10 Consejos para mejorar la AFINACIÓN


La afinación es un reto para cualquier instrumentista de cuerda a lo largo de toda su vida, lo que no es sorprendente, ya que la afinación perfecta es matemáticamente imposible. Está demostrado que puedes ir de una nota a otra a través de una serie de intervalos perfectos y al llegar a la misma nota acabar en una frecuencia ligeramente diferente.

Sin embargo las cuerdas al aire vibran por simpatía al tocar las notas sol, re, la o mi haciendo el sonido mucho más resonante y abierto. Por esta razón, una buena afinación es un aspecto importante en la producción del sonido.  



A continuación expongo 10 consejos para mejorar la afinación:

1. Estar cómodo con el instrumento

Es importante estar cómodo físicamente con tu instrumento. Puedes tener muy buen oído, pero tocar desafinado por tener una mala relación física con tu instrumento. La tensión resultante puede generar cambios y movimientos incorrectos, e incluso no poder llegar a escucharte objetivamente mientras tocas. Así que antes de nada hay que encontrar la postura en la que te sientas relajado tocando. 

2. Desarrollar una buena preparación de la mano izquierda

Una mano que no está en forma es difícil de controlar por lo tanto es muy difícil tener una buena afinación si los músculos de la mano no están en forma. Para ello es necesario que toques todos los días. 

Otro aspecto importante es que al tocar el violín anticipamos el intervalo y también la forma que va a tener el dedo al llegar a la nota que queremos (más cuadrado o más extendido).

Imagen del libro Basics de Simon Fischer.
La imagen de la izquierda corresponde a la forma cuadrada del dedo, por ejemplo do natural en la cuerda de la.
La imagen de la derecha es el dedo extendido. Sería la nota do sostenido en la cuerda de la. 

Anticipa el sitio donde vas a colocar el dedo y asegúrate que cambiaste adecuadamente la forma del dedo antes de llegar a la nota.

3. Prestar atención a la estabilidad de la punta de los dedos 

Beth Blackerby recomienda colocar los dedos de la mano izquierda en un ángulo de 45º entre la punta del dedo y el primer nudillo de esta manera el dedo tendrá una estructura más sólida. Al poner el dedo pregúntate si el dedo se siente sólido o si está inestable. 


En este post quiero reflexionar sobre las voces eurovisivas de este año desde la más profunda admiración y respeto por todos los artistas y entendiendo que es un evento en el que los/las artistas están sometidos a una presión mediática inmensa. Llegar hasta aquí ya es un grandísimo logro.

*Ana Moura, en la inauguración de la gala, actuó muy nerviosa, con la voz temblorosa. 

*Mariza, con "Barco Negro", expresiva y carismática, con acompañamiento exclusivamente rítmico, desnuda de armonía, destacó por su afinación perfecta y su manera referente de interpretar. 

*DJs portugueses: amenizaron el desfile de banderas aunando en su música tradición y modernidad.

1. Ucrania. Melovin, tocando y cantando, que requiere mucha preparación, con una canción muy potente, cantando con mucha seguridad. Si hay algo que decir sobre su voz es que en la parte grave le ha sonado algo áfona, insegura y un poco desafinada.

2. España. La canción representante de nuestro país este año tiene concomitancias con la anterior ganadora de Portugal: compás de 3/4, tempo tranquilo, modo Mayor, sin embargo es una canción típica de, podría decirse, "cuatro acordes", es decir adolece de la riqueza armónica que tenía la canción que interpretó Salvador Sobral. 

En "Tu canción", a resaltar cantada en español (la mayoría de países optan por el inglés), los intérpretes hacen un trabajo dispar: Amaia eclipsa toda la energía del escenario, con su voz dulce, perfectamente afinada y expresiva. A Alfred se le ha notado que ha trabajado la nasalización de su voz pero se ha evidenciado este efecto cuando cantaba solo. La artificializa conscientemente, a mi juicio un efecto en exceso se convierte en un defecto.

3. Eslovenia.  Algo calada, interpreta una canción sin excesiva complejidad vocal por poca tesitura. A resaltar positivamente la dicción rápida, clara y concisa en ese tempo. Canta todo en mecanismo I. Con las llamadas de atención en "parlato" agudas ha "levantado" al público, así como con su patente "feeling". 

4. Lituania. Tiene un timbre bonito, canta exclusivamente en registro de pecho. La voz en el grave tiene aire y le suena con poco brillo. En los agudos ha tenido varios "cambios de plano en la cuerda".

5. Austria. Instrumento imponente, muy bien trabajado. La canción es muy simple. El cantante tiene su voz perfectamente equilibrada y timbrada, en el "mix" más ejemplar. Falsete perfectamente controlado. 

6. Estonia. Elina, de formación lírica, canta en italiano, sorprendentemente para el país que representa. Valiente apuesta para el concepto eurovisivo con puesta en escena impactante. Fa5 (índice acústico franco-belga) al final. Soprano lírico-ligera de afinación pluscuamperfecta, equilibrio vocal muy trabajado, vibrato natural muy bueno. Muy expresiva, especialmente en la zona media de su voz.

7. Noruega. Al margen de los efectos visuales, muy interesantes, pues no es lo que me ocupa, destaco  que es un músico integral (cuerda en ristre), canción con mucho ritmo y poca tesitura. Voz timbrada con buen twang,  pero de color común, segura y afinada. 

8. Portugal. Cláudia canta en portugués, nuevamente felicito a todos/as los que ponen en valor su lengua vernácula. Canción con menor interés musical que la del año anterior. Ligera desafinación en el centro-grave. Voz "aireada". Todo en mecanismo I. "Quebrándose" en el ascenso agudo del final. Canta muy "dulce".

9. Reino Unido. Dicción perfecta. Coreada por el público. Ejemplar ejecución del "belting" en los agudos, muy bien ejecutados. Estribillo muy pegadizo y muestra mucho liderazgo sobre el escenario. 

10. Serbia. Balada folk con profusión melismática. En serbio. Idiosincrática. Una apuesta por las raíces mediterráneas. Voces femeninas con mucha proyección vocal, excelentes. La voz masculina, cálida, más insegura en la afinación en la zona aguda, contrasta demasiado con el timbre brillante de las voces femeninas.

11. Alemania. Canción en inglés, muy bonita, de pocos acordes, muy al "gusto comercial" en el estilo "Ed Sheeran", muy bien cantada con una voz muy bella, emocionante y con numerosos efectos vocales como diferentes distorsiones.

12. Albania. Voz perfectamente equilibrada con timbre homogéneo en toda su tesitura. Tenor ligero, a destacar el dominio trabajado del agudo inmejorable. "La" sobreagudo (4), no falsete, con gran control técnico y expresividad. Muy, muy buen cantante. Afinación pluscuamperfecta. Efectos como distorsiones perfectos. Seguridad y magnetismo. Excelente.

13. Francia. En francés. Canción simple. Voz aireada, afinada. Actuación meramente correcta. 

14. Chequia. Rapeando demasiado grave se pierde la inteligibilidad textual. Canta con poca intensidad y tesitura. Manera de cantar muy neutral. 

15. Dinamarca. Rasmussen dispone de una canción con gran interés melódico que conduce la tensión hacia el final aunque hay momentos en los que la voz suena un poco calada y algunas de las notas agudas (la 3) intermedias se han ejecutado con inseguridad.

16. Australia. Comienza insegura (algunos fallos de afinación) aunque poco a poco ha ido "conquistando" el imponente escenario. La canción estructurada partiendo del grave incrementando  la tensión (tesitura y expresividad) hacia el final, ejecutado de manera brillante por la intérprete. Su voz es muy característica para el repertorio "pop", plena de efectos como belting, twang, vocal fry...

17. Finlandia. Saara Aalto posee un gran dominio de su voz, una técnica vocal muy trabajada, con gran control de cambios de timbre e intensidad. La canción recuerda a "Simphony" de Zara Larsson.  Tendrá no demasiados covers porque para cantar esta canción hay que haber trabajado mucho tiempo y muy bien la técnica vocal. Espectacular en sus agudos y sobre-agudos. A destacar el inicio de la canción físicamente en posición invertida.

18. Bulgaria. Canción coral. Se echa de menos más polifonía (canto a varias voces de diferente altura -no meras octavas- simultáneamente) que hubieran enriquecido la actuación. El cantante de color destaca vocalmente. 

19. Moldova. Al intérprete trajeado de azul le faltan armónicos o conexión con su resonancia pectoral. El intérprete de traje rojo canta mejor, con voz más timbrada. La voz femenina tiene buen control. Es admirable la coreografía a velocidad rápida (indicativa de que los tres tienen un buen "fondo" físico) mientras cantan polifónicamente. Canción que deja "buen sabor de boca" por su cariz positivo, ideal para escuchar al despertarse.

20. Suecia. Alternando: nasal (exceso de resonancia en la nariz en su voz plena) y falsete (un poco débil por falta de proyección y con algo de "aire"). Un breve fragmento en ¡autotune!

21. Hungría. Busca más potencia en el grave oscureciendo la voz. Al llegar a la parte aguda tiene gran control técnico de los growls. Domina con holgura la escena en el momento metal más "duro" de la noche.

22. Israel. Onomatopeyas aparte, cross over y polifacética, apuesta con personalidad, puede gustarte o no, pero llama mucho la atención y no deja indiferente a nadie por su creatividad y originalidad. Todo en mecanismo I, hasta el re sostenido 4 en belting, muy bien ejecutado. Buenos efectos vocales acordes con la expresividad de la canción, staccatos precisos, domina en general su voz.

23. Países Bajos. Cierto toque nasal que le confiere personalidad propia. Timbre reconocible, incisivo, voz "rasgada" con buen control en toda su tesitura. 

24. Irlanda. Canción sencilla armónica y formalmente pero de melodía de amplia tesitura. Color limpio, nítido y buena ejecución del falsete. 

25. Chipre. En síntesis "look Beyoncé y voz Rihanna". Tiene mérito cantar con una coreografía tan dinámica. Su timbre es metálico, con buena proyección.

26. Italia. Canción con mensaje. En diferentes idiomas para que su mensaje de paz llegue a todos los rincones de Europa. Transmiten toda la fuerza del mensaje con la voz. La voz rasgada va acorde con esa reivindicación, con pasión. Dúo equilibrado en timbre. Afinación muy buena en toda la tesitura. Muchos efectos vocales correctamente ejecutados.  

Falsas creencias: "No entona pero mide…"

Esta frase se dice demasiado a menudo en los tribunales de pruebas de acceso a Enseñanzas Profesionales de Música y sinceramente, no me parece nada adecuada... 

Ahora explicaré por qué.

En el sistema educativo musical español los niños empiezan a estudiar música de manera oficial entre los 7 y 8 años. A los 11 ó 12 años, después de cursar Enseñanzas Elementales de Música (en las que de manera obligatoria tienen: instrumento, coro, lenguaje musical y conjunto), deben pasar una prueba de acceso para poder continuar con sus estudios de música oficiales. 

Esta prueba tiene dos partes:

- Una prueba de lenguaje musical: con un dictado, una lectura a vista cantada y una parte teórica. 

- Una prueba de instrumento: con una lectura a vista con el instrumento y la interpretación de varias obras. 

La idea en sí de valorar las competencias del alumno es buena; personalmente, no entiendo por qué ha de hacerlo un tribunal en lugar de los profesores en una sesión de evaluación. Desde mi punto de vista una "oposición" a los 11-12 años para poder seguir estudiando música es algo duro de asumir para un niño. 

Puesto que esto es lo que manda la ley voy a centrarme en la cuestión:
Hay que distinguir cuatro casos: 

1) una incapacidad genética para entonar (un 2% de la población aproximadamente), 

2) un problema físico (malformación congénita de alguna de las partes del sistema fonador) que requiera una adaptación curricular, 

3) las limitaciones vocales que pueden aparecer en el caso de que el niño/a esté comenzando el proceso de la muda vocal,

4) una falta de formación de los niños en las clases de lenguaje musical y coro en cuanto al manejo de su voz cantada.

El primer caso: es muy raro, puesto que se trata de una enfermedad neuronal (amusia) que impide a la persona reproducir una melodía. 

El segundo caso: es muy posible que se haya detectado en las enseñanzas elementales y se haya realizado durante los cursos precedentes la correspondiente adaptación curricular. Son los casos en los que se desarrolla la musicalidad a través del instrumento pero no de la voz. 

El tercer caso: es una circustancia fruto del desarrollo físico y muscular propio de la pubertad. La muda de la voz debe ser entendida por los docentes y por los estudiantes. Se ha de explicar lo que sucede (las teorías científicas sobre el tema lo explican) y se debe aprender a trabajar con los recursos vocales que tiene el alumno en esa fase de desarrollo. 

Si se ha adquirido un buen esquema corporal vocal en los años previos (postura, respiracion, emisión, resonancia y dicción) el alumno se podrá adaptar a los cambios que implicarán una variación de las tesituras fundamentalmente y no a la capacidad de entonar, por lo que en la prueba de acceso deberían permitir transportar la lectura al tono que les sea más cómodo. 

El cuarto caso: es el que, en mi opinión, nos debe conducir a la reflexión pedagógica. Hay casos de alumnos que teniendo la capacidad de entonar, no estudian lo suficente y por lo tanto no la desarrollan. 

También puede darse el caso de que la educación vocal en la clase de coro y/o lenguaje musical no sea suficiente y ello no debería ser justificable. 

Como profesionales no se debería admitir la afirmación de "al menos mide"... Es muy importante en la formación musical del músico tener la capacidad de entonar aquello que escucha interiormente y salvo los casos anteriormente citados todos los niños deberían desarrollar esa competencia durante sus estudios musicales. 

Además, durante todos los estudios musicales tendrá que hacerlo en otras asignaturas tanto en las enseñanzas profesionales, como en las superiores, así como en el el desarrollo de su vida profesional. No me quiero imaginar un futuro maestro de música, o los futuros profesores de los conservatorios que no sean capaces de entonar una melodía.

Revisemos las creencias que tenemos sobre la voz y su fundamento y seamos rigurosos a la hora de valorar cada caso. 

Falsas creencias: "No entona pero mide…"

Esta frase se dice demasiado a menudo en los tribunales de pruebas de acceso a Enseñanzas Profesionales de Música y sinceramente, no me parece nada adecuada... 

Ahora explicaré por qué.

En el sistema educativo musical español los niños empiezan a estudiar música de manera oficial entre los 7 y 8 años. A los 11 ó 12 años, después de cursar Enseñanzas Elementales de Música (en las que de manera obligatoria tienen: instrumento, coro, lenguaje musical y conjunto), deben pasar una prueba de acceso para poder continuar con sus estudios de música oficiales. 

Esta prueba tiene dos partes:

- Una prueba de lenguaje musical: con un dictado, una lectura a vista cantada y una parte teórica. 

- Una prueba de instrumento: con una lectura a vista con el instrumento y la interpretación de varias obras. 

La idea en sí de valorar las competencias del alumno es buena; personalmente, no entiendo por qué ha de hacerlo un tribunal en lugar de los profesores en una sesión de evaluación. Desde mi punto de vista una "oposición" a los 11-12 años para poder seguir estudiando música es algo duro de asumir para un niño. 

Puesto que esto es lo que manda la ley voy a centrarme en la cuestión:
Hay que distinguir cuatro casos: 

1) una incapacidad genética para entonar (un 2% de la población aproximadamente), 

2) un problema físico (malformación congénita de alguna de las partes del sistema fonador) que requiera una adaptación curricular, 

3) las limitaciones vocales que pueden aparecer en el caso de que el niño/a esté comenzando el proceso de la muda vocal,

4) una falta de formación de los niños en las clases de lenguaje musical y coro en cuanto al manejo de su voz cantada.

El primer caso: es muy raro, puesto que se trata de una enfermedad neuronal (amusia) que impide a la persona reproducir una melodía. 

El segundo caso: es muy posible que se haya detectado en las enseñanzas elementales y se haya realizado durante los cursos precedentes la correspondiente adaptación curricular. Son los casos en los que se desarrolla la musicalidad a través del instrumento pero no de la voz. 

El tercer caso: es una circustancia fruto del desarrollo físico y muscular propio de la pubertad. La muda de la voz debe ser entendida por los docentes y por los estudiantes. Se ha de explicar lo que sucede (las teorías científicas sobre el tema lo explican) y se debe aprender a trabajar con los recursos vocales que tiene el alumno en esa fase de desarrollo. 

Si se ha adquirido un buen esquema corporal vocal en los años previos (postura, respiracion, emisión, resonancia y dicción) el alumno se podrá adaptar a los cambios que implicarán una variación de las tesituras fundamentalmente y no a la capacidad de entonar, por lo que en la prueba de acceso deberían permitir transportar la lectura al tono que les sea más cómodo. 

El cuarto caso: es el que, en mi opinión, nos debe conducir a la reflexión pedagógica. Hay casos de alumnos que teniendo la capacidad de entonar, no estudian lo suficente y por lo tanto no la desarrollan. 

También puede darse el caso de que la educación vocal en la clase de coro y/o lenguaje musical no sea suficiente y ello no debería ser justificable. 

Como profesionales no se debería admitir la afirmación de "al menos mide"... Es muy importante en la formación musical del músico tener la capacidad de entonar aquello que escucha interiormente y salvo los casos anteriormente citados todos los niños deberían desarrollar esa competencia durante sus estudios musicales. 

Además, durante todos los estudios musicales tendrá que hacerlo en otras asignaturas tanto en las enseñanzas profesionales, como en las superiores, así como en el el desarrollo de su vida profesional. No me quiero imaginar un futuro maestro de música, o los futuros profesores de los conservatorios que no sean capaces de entonar una melodía.

Revisemos las creencias que tenemos sobre la voz y su fundamento y seamos rigurosos a la hora de valorar cada caso. 

Un ejemplo de vocalidad infantil coral


En el trabajo vocal con niños es fundamental hacerles descubrir su registro de cabeza. 

Cuando encuentran o descubren que pueden cantar en ese registro sus voces se vuelven dúctiles, afinadas, expresivas y los niños son capaces de afrontar nuevos retos vocales cada más exigentes. 

Muchas veces nos encontramos con que se tiende a descuidar la afinación. Considero fundamental el trabajo interválico preciso y la exigencia de una correcta afinación a todos los miembros del coro. 

Os dejo enlace de mi trabajo (basado en Kodaly, adaptándolo a nuestro folklore) en este sentido y una muestra en vídeo de este gratificante y maravilloso trabajo.