero también el cuello y los hombros, la columna, cómo asentarse en el suelo, la relajación, las dinámicas corporales y equilibrio general, etc.

Estaremos atentos para hacernos con sus siguientes trabajos.

El libro se podía comprar en físico en la Editorial de Música Boileau, pero debo avisar que las últimas veces que he visitado su web, esta había sido hackeada, de modo que visitad la página con cuidado, intentadlo en persona en tienda, o bien comprad la partitura para descargar en ePartituras.

Nuevo Método para cuerdas basado en música tradicional latinoamericana

Vivimos en una realidad en la que los referentes culturales y artísticos provienen en su inmensa mayoría del mundo anglosajón. Ya sea a través del omnipresente cine y televisión estadounidense, de la música pop y rock, de las series, incluso de las artes visuales, gran parte de nuestros referentes son creaciones suyas. La facilidad de su industria para crear productos que todo el mundo quiere comprar es fascinante. Y en el ámbito del que trata esta nuestra/vuestra web, la música de violín, sucede lo mismo.

Porque no sorprende que, si buceamos entre el gran catálogo actual de publicaciones pedagógicas no relacionadas con la música clásica para nuestro instrumento, comprobamos que una gran cantidad tratan estilos anglosajones: música celta, música country, música folk, bluegrass, blues, rock, podemos encontrar muchos libros con temas de cualquiera de esos estilos. Pero si intentamos encontrar otros estilos tradicionales de otros países con tradiciones tan ricas o más que la anglosajona, el panorama es bastante desolador: la fantástica música india, la rica tradición árabe y persa, los estilos asiáticos y, por supuesto, los innumerables ritmos y melodías hispanas y latinoamericanas.

Porque ¿qué hace un violinista cuando quiere aprender a tocar flamenco con su instrumento, o una cumbia, una raga, un maqam persa? Hasta ahora estas tradiciones se han transmitido de forma oral, de maestro a alumno, o simplemente escuchándolo mucho en nuestro entorno, pero con muy poco material pedagógico moderno.

Por eso es siempre una gran noticia la aparición de un nuevo material que cubre uno de esos espacios tan poco tratados, como es en este caso: la música tradicional latinoamericana.

«…todas las obras que aprendía a tocar eran de compositores europeos y mi aspiración era que me enseñaran con música venezolana, por su profusión de ritmos y métricas; una variedad impresionante para hacer técnicamente todo lo necesario para un violinista”

Este es un pensamiento que Mark Contreras Gómez tuvo cuando, con trece años, se encontraba estudiando violín con su maestro en San Cristobal, Venezuela. Una idea que comunicó a su profesor y que guardó consigo a lo largo de una creciente carrera musical en Venezuela primero, y en España después, donde desarrolló una intensa labor musical y pedagógica.

Y es aquí donde finalmente se animó a intentar materializar su sueño. Hizo una lista de treinta ritmos latinoamericanos: salsa, mambo, cueca, bambuco, gaita, cumbia, tonada, joropo y un largo etcétera, a partir de los cuales desarrolló temas propios nuevos que ilustraban los diferentes estilos.

“Una vez que tuve los treinta ritmos con su pequeña reseña de por qué se llamaba así, empecé a crear canciones nuevas, pero que suenaran al ritmo. De allí salieron tangos, sambas, choros, ska, música norteña, tonadas, cumbia, mariachi, bambucos, bossa nova y una infinidad de música típica de cada país de América Latina”.

En un verano había conseguido crear los treinta temas con sus respectivos acompañamientos e inició la labor de buscar una editorial interesada en publicar una obra tan singular. Decidió centrarse en Estados Unidos donde hay un mayor público potencial.

“Envié alrededor de 25 correos diarios durante un mes, y solo obtuve respuestas negativas. Respondían las editoriales más grandes, me decían que el proyecto era interesante pero que no tenían previsto nueva música. Llegó un momento en que se me acabó la lista y no continué buscando”.

Pero el trabajo honesto e inteligente nunca cae en saco roto, y meses después, mientras el proyecto aguardaba aparcado en un cajón, una editorial le contactó para llevarlo adelante. Pero estaban interesados en algo de mayor envergadura, que incluyera además versiones para viola y cello, con lo que tuvo que rehacer y transportar el material a los nuevos instrumentos, tarea que le llevó otros tres meses.

“haber logrado la publicación de esta obra me produce una alegría enorme, porque es algo que no existía, no hay una metodología que empiece desde cero para estos instrumentos de cuerda con música latinoamericana. Y ahí es donde está lo innovador, pues para los latinoamericanos es aprender a tocar el violín con música que sienten como propia y en Estados Unidos es aprender con música que les suena muy interesante y les gusta”.

Así que finalmente ya tenemos disponible un método de aprendizaje del violín desde el inicio basado en la rica cultura musical tradicional latinoamericana. Un pequeño hito que espero que tenga mucho éxito y que sea ejemplo y acicate para nuevas iniciativas, nuevas aventuras que exploren otras músicas, otros estilos, otros lugares que esperan a ser descubiertos y valorados.

Algunos ejemplos de audios del Método de Mark Contreras:

Tom & Vini (Bossa nova)

por Mark Contreras | The Latin American String Collection (Violín)

Got salsa (Salsa)

por Mark Contreras | The Latin American String Collection (Viola)

Barú (Cumbia)

por Mark Contreras | The Latin American String Collection (Cello)

Violin Fingerboard mastery, una herramienta para aprender a dominar tu diapasón

«Ya sea que estés buscando desbloquear tu capacidad para improvisar, profundizar en el conocimiento de la armonía, componer nuevas obras, mejorar tu memoria musical, o fortalecer tu interpretación de Bach, tener una relación íntima con el mapa de tu diapasón es esencial. Los métodos clásicos de violín sirven para desarrollar una aptitud y una maestría técnica del instrumento pero a menudo deja a los estudiantes con lagunas en su comprensión de la armonía y de las estructuras básicas de acordes.

Estos ejercicios y estudios cortos buscan llenar esas carencias. Proporciona nuevas vías para que los violinistas profundicen su relación con el diapasón y la armonía, sentando las bases para improvisar en cualquier estilo. En este libro, os planteo un número de ejercicios básicos que, con sólo dedicarles quince minutos diarios, cambiarán para siempre tu forma de relacionarte con el diapasón.»

Así define Jason Anick, un estupendo músico y profesor en el Berklee College of Music su última (y primera, que yo sepa) publicación dedicada a la pedagogía del violín. Para certificar sus credenciales nada mejor que un par de muestras de su forma de tocar y de improvisar (y de paso aprovechad para suscribiros a su canal de Youtube MagicFiddle):

Tradicionalmente, los violinistas hemos estado tan obsesionados con la perfección técnica que exigía la interpretación de la música clásica que hemos dejado de lado otras cuestiones musicales importantes: entender la armonía subyacente en lo que estás tocando, dominar el movimiento de acordes y no sólo leer o memorizar la línea melódica, estar ubicado en todo momento en tu diapasón y, como consecuencia de todo ello, poder improvisar, componer, crear acompañamientos y melodías pertinentes, poder integrarte en cualquier grupo de músicos de casi cualquier estilo.

El músico clásico con frecuencia ha admirado al músico de jazz; no entiende cómo hace lo que hace, sin partitura, sin dirección, sin un trabajo de memorización exhaustivo, a todo eso le aterraría enfrentarse. Al tiempo al músico de jazz le atrae la profundidad, esplendor y perfección de las composiciones clásicas, aunque lo que le gusta es jugar con ellas, descomponerlas y darle vueltas para crear mil y una variaciones, porque no podría soportar tocar siempre lo mismo de la misma manera.

A veces hay músicos que se atreven a asomarse al otro lado y quedan subyugados con el enriquecimiento que supone para su forma de tocar. Violinistas de jazz haciendo versiones de Bach o intérpretes clásicos improvisando sobre música barroca o disfrutando con standards de jazz son cada vez más frecuentes.

Es en este mundo donde es una gran herramienta el libro de Violin Fingerboard Mastery, una publicación que identifica y trabaja todos las claves para moverte sin miedo por tu diapasón. Y es que hay quien piensa que improvisar tiene que ver algo así con la inspiración y la libertad caprichosa, cuando la realidad es que está más relacionada con el conocimiento de la armonía, de patrones, escalas, progresiones, acordes, etc., de manera que es más sencillo y lógico improvisar y crear cuando conoces y te restringes a esas reglas que cuando simplemente tocas a capricho según las ideas que se te puedan ir ocurriendo en el momento.

Para ello, Jason Anick plantea ejercicios (que deberías realizar unos pocos minutos cada día) de:

  • Patrones de digitación.
  • Aproximaciones prácticas a la improvisación.
  • Acordes y arpegios fundamentales.
  • Una guía de diez pasos para practicar progresiones de acords.
  • Escalas pentatónicas y licks relacionados.
  • Técnicas de conducción y voice-leading para el aprendizaje de relaciones armónicas, desde el círculo de quintas al movimiento de acordes simétrico.
  • Cinco estudios de interpretación de jazz.

Como veis, es lo más alejado que hay de un método para aprender canciones o perfeccionar técnicas de interpretación. Es más bien una disciplina mental para entender la música que tocamos, para familiarizarnos las estructuras musicales tonales más importantes y poder aplicarlas a la hora de tocar.

Es llamativo que un músico de la talla de Gill Shaham, probablemente uno de los mejores violinstas clásicos vivos actuales, haya integrado con entusiasmo en su rutina diaria los ejercicios de este libro. «Este libro cambia la manera en la que uno escucha música»(…) «traza un mapa del diapasón del violín con una perspectiva muy fácil de entender» «Lo recomiendo a cualquier violinista de cualquier género».

Así que este es un libro para años. Sus ejercicios son tanto prácticos como mentales; de hecho, una de las recomendaciones del autor es plantearte retos de ejercicios sin el violín en la mano, ya sea mientras estás en la ducha por ejemplo o realizando cualquier otra tarea que no requiera tu atención. Y es que lo bueno de muchos de sus ejercicios es que, cuando entiendes lo que Janick te plantea, no necesitas tener el libro delante, de hecho, es mejor incluso si no lees los pentagramas, sino que trabajas directamente en tu cabeza sobre cómo hacer por ejemplo ese patrón de notas en todas las tonalidades, o esa progresión entre cualquier acorde, planteándote retos adicionales como hacerlo sólo en las dos primeras cuerdas, o hacerlo en segunda posición, o cualquier otra variación que se te ocurra. Y así se convierte en un trabajo casi infinito.

Dicho esto, parece lógico que no es una obra para principiantes; conviene tener ya cierta técnica y experiencia, una buena afinación y dominio de los cambios de posición.

Como viene siendo habitual en las obras de la editorial Hal Leonard, muchos ejercicios vienen acompañados de audios (descargables desde la web del editor) de ejemplo y acompañamiento, para aplicar de forma práctica los ejercicios de improvisación que vayamos haciendo. Además, si lo escuchas directamente con la aplicación de la web de Hal Leonard, tienes las opciones de ralentizar o acelerar la velocidad en función de tus necesidades y progresos.

Conclusión

¿Sabes en todo momento qué nota estás tocando a todo lo largo del diapasón? ¿Sabes cómo se forman los acordes? ¿Puedes improvisar sobre cualquier combinación o rueda de acordes que te digan? ¿Te interesan muchos estilos musicales? ¿Eres profesor y te interesa enseñar cómo crear arpegios y cómo se forman los acordes? Si te gustaría dominar todos estas habilidades, este es un libro que puede cambiar la manera en que tocas y aprendes y darte mucha confianza en cualquier situación musical que se te presente.

En cambio, si sólo buscas aprender o leer melodías y tocarlas de la mejor manera posible sin pensar en nada más, este libro no es para ti. No vas a encontrar lecturas de canciones agradables y resultonas, sino que estarás a cada paso con desafíos en los que tendrás que esforzarte mentalmente con una gran exigencia de concentración.

Pero es que, ¿acaso sin esfuerzo se consigue alguna vez algo que merezca la pena?

Puedes adquirir Violin Fingerboard Mastery en la web del editor (Hal Leonard) o en Musishop.

Revisando Supernova, el nuevo complemento al Método Suzuki

Hace unos meses publiqué un artículo haciéndome eco de un proyecto relacionado con el Método Suzuki que, sobre el papel, parecía muy prometedor e ilusionante. La idea de Supernova era tomar como base los materiales Suzuki y darles una vuelta para enriquecerlos profundizando en conceptos a los que se empieza a dar más importancia en la pedagogía musical actual: conceptos como motivación, estilo personal, ritmo, creatividad, versatilidad, diversión, improvisación, estilos contemporáneos, etc.

Y no es que estas cuestiones estén ausentes de la enseñanza del violín pero, en el entorno clásico, se encuentren posiblemente en un nivel inferior que otras exigencias más técnicas. Por eso me pareció tremendamente interesante la idea, así que encargué algunos de los materiales para echarles un ojo y poder compartir con vosotros lo que me ha parecido.

Lo primero que hay que señalar es que Supernova no es simplemente una serie de materiales físicos o digitales(libros, videos, audios…) sobre los que trabajar, sino que lo han comercializado en formato modular, de forma que lo que yo esperaba haber comprado no incluye tanto como esperaba, pero bueno, eso ya lo explicaré más tarde, de momento voy a intentar explicar qué opciones hay y en qué consisten. Os adjunto los paquetes principales y su precio actual (supuestamente de oferta):

 

Yo encargué el Paquete Supernova Deluxe (vaya nombre, qué bien venden sus productos los anglosajones, parece que compraras la luna). Así que dispongo de audios con los arreglos nuevos del primer volumen del Suzuki, las versiones con improvisaciones de Christian Howes y las pistas con los acompañamientos orquestales sin solista, más el libro principal impreso.

Respecto a los audios:

Son estupendos. Le dan un espíritu nuevo y muy divertido a los viejos temas Suzuki. Es curioso que algunos han sido tan transformados que pueden despistar un poco al principio para cuadrar las melodías. Para ayudar en ello hay versiones a diferentes velocidades, y con la opción de escucharlos con metrónomo marcando el ritmo.

Como he comentado hay tres opciones principales de pistas de audio en este paquete:

  • Audios de los temas clásicos con nuevos arreglos.

Son las mismas melodías de Suzuki 1 de siempre con arreglos de acompañamientos distintos, en diversos estilos: folk-rock, boogie, ragtime, funk, cha-cha-cha, marcha, balada, klezmer, calypso, etc. La idea aquí era tocar las mismas notas pero con variaciones de estilo. Interpreta la violinista Rebecca Hunter, quien aporta debía ceñirse a realizar sobre todo variaciones de articulación, ritmos, color, etc.: slides, cambiar duración de notas, acentuaciones, staccatos, martelés, sul tastos, trinos, pizzicatos, trémolos, cambios de dinámicas, etc.

Son interesantes para quienes ya dominen el volumen 1 + alumnos intermedios.

  • Audios de los temas clásicos con improvisaciones de Christian Howes.

Estas versiones del Suzuki 1 incluyen la interpretación llena de fantasía e improvisaciones del gran Christian Howes, que se desmelena realizando interpretaciones totalmente libres y llenas de imaginación, que pueden ser inspiradoras para alumnos avanzados.

  • Audios de acompañamiento

Múltiples pistas de la orquesta sin solista con los nuevos arreglos, para interpretar por encima a nuestro gusto. Puedes tocar la melodía original con el nuevo espíritu o realizar cambios, variaciones o improvisaciones hasta donde te llegue la imaginación.

Respecto al libro

Aquí tengo una ligera decepción. Aparte de mi confusión, que me llevó a creer que incluiría la transcripción de las interpretaciones de Christian Howes (va en libro aparte), en realidad las partituras sólo aportan las versiones para piano de los nuevos arreglos. La melodía transcrita es la misma que en los libros Suzuki, y las sugerencias sobre cambios y detalles aparecen en cuadros aparte, con indicaciones de en qué tema y compás aparecen, de una manera que es un poco liosa de seguir y nada práctica. También hay bastantes páginas que aportan poco al método (agradecimientos, autobombo, etc.).

De manera que este libro sólo es rentable si vas a tener un pianista que interprete estas variaciones en conciertos. Y un pianista competente porque algunas adaptaciones son algo exigentes.

Otra carencia que echo de menos es que este libro no incluye los acordes de los temas, para poder improvisar o acompañar con ellos como guía, algo hoy en día fundamental para cualquier músico no clásico. En cambio sí que aparecen en el libro de versiones de Christian Howes, por lo que creo que es una decisión deliberada para que uno tenga que adquirirlo sí o sí por separado.

Otros elementos de Supernova

  • SuperCreativity eSchool

Sobre el curso on-line con nombre tan rimbombante que viene en el paquete más completo no puedo decir nada, porque sin probarlo no sería justo. Pero he creído entender que se basa simplemente en vídeos pregrabados, y en ese caso me parece algo caro. Si hubiera algún tipo de feedback o interactuación con los alumnos sí me parecería bien.

  • Opciones para alumnos

Hay que tener en cuenta que estos recursos están dirigidos a los profesores. Pero estos no pueden permitir acceso ilimitado a sus alumnos para practicar libremente en casa. Para ello deberían comprar o bien una suscripción mensual o un pago de unos 4$ por alumno para que tenga acceso a los audios. Obviamente mucha gente se saltará esto, pero yo os lo tengo que contar así: está prohibido compartir estos materiales con nadie.

Conclusiones

Me gusta mucho este proyecto pero quizá no tanto cómo ha terminado materializándose en sus versiones físicas. El libro no aporta todo lo que esperaba, aunque quizás tenía unas expectativas erradas.

En cambio los audios son muy divertidos y sugestivos, y pueden aportar al profesor que ya lleva mucho tiempo bregando con el Suzuki y a los estudiantes que ya van por el volumen 3 o más adelante, nuevas ilusiones y una nueva vida para retomar esas viejas y entrañables melodías que hemos tocado y escuchado muchos hasta la extenuación.

Para los más intrépidos, el eBook de Christian Howes, con improvisaciones avanzadas y acordes incluidos que nos guían en nuestras propias creaciones, puede servir para alardear un poco frente a Suzukis bisoños.

En definitiva, una buena opción para profesores Suzuki con ganas de algún cambio y de animar a sus alumnos más veteranos con novedades divertidas.

Pero medid bien qué materiales os van a interesar más de todo lo que se ofrece.