Nuevo sitio de acompañamientos para violín

Hace mucho tiempo que se lleva desarrollando la idea de disponer de grabaciones de obras musicales sin el instrumento solista para que podamos practicar las obras más populares y conocidas acompañados de músicos profesionales.

Desde un pianista hasta una orquesta sinfónica entera, hay todo tipo de acompañamientos para solistas disponibles, al principio sólo en vinilo, más tarde en cintas magnetofónicas, después en CD Audio y hoy en día también en archivos de audio descargables. Se suele incluir la versión completa, la versión sin el solista y a veces versiones de esta última a varias velocidades, para diferentes niveles de aprendizaje. Ha habido proyectos interesantísimos en España, como éste de Practiceyourmusic,  que incluían incluso vídeos de las ejecuciones, pero lamentablemente parece que no han terminado de cuajar. Los últimos proyectos parecen enfocarse más a las aplicaciones móviles

Minus One es, desde su fundación en 1950, seguramente la más conocida y veterana de estas colecciones, con grabaciones y ediciones de bastante calidad, pero poco a poco han ido apareciendo otras editoras de este tipo de productos.

La última en aparecer es accompaniments.eu, que incluye dirigida únicamente a violinistas, e incluye bastantes títulos del repertorio clásico, divididos en 4 secciones: piezas fáciles, Sonatas y conciertos (con piano acompañante), Acompañamientos orquestales (orquesta de cámara) y Colecciones (compendios de varias obras con precios especiales).

La selección es bastante amplia y lógica, las piezas suelen descargarse en formato mp3 a 256 kbps, dos versiones a diferentes velocidades. Las obras suelen estar libres de derechos y sus partituras disponibles por tanto en IMSLP.org.

Los precios bastante variados: desde 1€ la descarga más barata hasta los 18€ de algunos conciertos.

Ir al sitio web:

Giuseppe Tartini y el misterioso “tercer sonido”

“…deslizando el arco sobre las cuerdas al aire, sobre la nota Re, al juntarla casi por casualidad con la cuerda de La, me percaté de que entre los sonidos de una nota y otra se producía un armónico mayor, un zumbido grave y situado en el vértice —una octava por debajo— de un triángulo imaginario”.

Hoy hablamos de un fantasma. De un sonido del que no sabemos si obedece a un fenómeno físico o perceptual. Si sigue leyes físicas o es subjetivo y lo crea nuestra mente.

El descubrimiento de este fenómeno se atribuye a Il Signore Giuseppe Tartini, un hombre envuelto a su vez en otros románticos misterios: aventurero, clérigo y espadachín, primer propietario conocido de un violín de Stradivari, impulsor de la moderna técnica del arco, teórico de la música y la armonía y protagonista de la mítica y conocida anécdota, como surgida del Fausto, en la que el diablo le enseñó su célebre “Trino del diablo” en el transcurso de un sueño:

“Una noche, en 1713, soñé que había hecho un pacto con el Diablo y estaba a mis órdenes. Todo me salía maravillosamente bien; todos mis deseos eran anticipados y satisfechos con creces por mi nuevo sirviente. Ocurrió que, en un momento dado, le di mi violín y lo desafié a que tocara para mí alguna pieza romántica. Mi asombro fue enorme cuando lo escuché tocar, con gran bravura e inteligencia, una sonata tan singular y romántica como nunca antes había oído. Tal fue mi maravilla, éxtasis y deleite que quedé pasmado y una violenta emoción me despertó. Inmediatamente tomé mi violín deseando recordar al menos una parte de lo que recién había escuchado, pero fue en vano. La sonata que compuse entonces es, por lejos, la mejor que jamás he escrito y aún la llamo “La sonata del Diablo”, pero resultó tan inferior a lo que había oído en el sueño que me hubiera gustado romper mi violín en pedazos y abandonar la música para siempre….”

Pero no es esta anécdota lo único extraordinario en una vida punteada de extraños y misteriosos sucesos: un supuesto hijo fuera de su matrimonio que lo habría extorsionado durante casi 40 años, la inexplicable desaparición de su cadáver y el de su esposa del lugar en el que fueron enterrados, las extrañas anotaciones en sus obras, cuyo sentido no se consigue determinar (“Felice età dell’ oro” , “bella innocenza antica”,  “quando al piacer nemica”, “non era la virtù”…), y un código personal, a la manera del alfabeto de Leonardo da Vinci, cuyo finalidad se asemejaría a un lenguaje encriptado para proteger ideas, que quizás no serían bien recibidas en vida.

Un sonido que no todos perciben: il Terzo suono.

La primera vez que Tartini publicó su explicación de este fenómeno fue en su Tratatto di Musica en 1954. Se puede objetar que otros músicos como el francés Rameau o el alemán Sorge ya habían hablado de él anteriormente. Sin embargo, se da por sentado que Tartini ya conocía y utilizaba el fenómeno para afinar desde 1714, por lo que “el tercer sonido” terminó asociándose a su nombre.

¿Pero qué es exactamente ese tercer sonido?

El tercer sonido de Tartini es la nota adicional que se escucha al tocar dos notas simultáneamente y corresponde a la diferencia entre las frecuencias de generación entre las dos notas tocadas. Cualquier variación en la afinación de la nota superior se reflejaría en la frecuencia de este tercer sonido: escucha en el siguiente ejemplo las dos frecuencias de generación en un Re a 294 Hz y un La 440 Hz. Al cabo de un rato, se sentiría un tercer sonido en segundo plano, un Re 146 Hz, que es la diferencia entre ambos, y una 8va por debajo del primer Re (440-294 = 146), por esa razón también se le llama a veces “tono diferencial”.

Re (293,66 Mhz)

La (440 Mhz)

En función de los intervalos que se ejecuten, se escucharía un tercer tono u otro. La siguiente figura muestra arriba las notas que se tocarían, y abajo el tercer tono resultante (producto de la diferencia entre las frecuencias de las notas del intervalo):

Tal vez notéis un cierto batido en el sonido, como un suave y muy lento vaivén, en vez de un tono plano. Esa ondulación la produciría precisamente la tercera nota, y es la que nos permitiría afinar perfectamente los intervalos en el violín, ya que deberíamos ser capaces de hacerlo desaparecer. Unas dobles cuerdas en tercera mayor estarían perfectamente afinadas si generan una nota dos octavas más baja que la nota grave. Una quinta justa estaría afinada si genera una nota una octava más baja que la nota grave. Cualquier variación en la afinación de la nota superior se reflejaría en la frecuencia de este tercer sonido.

Y os preguntaréis “si esas notas que has puesto ahí están afinadas, ¿por qué se escucha esa ondulación?

Es debido a que el Re (D4) con que comenzamos y que está a una quinta justa de La (A4) está afinado de acuerdo al intervalo de quinta de la serie armónica, pero la quinta del sistema temperado -de uso común en nuestros días- tiene 2 centésimas menos que la quinta según la afinación acústica. De ahí la diferencia que produce este pequeño cambio en afinación. Es una de las razones por las que los violinistas (y demás instrumentistas de cuerda) podemos llegar a afinar mejor que los pianistas, cuyo sistema de afinación temperado no deja de ser al fin y al cabo una solución de compromiso.

El que nuestro sistema auditivo sea capaz de recrear esa especie de armónicos graves a partir de sonidos más agudos, explica porque podemos escuchar música en equipos de sonido con limitaciones para reproducir sonidos graves. También es un recurso que se utiliza en ocasiones para conseguir tonos graves en instrumentos en los que sería muy difícil para sus constructores obtenerlos de otra manera, como en órganos, cuyos tubos necesitarían un grosor inmenso o un número de ellos exagerado.

Sobre la explicación científica de este fenómeno se encuentran diversas explicaciones y ninguna muy clara: por un lado se atribuye a la no linealidad que presenta la membrana basilar (el órgano responsable de captar las frecuencias en el oído humano) en la transmisión del sonido, aunque estudios recientes parecen demostrar que estos sonidos persisten aún cuando la intensidad de los sonidos es baja, e incluso cuando se escuchan notas diferentes en cada oído.

Por otro lado, se ha planteado que la sensación de estos sonidos artificiales se debería a un proceso perceptivo que se genera en nuestro sistema neurológico y que, por tanto, nace en nuestro cerebro.

Parece incluso que no sólo hay un tercer sonido, sino que, al igual que en el caso de los armónicos, hay más notas fantasma que van percibiéndose cada vez menos. Aunque sinceramente, si ya cuesta sentir el tercer sonido, mucho más otros sonidos aun más escurridizos.

Il Trattato di Musica de Tartini

La obsesión con el tercer sonido, su origen y explicación, llevaron al inquieto Tartini a estudiar y adentrarse en disciplinas que lo aclararan científicamente, un trabajo cuyos resultados plasmó en “Un tratado de la música según la verdadera ciencia de la armonía”.

Esta obra oscura y compleja, aún no totalmente desentrañada, es un maremagnum de conceptos musicales, algebraicos, matemáticos e incluso metafísicos. En el prólogo de la obra, el Conde Decio Agostino Trento (“un excelente músico aficionado”) explica que Tartini “está inmerso en investigar y en estudiar a fondo la Ciencia Físico-Armónica”, argumentando que la música es sólo una corriente más, aunque maravillosa, derivada de una fuente mucho mayor. Parece querer decir que Tartini, a través de la armonía musical, habría encontrado el camino para llegar a ciertas soluciones fundamentales de los antiguos y atávicos misterios, como la cuadratura del círculo. “Mi tratado no es para la imprenta, ni para la práctica de la música; es tratar de cuadrar el círculo”“Solamente la ciencia física y armónica tiene el privilegio de cuadrar el círculo demostrativo y físicamente”.

A la manera de los antiguos alquimistas, encontramos elucubraciones científicas, llenas de cálculos algebraicos y notas musicales; en ella parece buscar un mensaje universal, una fórmula que condujera al hombre a la armonía y la perfección. Fue una obra polémica, que obtuvo tanto defensores como detractores en todo el mundo. Más tarde, en un intento de aclarar unos conceptos que nadie entendía, Tartini escribió otro ensayo en 1767 “Los principios de armonía musical contenidos en el género diatónico”.

Escribe el profesor M. Tamaro (1896)

“Su descubrimiento del tercer sonido es de una importancia innegable, y le pertenece sin duda; pero las deducciones que él trajo ofrecen muchos puntos de objeción. De este descubrimiento quiso inferir que cada sonido estaba formado por ciertas progresiones armónicas, a las que él llamó mónadas armónicas. Este principio, es verdad, fue correctamente reconocido y aceptado como fundamental en la música. Pero el resto del sistema de Tartini está constreñido con fórmulas de metafísica y de filosofía platónica y pitagórica, y es de muy difícil comprensión. Tartini imaginó una producción metafísica en el círculo, que parte de un individuo para generar otro, con esto, sin embargo, que el generador continúa existiendo como siempre. Por esta razón, el principio armónico está para él en la órbita, cuyo diámetro es una cuerda; principio armónico que desarrolla según las propiedades armónicas, aritméticas y geométricas del círculo. La disputa literaria, como se ha dicho, ha sido amarga y larga; pero permanece en pie, porque los contendientes no se entendían, y no se podían entender, careciendo de suficiente conocimiento de los temas que estaban tratando. En los últimos tiempos, el fenómeno de la combinación de sonidos ha sido reconocido y explicado por las brillantes observaciones y exploraciones del prof. Helmholtz. El efecto del sonido encontrado por Tartini no es nada más que las vibraciones del aire o por lo menos en el tímpano que producen la combinación de sonidos. ¡Y dicen que Tartini atribuyó a las cuerdas estos efectos, mientras que son producidos por el aire, en concordancia con las oscilaciones!”

Tartini murió en 1779, siendo admirado por su música aunque incomprendido por sus obras teóricas, siendo enterrado en la cripta en la que yacía su esposa desde un año antes, en la iglesia de Santa Catalina de Padua. Un lugar sobre el que corría un inquietante rumor: que sus tierras tenían la facultad de preservar los cuerpos enterrados en ella.

Sin embargo, cuando en 1997 se procedió a un reconocimiento de las tumbas, se encontraron con una sorpresa diferente: en las criptas no estaban los cuerpos del maestro ni su esposa dentro de los ataúdes; apenas unos fragmentos de cabellos, y unos misteriosos polvos blanquecinos.

De lo que ocurrió con los cuerpos y de la razón de que los esqueletos no se hallaran ya allí se han formulado diversas teorías (estudiantes de medicina que robaban cuerpos para su estudio, uso de ácidos sobre las tumbas para eliminar olores…), pero tal vez sea bonito que permanezca en el misterio, para redondear una vida adornada de fantasmas, diablos y misterios atávicos.

Cuatro cosas que aprendí en la masterclass de Christian Howes y Oriol Saña

Este fin de semana se ha desarrollado la Qarbonia Fiddle Weekend en Madrid, en la Escuela de Música SotoMesa, con intensas actividades pedagógicas a las que tuve la suerte de poder asistir. Y es que participaban nada menos que dos de los mejores violinistas no clásicos del momento en Europa y Estados Unidos: Oriol Saña y Christian Howes.

Es imposible resumir un día entero de trabajo en un artículo, pero entresacaré cuatro puntos especialmente interesantes que me apetece destacar:

La importancia de las notas fantasma (Ghost notes).

Una nota fantasma es una nota que se ejecuta pero no suena, o lo hace apenas. Pero entonces ¿para qué la ejecutas? os preguntaréis. Pues bien, hay buenas razones para ello.

En violín moderno, a menudo el instrumento tiene una gran carga rítmica. Se debe llevar el “groove” del estilo que estemos tocando, ya sea samba, rumba, swing. reggae, etc., y para ello el brazo derecho debe interiorizar ese ritmo y mantenerlo imperturbable y perfecto durante todo el tema, al menos hasta que sea su turno de “cantar” o hacer algún solo en el que podemos tocar más libremente según nuestro gusto y conocimientos, incluso adelantándonos o atrasándonos respecto al resto de músicos.

Para mantener bien el ritmo el brazo derecho debe arrancar su motorcito y mantenerlo constante, sobre todo a partir de los dedos de la mano derecha, y con la muñeca flexible. Entonces, según el tipo de ritmo del estilo que estemos tocando, se hacen sonar unas notas y se silencian otras. Las notas que se silencian se ejecutan igual, para mantener el ritmo, pero son casi mudas, siguen ahí, para que podamos seguir el groove de la banda sin perderlo en ningún momento. En una partitura las notas fantasma podrían aparecer como silencios, pero sería mucho más complicado tener un buen ritmo si detuviéramos nuestro brazo completamente, como hacemos en técnica clásica. En lugar de eso, la Ghost note se realiza pasando el arco tan ligeramente sobre las cuerdas que estas no resuenan, incluso podemos ayudar al efecto silenciando las cuerdas con los dedos de la mano izquierda.

 

En el ejemplo anterior vemos algunos ejemplos de ejercicios de ritmos con notas fantasma. Las posibilidades son infinitas, y el tiempo de práctica finito, así que escogemos ritmos que solamos necesitar.

Cuando tengamos soltura con las notas fantasma podemos aplicar la técnica cuando encontremos silencios anotados de forma ortodoxa, en lugar de simplemente dejar de tocar, lo que hacemos es “tocar los silencios” siguiendo con nuestro ritmo, pero sin que suene la nota.

Esta técnica requiere una forma de tocar suave y elástica, no podemos ser resonantes ni intentar conseguir sonidos poderosos, es aconsejable realizarla con la mitad hacia la punta del arco y con una buena elasticidad de dedos y muñeca, que serán los que hagan el trabajo.

Los chops

Aunque esta técnica es ya muy conocida y popular nunca está de más darle un repaso a lo básico de su ejecución, los diferentes tipos de chops que se pueden hacer y lo más importante: si sabes hacer chops pero no conoces ni tienes interiorizado el ritmo del estilo de música que quieres tocar, no te va a servir de nada.

Abajo os dejo unos ejemplos de anotaciones de chops y un par de ritmos. La técnica del chop requiere algunas explicaciones en vivo, así que mejor es no intentarlo por escrito.

La improvisación en el ámbito clásico

Desde siempre, en las partituras de temas no clásicos como el jazz, rock, pop, samba, etc., además de la partitura de la melodía y/o acompañamientos, se anotan los acordes y su valor armónico en la parte superior, para guiarnos al hacer variaciones e improvisaciones sobre el tema principal. Seguro que más de uno pensaba que están ahí solamente para que, si tienes a mano algún guitarrista o pianista, podamos darle los acordes para que nos acompañe… ¡pues no! Esos acordes también están ahí para nosotros, para entender la progresión armónica del tema y así tocar cualquier ocurrencia o seguir nuestra inspiración sin perdernos.

Pero es que esto también es aplicable a buena parte de la música que solemos entender por clásica. En la mayoría de las composiciones clásicas también hay un fondo armónico basado en acordes que los violinistas solemos obviar, y es una de nuestras mayores carencias.

Por ejemplo, debajo podéis anotados los acordes del Canon de Pachelbel, y toda la pila de notas que forman parte de cada acorde. Utilizando dichas notas como base tenemos una base perfecta para improvisar, acompañar, adaptar a otro estilo, etc.

Una de las cosas que se comentó en la Masterclass era esto: ¿por qué, por ejemplo, no se anotan los acordes en métodos de aprendizaje como el Suzuki? Porque realmente miles de personas saben tocar, digamos por ejemplo, Twinkle Twinkle, pero pocos saben o se han parado a pensar qué acordes componen dicha canción.

Cómo trabajar nuestra capacidad armónica

Christian Howes expuso su método de trabajo para desarrollar nuestro sentido armónico y nuestra capacidad, por tanto, de acompañar, improvisar, componer, crear música en definitiva

Su método de aprendizaje se basa en el conocimiento de la estructura de los acordes y en el trabajo sobre ellos, con una línea ascendente de dificultad. Los acordes básicos están compuestos por una nota raíz más una tercera y una quinta (1-3-5). Esto es lo más básico que se debe dominar.

Christian recomienda los siguientes ejercicios a partir de las pilas de acordes fundamentales y el archivo de audio (o tu propias grabaciones, o un segundo intérprete).

Por ejemplo, tomando como base los acordes del Canon de Pachelbel mostrado anteriormente.

  • Toca una nota de la pila por acorde. Mientras te mueves de acorde a acorde, intenta que sea un cambio con la menor distancia posible, es decir, un paso arriba o abajo, o tocar lo mismo si dos acordes comparten una misma nota.
  • Toca dos notas (consecutivas) por acorde. Como en el ejercicio anterior, toca solo notas del acorde yhaz que al cambiar haya la mínima distancia entre cada par de notas.
  • Toca dos notas (consecutivas) por acorde. Como en el ejercicio anterior, toca solo notas del acorde,pero esta vez que la mínima distancia sea entre la ÚLTIMA nota del primer par y la PRIMERA delsegundo par.
  • Toca cuatro notas (consecutivas) por acorde. Esta vez sólo la primera nota de las 4 debe ser una notadel acorde. Las restantes tres de cada grupo de cuatro pueden ser notas del acorde o de la escala.
  • Ahora haz una mezcla de todas las anteriores.
  • Además: practica tocando arpegios de tres notas:
  1. desde la nota más grave de cada tríada ascendiendo.
  2. desde la nota más aguda de cada tríada descendiendo.

Toca los acordes en cualquier otra manera que se te ocurre, como por ejemplo en dobles cuerdas al estilo bluegrass, acordes al estilo de Bach o Paganini, dobles y triples cuerdas, arpegios de armónicos, líneas de bajo, etc..

Enfin, algunas cosas que escribo, por un lado para que las conozcáis, y por otro, para que a mí no se me olviden.

Un día de trabajo intenso y espero que productivo. Si alguno de vosotros estuvo por allí, tanto en la masterclass como en el concierto posterior que ofrecieron Christina y Oriol, no dejéis de dejar vuestras impresiones en los comentarios.

7 consejos para los que quieren dedicarse al violín moderno.

No cabe duda que la formación que recibe un intérprete de clásico es una de las más completas que cualquier músico puede recibir, pero aun así no es suficiente para enfrentar cualquier tipo de música. Las músicas populares tienen características específicas que hay que interiorizar para llegar a desempeñar una interpretación convincente. Por muy virtuoso que uno sea, nunca llegará a dominar cualquier estilo sin antes haber investigado y trabajado duramente las características propias de ese estilo. Pensemos por ejemplo en el gran Yehudi Menuhin acompañando con toda humildad a un Stéphane Grappelli que, probablemente no posea ni la mitad de su técnica o conocimientos musicales, pero tiene el don natural del “swing”, y eso amigos, me gustaría pensar lo contrario pero, “se tiene o no se tiene”.

El gran violinista de jazz y pedagogo Christian Howes, algunos de cuyos artículos publicamos a menudo por aquí, apunta estos 7 consejos a la hora de enfrentarse al violín moderno:

1. Toca siempre dentro del groove.

Nunca pierdas el groove por ir a buscar una nota.

El groove es el ritmo específico del estilo. No sólo el ritmo en un sentido metronómico, el escrito en la partitura, sino el ritmo con la intención y las características del estilo que estemos tocando. Es una palabra muy utilizada en funky, soul, etc., pero tiene otras palabras aplicadas en otros estilos que se le asemejan, como el “swing” en el jazz, el “flow” del hip hop, el “compás” flamenco, el “shuffle” en bluegrass, etc. Cada estilo tiene sus características, una mayor o menor elasticidad respecto al patrón apuntado en la partitura que le da su personalidad. Cuando entramos en ese ritmo, cuando todos los componentes del grupo comparten ese sentido del ritmo se dice que “el tema camina”. En música clásica no se suele estar tan constreñido a un patrón rítmico fijo, salvo en formas musicales como el bolero, el pasacalle, etc., pero en el violín moderno es esencial.

Así que, suceda lo que suceda, debes subirte a ese ritmo y no salirte jamás. No puedes perderlo por titubear buscando notas. Si hay que elegir entre fallar una afinación o fallar el ritmo, busca siempre seguir en el ritmo, así además no perjudicarás al resto de compañeros músicos. Sólo cuando te toque algún solo podrás quizás tomarte libertades.

2. Toca menos. Quédate por detrás.

El groove ya tiene suficiente energía. 

Y es que no hay que estar constantemente creando frases o buscando improvisaciones, sólo cuando te toque hacer algún solo o seas solista. Si ayudas al ritmo del tema con una buena base armonizada y estarás haciendo mucho. Quédate por debajo la mayor parte del tiempo o se formará un caos de músicos intentando destacar alardeando de tocar muchas notas muy rápidamente. No se trata de demostrar lo que sabes, de demostrar que puedes tocar de forma increíble, sino de hacer una música que emocione.

3. Espera y escucha el espíritu de la música.

No te pongas a tocar a lo loco sin haber entrado en el tema.

Interioriza su espíritu, para que lo que hagas sea realmente una música creada en armonía entre varios, coherente e intensa.

4. Busca inspiración con cada nota.

Que cada nota tenga un sentido dentro del tema general.

Que lo lleve a algún sitio, que no sólo sea acumular locos arpegios o escalas sin ton ni son (los músicos tienen un nombre para ese tipo de instrumentista: “patilludo”). Si estás perdido, quédate en una sola nota hasta que sientas adonde debes ir.

5. Sé humilde, sé amable.

Y eso vale para todo en la vida.

No te pongas a quejarte, a compararte con los demás, a criticar, a competir con tus compañeros para llamar la atención: al contrario, intenta realzar lo que ellos tocan, ayudándoles.

6. Grábate a ti mismo y escucha con atención.

La grabación nunca miente.

Es duro, porque descubrirás todo lo que haces mal, pero es necesario escucharnos desde fuera. No te desalientes al escucharte, porque es normal que nos juzguemos más duramente que si escucháramos a otro, pero toma nota de todo lo que puedes y debes mejorar y trabaja en ello.

7. Canta lo que escuchas y después tócalo al violín.

Aunque no sepas cantar.

Porque deberíamos llegar a poder tocar cualquier cosa que se nos pase por la cabeza, sin tener en cuenta la facilidad para los dedos o el brazo de lo que hemos concebido, o de las hábitos por las mismas escalas y arpegios tantas veces practicados.


Fotografía: https://pxhere.com/en/photo/953111

Por qué muchos músicos se conforman con menos en sus carreras, y cómo evitarlo.

A menudo hablo con montones de músicos que, o bien no saben cómo mejorar su carrera, o no se sienten a gusto luchando por ella.

Si eres de los que se identifican con esta situación, lo que en este artículo voy a compartir puede motivarte para empezar a cambiarlo.

Dando por hecho que tienes algo valioso que ofrecer, la forma más rápida para alcanzar montones de clientes es ofrecer tus servicios a las personas adecuadas, de forma apropiada y consistente, a través del tiempo. El problema, para muchos músicos free-lance, es su rechazo a la idea de venderse, como un servicio o un producto.

Mi padre fue un vendedor de seguros de vida que sólo conseguía dinero a través de comisiones cuando vendía una póliza (¡igual que muchos músicos sólo obtienen dinero cuando consigue un concierto!).

A un comercial de seguros de vida se le suele identificar habitualmente con todos los estereotipos negativos de un vendedor. Pero si te pones en la piel de mi padre, probablemente verás las cosas de otra manera. Él creía que el seguro de vida permite a alguien que provee de los medios de subsistencia a un hogar, de protección para su familia tras su muerte, y que la compra de una póliza es una muestra de amor desinteresado. Pensaba que estaba en una misión sagrada: educar a los padres, compartiendo sus fatigas, y darles tranquilidad y seguridad al saber que habían hecho algo bueno para las personas que amaban.

Mi padre vio en su trabajo de vendedor un modo de servir a los demás, en armonía con sus creencias de raíz cristiana y de principios más elevados. También lo hizo por amor a su familia y sentido del deber para con todos nosotros.

Llegué a respetarle por eso, y también lo hicieron sus clientes, muchos de los cuales llegaron a darle las gracias cuarenta años más tarde por haberles ayudado a hacer lo correcto, ahorrando dinero a sus familias. Cuando llegué a comprender a mi padre con esa perspectiva, vi el mundo de las ventas bajo una luz diferente.

Si tú cambias también tu forma de pensar sobre las ventas, puedes mejorar también tus ingresos y su impacto. Para lograrlo, debes comprender para qué y porqué estás trabajando, creer en el valor de lo que haces como un servicio a los demás, y comprometerte a alcanzar tus objetivos.

Rechazo a llamar y miedo a promocionarte.

Ahora se me considera un músico de éxito, pero cuando comencé mi carrera hace veinte años, acababa de salir de la cárcel tras cumplir cuatro años de condena por un caso relacionado con las drogas. Pasar mis 21, 22, 23, y 24 cumpleaños en prisión fue, diciéndolo de un modo suave, deprimente y humillante. El miedo, la ansiedad, la soledad, la ira, llegaron a hundirme por completo. Algo, probablemente estrés post-traumático, se manifestó de tal modo que finalmente me alejó de aquel abismo, que me condujo a comenzar mi carrera y pelear por ella, en la que he estado luchando desde entonces.

Y, aunque ya estaba comprometido con ello, necesitaba tanto entender cómo funcionan las ventas, como sentirme bien haciéndolo, y una de mis mayores preocupaciones era cómo evitar parecer “agresivo”. Mis padres me recomendaron un libro sobre la reticencia a llamar y el miedo a la auto-promoción, en la que el autor explicaba que casi todos nosotros prejuzgamos mal cómo recibirán los demás nuestros argumentos de venta. Tal vez sientas que los demás os juzgan mal cuando ofreces tus servicios, pero en la realidad eso no es así. Hay que corregir esa percepción, y una manera de hacerlo es pensar en cómo actuarías frente a un ser querido:

Si un hermano, compañero o amigo tuviera un sueño y fuera reacio a luchar por él, ¿qué le dirías? ¿le animarías a luchar por ello? ¿le ayudarías a conseguirlo? ¿y por qué no puedes hacerlo por ti mismo?

Otra forma de conseguirlo es observando cómo otras personas se venden. Por ejemplo:

  • Unos adolescentes llaman a tu casa y preguntan si deseas comprar unas galletas para su club de BoyScouts.
  • En el McDonalds te preguntan si no prefieres una hamburguesa más grande.
  • El dependiente de la gasolinera, al hacer caja, te pregunta si deseas alguna cosa más.
  • En la radio un locutor pide una ayuda para una causa benéfica.
  • Recibes un correo electrónico o una entrada de Facebook anunciando el lanzamiento de un CD de un artista, pidiéndote que vayas a su concierto.
  • Recibes un correo de otro músico anunciando su campaña de Kickstarter, pidiéndote su difusión y sugiriendo tu contribución para obtener una copia anticipada del CD.
  • En una tienda de música, un empleado te pregunta: ¿puedo ayudarte a encontrar lo que buscas?

Todos estos son ejemplos de casos de venta  ¿Cómo te hacen sentir? supongo que estás acostumbrado a ser presionado, siempre y cuando se tenga respeto para con tu tiempo y que no insistan tras haber declinado su oferta.

Ahora, dale la vuelta a la situación e imagina que eres tú quien está en el lado del vendedor ¿te sientes agobiado? si es así, es normal. Con la práctica se supera fácilmente y rara vez se ofende alguien si tienes una serie de pautas de sentido común en mente.

A la mayoría de nosotros nos da miedo robarle el tiempo a alguien, pensamos que estamos abusando de su buena voluntad, o imponiéndoles o presionándolos de alguna manera cada vez que les pedimos un concierto, una referencia, una recomendación o un consejo. Pero en realidad, las ventas son una transacción de dos direcciones en la que tanto el comprador como el vendedor “reciben” algo. Una vez que me di cuenta de esto, cambió lo que sentía acerca de dirigirme a la gente.

Cuando adoptas un “estilo de venta” adecuado (por ejemplo, teniendo respeto por el tiempo de la persona, pidiendo permiso para abordarles, ajustando lo que ofreces a la persona adecuada lanzando algo relevante para una necesidad que tienen, y manteniendo la relación de acuerdo a su forma preferido de la comunicación y su horario) recibirás a cambio algo del comprador, como su tiempo, su consideración y quizá incluso un concierto, un encargo, o una opinión o consejo provechosos.

El posible comprador también puede sentir que obtiene algo, como:

  • Un sentimiento de importancia y capacidad.
  • El sentimiento de ser alguien necesario
  • La oportunidad de sentirse apreciado (“Te estaría muy agradecido si consideras mi CD para ser emitido en tu radio”)
  • Un servicio o producto que resuelve un problema o satisface una necesidad, y tiene un valor para él.

Un experimento para hacer contacto con extraños:

Mi hermano pequeño Lewis Howes es una de las personas más exitosas que conozco, y tiene 32 años. Hace ocho años, él estaba durmiendo en mi sofá con ingresos literalmente cero, y el año pasado publicó un libro que ascendió a número dos en la lista de los NYT Bestsellers. Construyó su negocio vendiendo con integridad, por deseo de servir a los demás.

Cuando Lewis tenía 19 años, me dijo que se sentía tímido con las chicas, y no sabía cómo hablar con ellas. Para vencerlo,ese verano se hizo la promesa a sí mismo de que se acercaría a tres chicas desconocidas cada día. En los primeros tres días, llegó a sentirse tan cómodo que empezó a hablar fácilmente con cada chica que veía, y rara vez se vio ofendido o rechazado. A la gente le gusta ser abordada de una manera educada, incluso por extraños. Es increíble la diferencia tras un experimento de tres días hecho con la actitud de mi hermano ¿qué crees qué pasaría si empezases a pedir trabajo? especialmente si lo haces a las personas adecuadas de la manera correcta y consistente en el tiempo. Probablemente dupliques o tripliques tus ingresos, te posicionarás para elegir el tipo de trabajo de manera más selectiva, tendrás un impacto mayor a través de su música y más tiempo y recursos para disfrutar de la vida.

El punto fundamental, antes de emprender tu proceso de ventas, es superar tu renuencia a ofrecer tus servicios. La psicología de las ventas en este sentido se refiere a tu psicología. Ser claro acerca del “por qué” es absolutamente esencial.

  • ¿Por qué te levantas vas a trabajar por la mañana?
  • ¿Cual es tu propósito vital?
  • ¿Qué sueños valen la pena para ti?

Si no eres capaz de luchar por tus propios sueños, tal vez necesites concentrarte en algo externo.

Algunas personas, como mi padre, trabajan duro por fe, por deber, por creer en una causa o por cualquier gran razón externa a ellos mismos. Si no puedes encontrar en ti una razón para luchar por tu sueño, porque dudas de tu valía, en el hecho de que mereces tener una carrera y una vida mejores, entonces céntrate en las cosas externas por las luchar, como tu familia, tus creencias, el poder curativo de la música, la educación de tu hijo o el deseo de ayudar a tu comunidad. Entretanto, sugiero que también te plantees qué te impide darle valor a tu propia felicidad.

Alguien me dijo una vez que sólo hay dos preguntas en la vida:

1) ¿Qué quieres?

2) ¿Cuánto lo deseas?

Dos ejemplos de comentarios de músicos sobre luchar por lo que desean:

“Ahora mismo me estoy centrando en mejorar mis capacidades. Una vez que esté preparado, empezaré a planteármelo como trabajo.”

Créeme, nunca estarás “listo“. Y además, es al revés: es el “negocio” (es decir, experiencias del mundo real como audiciones, grabaciones, comisiones, etc …) lo que conduce a la realización del arte, no al revés. Hasta que hayas no hayas interpretado en un gran escenario, grabado un disco, trabajado con artistas establecidos, reservado un concierto, o hecho lo que sea tu “próximo paso”, nunca se desarrollará tu confianza para tener éxito regularmente. Es sólo después de pasar por experiencias como estas que desarrollamos la confianza para hacerlas de nuevo y continuar avanzando.

Por lo tanto, mientras te limites a practicar escalas en tu dormitorio, no vas a estar psicológicamente preparado para ninguna gran prueba que aparezca, hasta que rectifiques. Y no pasarás por esa experiencia hasta que te crees la oportunidad.

Al vender, promocionar y comercializar, crearás experiencias del mundo real que, a su vez, te darán la confianza necesaria y la preparación como artista para tocar las notas correctas de la manera correcta en el escenario y en el estudio, que es donde importa.

“Voy a encontrar un agente o gerente que hará toda la promoción para mí”.

Casi nadie tiene gerentes y agentes que hagan todo por ellos. Por supuesto, necesitarás ayuda y colaboración de mucha gente, debes conseguirla, pero es echar balones fuera si sólo te sientas a esperar a que venga alguien a hacer tu trabajo.

“Sencillamente, no soy el tipo de persona que vale para vender …”.

¡Policía!

Admito que abordar una nueva disciplina intimida (es decir, ventas y negocios). Sin embargo, puedes estudiar, investigar e implementar estas habilidades y conceptos de una manera que sea sincera y auténtica. No importa tu personalidad o valores, puedes fomentar tu musicalidad sin traicionar quién eres.

“Los verdaderos artistas no hacen esas cosas. Mi éxito se basará en mis méritos, y sucederá naturalmente, sólo con subirme al escenario.”

¡Despierta! Si bien es cierto que puedes conseguir ofertas basadas en parte en tus capacidades, tardarás diez veces más en pagar la hipoteca de esa manera. La mayoría de los artistas que crees que lo hicieron porque sonaban bien, probablemente se estaban matando llamando por teléfono y vendiéndose como locos. Y muchos de los artistas que tuvieron cierto éxito a pesar de hacer muy poco ruido, están luchando ahora, a los cuarenta y cincuenta y tantos, para pagar el alquiler, porque después de algunos afortunados éxitos no podían mantener su éxito sin trabajo comercial y disciplina.

Hay excepciones, incluyendo algunos genios y músicos de orquesta de tiempo completo o profesores en escuelas y academias. Pero están en una situación diferente, trabajando en un puesto de asalariado (y como hemos visto con la desaparición de muchas orquestas e instituciones, trabajar para otros no siempre es la carrera más segura).

Ahora coge el teléfono, escribe un e-mail y empieza a luchar por ti mismo, tu familia, tu causa y / o tu sueño.


Si quieres realizar un curso interactivo sobre estos temas, contacta conmigo.

 

Artículo original: Christian Howes Blog