Mahler para jóvenes

Gustav Mahler en 1909La Orquesta Filarmónica de Nueva York es la orquesta más antigua entre todas las que están activas en la actualidad en el territorio estadounidense. También es una de las más comprometidas con la educación musical: en 1924 estrenó una serie de conciertos familiares, con la intención de dar a conocer la música a los más pequeños, que sigue ofreciendo todavía: los Conciertos para jóvenes (Young People’s Concerts). En otra entrada, hace casi un año, ya hablamos de esta estupenda iniciativa, recordando a Leonard Bernstein, el director de orquesta que popularizó estos conciertos didácticos, grabando nada menos que 53 episodios que fueron retransmitidos por muchas televisiones de todo el mundo.

Uno de estos episodios fue realizado en 1960 con ocasión del centenario del nacimiento de Gustav Mahler. Su título es ¿Quién es Gustav Mahler? debido a que hace cincuenta años este compositor no era todavía muy conocido por el gran público sino sólo por los expertos, que le recordaban sobre todo como excelente director de orquesta.

Aunque hoy en día Mahler ha conquistado un puesto entre los compositores más importantes de la historia de la música, no está de más escuchar de nuevo la respuesta de Bernstein a esa pregunta para celebrar los 150 años de su llegada al mundo, acontecimiento que ocurrió exactamente un 7 de julio.

Bernstein selecciona algunas páginas de la obra mahleriana para evidenciar las aparentes contradicciones del compositor, subrayando que: sus sinfonías manifiestan su gran talento operístico, pero en realidad no compuso ni una sola ópera; su música contiene la herencia vienesa pero está proyectada hacia el futuro, anticipándolo en muchos aspectos; de la misma manera, su música une la tradición occidental y la oriental (eslava, judía, zíngara, china, etc); algunas de las imágenes que ofrece su música son como sueños infantiles pero Mahler nos los presenta con la racionalidad de un adulto; también sus sentimientos son “infantiles”, por su extremismo, pero a la vez son adultos y muy conscientes.

Las celebraciones mahlerianas no terminarán con el año en curso, sino que se prolongarán durante todo el 2011, con la conmemoración del centenario de la muerte de este compositor y director de orquesta austríaco, así que tendremos ocasión para profundizar en su figura y su música. Mientras, disfrutemos de este Concierto para jóvenes, alrededor de tres cuartos de hora de música introducida y comentada por Bernstein, en inglés con subtítulos en español. Está dividido en cinco partes que se sucederán una tras otra sin más necesidad que la de tener unos segundos de paciencia, sin duda bastante menos de la que tuvo que emplear Marian Domínguez para subir éste y muchos más vídeos interesantes a su canal de YouTube.

ACTUALIZACIÓN (14/10/2012, 22º aniversario de la muerte de Leonard Bernstein): los propietarios de los derechos de explotación económica de estos vídeos han forzado el cierre de la cuenta de YouTube de nuestra compañera.

Es realmente lamentable esta actitud, pues la codicia de estas personas nos está privando del acceso a unos documentos de gran valor histórico y didáctico de los que no sólo ya se ha recuperado con creces la inversión inicial, sino que además les han aportado grandes ganancias gracias al cobro de los derechos de más de 50 años de emisiones televisivas ofrecidas en todo el mundo.

Actualmente estos vídeos no están disponibles para su compra o alquiler, ni en DVD ni tampoco en VHS, y es prácticamente imposible verlos en televisión. Por eso la única manera de que nuestros alumnos y alumnas (entre otros) puedan disfrutarlos es mediante los servicios online tipo YouTube, y estoy bastante convencido de que tal visionado no sólo no comporta ningúna pérdida económica, sino tampoco ningún lucro cesante a la empresa que tiene el poder de comercializar estas grabaciones, una firma llamada The Leonard Bernstein Office, Inc. que, tal como se puede ver en las últimas imágenes de cada vídeo, reservó los derechos en 1990, el mismo año de la muerte de Leonard Bernstein.

Desconozco cuánto tiempo falta para que esas obras pasen a ser de dominio público. Mientras, tendremos que asistir a esta absurda práctica que se puede resumir así: es mío y no te dejo verlo porque no me da la gana.

Afortunadamente no se pueden poner puertas al campo ni se puede frenar la difusión de la cultura, aunque sí se puede hacer un poco más difícil su acceso: actualmente el vídeo está disponible, aunque sin los subtítulos en español, con licencia estándar de YouTube. Lo insertamos a continuación y quedamos atentos para reemplazarlo con una versión útil también para quienes no dominen el inglés en el momento en que la encontremos nuevamente disponible.

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Camarón por sevillanas

Monumento a Camarón de la IslaEn verano culmina en Andalucía la temporada de las ferias, comenzada en abril en Sevilla. Con ocasión de estas fiestas populares, cuyo escenario va desplazándose por prácticamente todas las ciudades y pueblos andaluces, las plazas y las calles se llenan de música y de baile.

Recuerdo que cuando llegué a España, hace ya casi veinte años, en las ferias sólo había un tipo de baile durante horas y horas, muy raramente interrumpido por otros ritmos. Las sevillanas estaban de moda con una fuerza tan grande que no sólo eran las protagonistas incuestionables de la Feria de Sevilla, sino que habían desplazado totalmente los bailes típicos de las otras provincias y localidades de Andalucía, que, pasadas dos décadas, todavía no han conseguido hacerse un espacio dentro de sus lugares de origen.

Entre las consecuencias más importantes de ese período de gran popularidad quiero destacar dos, una positiva y otra negativa: la positiva, además de muy personal,  fue que me apunté a clases de sevillanas; la negativa fue la proliferación de un montón de sevillanas del montón (valga la redundancia) compuestas e interpretadas en serie y sin la más mínima originalidad por personajes cuyos nombres es preferible omitir. Todo eso ha causado cierto desprestigio de las sevillanas dentro del mundo flamenco, hasta el punto de que muchos aficionados y ciertos flamencólogos les niegan el derecho a ser consideradas un palo flamenco, relegándolas a la única condición de baile regional. Una simple búsqueda por la Red demostrará que la polémica todavía no está resuelta y las dos tesis conviven en la actualidad.

Personalmente estoy convencido de que las sevillanas sí tienen que estar en el árbol genealógico del flamenco. Más que palabras, voy aportar un sólo argumento de mucho peso: la voz de Camarón de la Isla, uno de los más grandes cantaores de la historia, fallecido hace exactamente 18 años, acompañado al toque por Tomatito, cantando Mi barrio/Dame la mano/Toma que toma/Pa qué me llamas prima, sevillanas compuestas por Isidro Muñoz y José Miguel Évora, hermanos de Manolo Sanlúcar.

En esta interpretación, extraída de la película Sevillanas de Carlos Saura, podemos disfrutar de la variedad de matices expresivos del cantaor, que va del pianissimo más sugerente al grito más desgarrado, y del virtuosismo del guitarrista, que complementa de manera perfecta el cante, ajustando la armonía y el ritmo hasta al más pequeño de esos matices.

Desde luego, una excelente interpretación puede dar vida a una obra vacía, pero no es este el caso: baste fijarse en su riqueza armónica, que culmina en la última copla con un brusco cambio de registro, conseguido a través de una modulación inesperada, y una nueva melodía.

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Cat’s Fugue in Blue

Gemma al pianoMusic Animation Machine es un canal de YouTube que contiene una creciente colección de vídeos en los que la música está representada gráficamente por medio de líneas o figuras geométricas, un sistema muy interesante que permite al oyente que no esté demasiado familiarizado con las partituras la visualización de la obra musical que esté escuchando.

En efecto, lo que aparece en pantalla tiene cierta similitud con el sistema de notación tradicional, sobre todo en lo que se refiere a la transcripción de la altura de los sonidos, definida de manera relativa por la posición vertical de las diferentes líneas. No hay clave ni líneas de referencia, por lo que a simple vista no sabemos qué notas son, ni hay compases o figuras de valor, por lo que tampoco podemos determinar la duración con la precisión necesaria para la ejecución. Pero tampoco importa: este sistema no pretende ser una partitura no convencional para ser interpretada por uno o más músicos, sino un apoyo visual para el oyente, algo parecido a la manera en que el movimiento de los labios y los gestos, tanto del rostro como del resto del cuerpo, facilitan el entendimiento del habla.

Como decíamos, el eje vertical indica la altura de las notas. El eje horizontal, por su parte, es el tiempo, y, en consecuencia, la duración de cada nota está indicada por la longitud de la línea correspondiente.

Los diferentes colores de las notas representan diferentes instrumentos o voces. También pueden destacar material temático, como ocurre  en el siguiente vídeo, una obra basada en una fuga de la que ya hablamos en otra entrada: la Fuga del gato de Domenico Scarlatti. El autor de Cat’s Fugue (2007), Greg Anderson, se inspira en esa obra del músico italiano utilizando el sujeto, presuntamente compuesto por Pulcinella, el gato de Scarlatti, con la técnica del paseo por el teclado. El resultado es una curiosa y divertida convivencia de rigor contrapuntístico, libertad improvisativa jazzística y giros melódicos típicos del blues. El vídeo, que contiene la interpretación del mismo autor a dúo con Elizabeth Joy Roe, nos permite observar las distintas apariciones del sujeto, que empiezan siempre por una secuencia ascendente de bolas rojas.

Tras ver el vídeo, recomiendo una visita a los sitios de los dos pianistas y a su canal de YouTube.

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Marin Marais y la viola da gamba

Marin MaraisA más de uno se le puede hacer la boca agua sólo con oír el nombre de un instrumento que en la actualidad se utiliza casi exclusivamente para ejecutar música antigua: la viola da gamba. Aún imaginando la decepción que sufrirán los gourmets al descubrir que no hablaremos de crustáceos, es conveniente aclarar que la palabra gamba en italiano quiere decir pierna.

De hecho, el nombre completo de este tipo de viola viene de la necesidad de distinguir este instrumento, que el ejecutante sujeta entre sus rodillas, de la viola da braccio, que, de manera similar al violín y la viola moderna, se toca apoyándola en el hombro. Como curiosidad, añado que justamente de la palabra braccio (pronunciado bracho), viene el nombre alemán de la viola moderna: Bratsche (pron. brache).

Pero volvamos a la viola da gamba, que es lo que nos interesa hoy, por ser el aniversario de Marin Marais, uno de los más importantes intérpretes y compositores de ese instrumento, que nació en París el 31 de mayo de 1656. Aunque se suele comparar con el violonchelo, debido a que tanto su tamaño como la postura que asume el ejecutante son similares, el violonchelo no proviene de la familia de las violas, sino directamente de la del violín. El único instrumento de la orquesta moderna que procede de las violas es el contrabajo, descendiente del violone, tal como demuestra su forma, sobre todo sus hombros caídos.

Marais, músico destacado de la corte de Luis XIV, le Roi Soleil, es el protagonista de una novela de Pasqual Quignard publicada en 1987 con el título Todas las mañanas del mundo. Cuatro años más tarde, la historia llegó a la gran pantalla bajo la dirección de Alain Corneau, con un excelente reparto de actores, entre los que destaca Gérard Depardieu, en el rol del mismo Marais, y con una banda sonora de auténtico lujo, interpretada por un músico realmente excepcional: Jordi Savall. La viola del artista catalán da voz a las imagenes que se suceden en la pantalla, un flashback en el que Marais recuerda los momentos más importantes de su vida.

Entre los numerosos César que consiguió el filme, además del imprescindible premio a la mejor música para Savall, también está el premio al mejor actor revelación, que recayó en Guillaume Depardieu, el desafortunado hijo de Gérard, tristemente desaparecido hace un año y medio, que interpretaba Marais de joven.

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Canciones y Contrastes del Rey del Swing

Podemos hacernos una idea del valor de ser considerado el Rey del Swing simplemente con leer el primer párrafo de la definición de swing recogida actualmente en la Wikipedia:

La palabra Swing hace referencia tanto a un estilo musical dentro de la evolución del jazz, como a una cualidad musical inefable (en un sentido similar al de la palabra duende aplicada al flamenco, la palabra flow aplicada al Hip Hop, la palabra tumbao aplicada a la salsa, o la palabra riddim aplicada al reggae). Se dice de una interpretación (normalmente, vinculada al jazz) que tiene swing cuando se quiere resaltar que el intérprete ha logrado conferirle una cualidad rítmica especial en algún sentido.

Y podemos hacernos una idea de las razones por las que este título recae en Benny Goodman simplemente con escucharle interpretar una de sus obras más conocida, cuyo título está tan lleno de entusiasmo y vitalidad como su música: Sing, sing, sing (with a swing).

Mientras su increible talento como músico de jazz es muy conocido, no lo es tanto otra faceta de su prodigiosa musicalidad: la de clarinetista “clásico”. Varios compositores compusieron pensando en Goodman y le dedicaron alguna obra: en el caso de Aaron Copland, Paul Hindemith y Malcom Arnold esa obra fueron sendos conciertos para clarinete y orquesta. Sin embargo, Béla Bartók le dedicó su única obra de cámara con un instrumento de viento: Contrastes, para violín, clarinete y piano (1938).

El encargo llegó al compositor húngaro por medio de su paisano el violinista Joseph Szigeti, quien le pidió una obra breve en dos movimientos para poder grabarla con Goodman en un disco de 78 revoluciones, en aquel tiempo todavía muy limitados en cuanto a duración. Sin embargo, la obra fue evolucionando en la mente de Bartók hasta llegar a tener tres movimientos, basados sobre ritmos populares húngaros y rumanos (tanto Bartók como Szigeti nacieron en Transilvania, entonces pertenecientes al Imperio austrohúngaro y actualmente dentro de las fronteras rumanas).

En el tercer movimiento, Bartok utiliza un recurso muy poco usado en el violín: la scordatura. Con este término italiano se define el cambio de la normal afinación de las cuerdas (desde el grave hacia el agudo: sol, re, la y mi). En este caso, Bartók sube un semitono la cuarta cuerda y baja la primera el mismo intervalo, quedándose la afinación de la siguiente manera: sol#, re, la y mib. Podemos observar que dos de las quintas que se forman entre cada par de cuerdas no son justas, sino disminuidas (enarmónicamente son trítonos, esto es, diabulus in musica).  El movimiento arranca con las cuerdas al aire, provocando un efecto siniestro (parecido al de la entrada del violín en la Danza Macabra de Saint-Saëns) que, al igual que pasa en ésta, se diluye rápidamente en el ritmo de baile.

Tenemos la suerte de poder escuchar esta obra interpretada por los tres músicos citados: el mismo compositor, el violinista que se la encargó y el Rey del Swing, del que  hoy celebramos los 101 años del nacimiento.

La versión es completa, pero dividida en tres vídeos: al finalizar el primer movimiento se cargará automáticamente el segundo; lo mismo ocurrirá después con el tercero y último.

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