Los 10 Mandamientos de Ševcík

Lápida_Oskar_SevcikOtakar Ševcík (1852-1934) fue un maestro checo que escribió numerosísimos ejercicios de técnica para violín. Ha sido tachado por algunos detractores como un “prusiano del violín” que sólo buscaba la mejora mediante el entrenamiento exhaustivo y sistemático, a la manera de los deportistas, y olvidando la musicalidad. Es seguro que más de uno tendrá pesadillas con los ejercicios, practicados una y otra vez hasta llegar al hastío, pero también es cierto que grandes profesionales le deben buena parte de su virtuosismo.

Sin embargo, el problema no está en los ejercicios en sí, ya que siempre se puede aportar “musicalidad de nuestra parte” a cualquier ejercicio que estemos realizando, aunque sea una simple escala. Lo que no es recomendable es el ejercicio mecanizado con la mente puesta en otra parte y sin ninguna concentración.

Existen violinistas increíbles (Stephane Grappelli es un ejemplo paradigmático, él afirmaba no practicar nunca, sólamente tocaba”) que casi no realizan ejercicios prácticos, sino que se ejercitan con música. Y eso tiene algo bueno y algo malo. Lo bueno es que no sólo ensayas movimientos y técnicas, sino que también ejercitas tu sensibilidad musical, la buscas y la pones en acción. Lo malo es que, a menos que seas un superdotado, esa música con la que practicas para dominarla, puede acabar muriendo en tu interior a fuerza de cientos de repeticiones. Y quizás es mejor que las repeticiones interminables en pos de la excelencia técnica se hagan a costa de unos ejercicios que no merecen finalmente que los “amemos musicalmente”, en beneficio de las composiciones serias, que interpretaremos más fácilmente cómo si las acabáramos de descubrir.

El método Ševcík está fundamentado en estos pasos:

1º) Conocer
2º) Experimentar
3º) Asimilar
4º) Perfeccionar
5º) Automatizar

Se sistematiza el aprendizaje: en materia de la mano derecha, la melodía con que se aprenden determinados golpes de arco siempre es la misma (se automatiza al poco tiempo), y en materia de la mano izquierda se trata de compases o frases muy breves que se repiten en pocos segundos, y que luego se van acelerando poco a poco duplicando o cuadruplicando el tempo inicial.

El método básico de Sevcik sigue estrictamente la secuencia 1) – 5) citada en el párrafo precedente. Para ello, se comienza cómodamente, con tiempo suficiente, y a medida que se avanza el tiempo se acorta, las cosas se van precipitando, los movimientos se complican, todo ello en una forma que lleva al automatismo sin que el alumno lo perciba.

 

violín_Sevcik

En esencial, los mandamientos de Ševcík para practicar son los que relaciono a continuación, que he traducido con mis precarios conocimientos de este artículo y algunos de los cuales son algo incomprensibles. Están, además, pensados para aplicarlos en los propios ejercicios del señor Ševcík, sin los cuales algunos pierden sentido.

Oskar_Sevcik

  1. Para tocar de un modo bello, además de practicar de forma rigurosa, debes prestar atención constante a los signos dinámicos o indicaciones que regulan la intensidad y el carácter de la música.
  2. Para conseguir una entonación exacta, practica lentamente y conociendo qué nota estás tocando en cada momento. Mantén los dedos sobre la cuerda todo el tiempo que puedas.
  3. Para adquirir habilidad en el manejo del arco, practica todos los ejemplos de golpes de arco.
  4. Para adquirir un volumen de sonido alto, practica con el arco en la punta, fuerte y con muchos tipos de ejercicios distintos.
  5. Cuando practiques movimientos de arco, toca cada nota piano e intenta producir un tono suave, como de flauta. Al hacerlo mantén el lateral de las cerdas cerca del diapasón.
  6. Para tocar rítmicamente, puedes contar las octavas y cuartas pero sin llevar el ritmo con el pie. Cuando toques una pieza que ya conoces, ve un paso adelante de la música.
  7. Al tocar una escala diatónica, no quites el cuarto dedo antes de haber colocado el segundo en la siguiente cuerda.
  8. Al tocar intervalos de octava y décima en dobles cuerdas, coloca el dedo medio en la cuerda superior.
  9. Sin una práctica constante sobre las cuerdas, el sonido de una quinta justa no será puro.
  10. Para practicar siempre hay que repetir las notas entre las barras dobles varias veces.

Fuentes:

  • violinist.com
  • http://www.musicaclasicaymusicos.com/sevcik.html

 

Click para adquirir Partituras de Sevcik

Listado de obras de Sevcik:

School of violin techinique

School of bowing techinique

40 Variations

Violin method for beginners

Studies preparatory to the shake & development in double-stopping

Changes of position and preparatory scale studies

Preparatory studies in double stopping

Comenzando a afinar el violín

La cuestión de la afinación es compleja al principio: el profesor te afina el violín, y tú tienes que intentar mantenerlo bien afinado hasta volver a la siguiente clase. Al principio eres incapaz de discernir si estás tocando así de mal porque no se te da muy bien el tema o porque tal vez se te ha desafinado el instrumento, con lo que no sabes si seguir practicando, intentar afinarlo tú solo (cosa harto difícil al principio, que generalmente lo deja peor de lo que estaba) o dejarlo hasta que el profesor pueda volver a afinártelo.

El caso es que antes o después hay que aprender a hacerlo por nuestra cuenta, y para conseguirlo no hay más solución que practicar, igual que para tocar. O usar algún aparato o aplicación de un smartphone, pero eso mejor cuando hayamos aprendido a hacerlo por nuestra cuenta.

Un violín no se desafina fácilmente si se le trata bien y está en buenas condiciones. Aún así, siempre hay que comprobar la afinación antes de tocar.

Es muy habitual que las cuerdas del violín sean metálicas o sintéticas, un tipo de cuerda que es difícil de afinar con las clavijas de madera. Es muy fácil pasarse y tensar o aflojar la cuerda demasiado, pudiendo incluso, si no se tiene cuidado, romper la cuerda. Así que, al menos al principio, los tensores o afinadores son convenientes.

Los tensores se pueden colocar para todas las cuerdas en el cordal del violín y permiten una afinación más fina y segura. Incluso los grandes violinistas suelen colocar uno al menos en la cueda mi.

 ¿Pulsar o pasar el arco?

Puedes afinar pulsando la cuerda con el dedo, pero se aprecia mejor el sonido pasando el arco. Pero antes de hacer cualquiera de las dos cosas, hay que haber aprendido a sujetar el violín bajo la barbilla mientras se pulsa la cuerda o se pasa el arco con la mano derecha y giras las clavijas o los afinadores con la izquierda.

Las notas

Las cuerdas del violín se afinan de esta manera

Haz click en la nota que desees para escuchar el sonido que debería producir cada cuerda:

Cuerda SOL    Cuerda RE  –  Cuerda LA    Cuerda MI

El LA

Casi todos los instrumentos se afinan empezando con el la de un violín o una viola bien afinados. Si la cuerda está afinada con la afinación estándar (hay otras afinaciones, como puedes leer en nuestro artículo) estará vibrando 440 veces por segundo. Técnicamente, se dice que está a 440 hertzios (la 440).

Diapason.

La primera cuerda que debes afinar es la cuerda LA. Si tienes un piano, puedes usar el LA del piano; es el primero, a la derecha del centro del teclado, y se llama la1. En cualquier caso, siempre hay que tener un diapasón a mano. Es pequeño y fácilmente transportable en la misma funda del violín, no necesita pilas ni software ni wifi xD.

Afinando el LA.

Sujeta el diapasón con el pulgar y el índice por la parte que llamaríamos su cuello (entre la bola y la bifurcación) y golpea las varillas en tu rodilla (no te pases, no te vayas a romper algo), y pega la bola junto al lóbulo de tu oreja. Ése es el sonido que debes conseguir en la cuerda LA (siempre que afines en el standard 440).

Escucha el LA del diapasón y gira el tensor hasta que suene en la misma afinación.  Cuando estás aprendiendo a afinar el violín puede que te resulte difícil identificar si te has pasado o te has quedado corto. Es algo que hay que perfeccionar con la práctica, así que no te agobies.

Hay otros trucos para afinar con el LA justo: sujeta el diapasón por el cuello, golpéalo en en tu rodilla y coloca la bola sobre el puente. Si está afinado, la cuerda LA vibrará, y la verás moverse ligeramente. Si no se mueve, gira los tensores arriba o abajo hasta que la notes vibrar. Esto puede ser más dificultoso de hacer con violines pequeños, muy baratos o con un puente demasiado grueso. También se puede colocar el diapasón encima de la tapa superior, justo en el punto donde el alma la toca. El sonido del diapasón resonará con la caja del violín y también hará vibrar la cuerda LA.

Afinando el MI.

Una vez tengas el LA afinado, empieza con la cuerda MI. Usa el sonido Mi en este artículo como referencia, o bien usa el MI del piano (Mi2). También puedes recordar La guerra de las galaxias y usar la segunda nota del tema como referencia en relación a la primera. La segunda nota es una quinta justa de la primera, y ese es el intervalo que necesitas. Para los que estudian con el Método Suzuki, el tema Twinkle twinkle little star, es el que les servirá de referencia para afinar el Mi.

Afinando el Re y Sol.

Re está una quinta por debajo de La. Haz la misma operación anterior pero una quinta por debajo y sigue el mismo proceso. Igual para Sol. Una vez afinadas las cuerdas de 2 en 2 haz una última comprobación. Lo normal es tener que hacer algún pequeño ajuste, porque afinar unas cuerdas, hace que otras también varíen y hay que ir ajustando poco a poco.

El mejor sistema.

A la larga, la mejor forma de ir afinando, una vez afinado el LA con el diapasón, es esta: pasa el arco por 2 cuerdas a la vez. En un violín bien afinado, las dobles cuerdas producirán un sonido agradable y plano, sin ondas ni vibraciones. Si las dobles cuerdas producen “ondas” o altibajos, debes mover el tensor. Cuanto más largas suenen las ondas, más cerca estás de conseguirlo, hasta que desaparecen y ya está bien afinado.

Cuidado con el brazo derecho.

A veces, al afinar con dobles cuerdas, pasas el arco sin demasiado cuidado y puede temblar, lo que puede hacerte pensar erróneamente que no está afinado al confundirse con ondas de quintas defectuosas. Intenta pasar el arco de forma homogénea al afinar, para que no te confundan sus posibles imperfecciones.

Afinador electronico o software por ordenador, afinador para iPhone-iPod-Smartphone.

Existen aparatos electrónicos que dicen exactamente qué nota está sonando, y si está alta, baja, o bien afinada. Puedes comprar uno portátil si eres vaguete o inseguro con el sistema de las dobles cuerdas. Un violinista vive de su oído, de modo que afinar también es un buen ejercicio diario para su desempeño. Otra opción es bajarte un afinador para tu iPod o smartphone (busca en tu AppStore o tienda de Android) . Yo tengo unos cuantos afinadores que he ido bajando para probarlos. Son útiles cuando estás perezoso y especialmente en el caso de que desees afinar por ejemplo en afinación antigua, u otra modalidad.

Afinar mas alto.

Las cuerdas ceden con el tiempo, hasta que ya no dan más de sí los tensores. Entonces tendrás que aflojar los tensores al máximo y subir un poco con las clavijas. Ten paciencia y dedícale tiempo hasta que tengas más práctica.

Afinar con las clavijas.

Afinar con las clavijas puede ser complicado si el violín no es de buena calidad, hace mucho que no se las mueve, o están deterioradas por el uso, o el no-uso. Pero es normal que tardes en aprender a usarlas. Suele ser necesario apretar un poco hacia adentro para que, después de afinar, no se vuelvan a destensar. Hay otros trucos, como aplicarles polvo de tiza, o grafito, para que agarren mejor.

Scordatura.

Muy de vez en cuando, los violines se afinan de forma diferente. Por ejemplo, la afinación de la cuerda más grave puede bajarse un tono o un semitono. Estas afinaciones alternativas se llaman scordatura.

Bibliografía: Guía Mundimúsica de Violín y Viola. Hugo Pinksterboer. Mundimúsica ediciones.

Aprender a sujetar el violín y el arco

SOSTENER EL VIOLIN.

Una vez colocada la almohadilla, se coloca el violín sobre el hombro izquierdo y se realiza una pinza entre la cabeza y el hombro.

Es muy importante que el violín quede bien agarrado y muy  importante también buscar la posición más cómoda (dentro de lo posible) para evitar posibles lesiones futuras.

La mejor manera de entenderlo es ver vídeos de violinistas tocando, comprobaréis que no todo el mundo lo sujeta exactamente de la misma forma, pero poco a poco encontraréis una postura correcta y cómoda para vosotros.

Como ayuda os dejo un vídeo: Cómo sostener el violín/viola
Extracto del Sistema Programado de Enseñanza del violín y la viola
Autor: Jorge Risi (Uruguay).

SOSTENER EL ARCO

El arco se sostiene con los dedos de la mano derecha.

En los primeros ejercicios es conveniente utilizar un lapicero de los que tienen ángulos (los redondos no) en lugar del arco.

Es importante hacerlo bien pues esta es una de las cosas más engorrosas del violín.

Haz un cero con el dedo corazón y el pulgar. Arrastra el pulgar hasta la última articulación del dedo corazón (en este momento tendremos un cero al que le sobresale la última falange del dedo corazón). Bien, ahora pon el lápiz justo entre los dedos, en la pinza que forman la punta del pulgar y la última articulación del dedo corazón.

Sin mover esta posición, colocamos el dedo anular junto al corazón, el dedo índice un poco separado y apoyado lateralmente en el lápiz a la altura de la articulación de la mitad del dedo, y moco se come el meñique también separado, apoya su punta sobre el lápiz, formando una pequeña curva.

Observaréis que no todo el mundo lo coge igual al 100%. Esto es porque no todos los cuerpos (brazos, manos,etc) son iguales y la posición no es una sin discusión ya que cada cual debe encontrar su propia manera en base a la posición básica que os he descrito.

Otro vídeo didáctico de Jorge Risi para aprender a sujetar el arco.

Fuentes:

Canal Youtube de Grupo Sonantes

Curso de violín de la Wikiversidad

El Método Suzuki

Origen

La Educación del Talento, el método de enseñanza desarrollado desde 1945 por el Dr. Sinichi Suzuki, se ha convertido en un movimiento internacional que ha contribuido a la evolución de muchas de las teorías sobre la educación infantil.

El Dr. Suzuki nació en Japón en 1898 en una familia de luthiers. No empezó a estudiar violín hasta la edad de 17 años. Completó su formación en Alemania con Karl Klingler. Allí conoció a grandes músicos europeos; la cultura occidental le influyó profundamente.

Lengua materna

El método de enseñanza del Dr. Suzuki se basa en una sola idea, que él llamó de la “Lengua Materna“. Observó que todos los niños aprenden a hablar su propia lengua con gran exactitud, reproduciendo hasta los acentos locales, para lo cual, se necesita una gran capacidad.

Los niños están impregnados por los sonidos de su lengua desde su nacimiento, lo que le hizo intuir que si los niños estuvieran envueltos por los sonidos musicales del mismo modo, desarrollarían una habilidad tan extraordinaria en la música como en la lengua.

Es el concepto de la “Lengua Materna”. La idea del Dr. Suzuki, no es solamente un método de educación, sino también una Filosofía fundada en el respeto al niño como persona y en el concepto de que la habilidad no se hereda sino que se aprende y se desarrolla.

Empezar el aprendizaje a edad precoz.

Los niños pueden empezar mucho antes de lo que estiman adecuado los educadores tradicionales. Este arranque precoz (alrededor de 3 o 4 años) les ayuda a obtener una gran habilidad a una edad en la que, tradicionalmente, no son considerados como capacitados para empezar.

Otra implicación de la idea de “Lengua Materna” es que el ritmo de avance viene dictado por el niño y no por la edad o por otros factores. Un niño empieza a andar cuando está preparado para ello, es imposible hacerle andar antes. Por eso, los comienzos con los más jóvenes son muy lentos; sin embargo se observa un mejor desarrollo a largo plazo.

Si en este terreno el niño es respetado y alentado, pero no forzado, saldrá de ello con una realización personal más equilibrada, además de la habilidad musical que habrá desarrollado.

Los niños que empiezan muy temprano llegan a aprender más profundamente y tocan con más gusto y soltura.

La repetición del repertorio tiene una doble implicación. Por un lado el desarrollo de la memoria en una etapa fundamental del desarrollo de la vivacidad del espíritu y la naturalidad de la expresión. Por otro lado -y en consecuencia- el niño que tiene una memoria entrenada aprende y asimila más rápidamente. De este modo se logra una excelente conexión entre la escucha y la producción de sonido.

Desarrollar la memoria y la concentración.

Una de las ventajas de este método es el desarrollo de la capacidad de retener fácilmente. Desde el principio los niños aprenden a memorizar y a reproducir ritmos y melodías, gracias a la escucha.

Comienzan por retener piezas cortas que gradualmente se alargan, manteniendo todas las piezas anteriores que contribuyen a un entrenamiento constante de la memoria.

El entrenamiento de una buena memoria genera una buena concentración y la interpretación surge de por si. Una mala memoria llena de obstáculos al intérprete.

Este desarrollo de la memoria en los niños repercute hasta en su trabajo escolar, a menudo basado en esta capacidad.

Lenguaje musical: solfeo.

Al principio no se les pide a los niños conocer solfeo para reproducir sus piezas.

La música es un medio sonoro, como la lengua materna. No se espera de un niño que sepa leer antes de enseñarle a hablar.

Así la noción de solfeo propiamente dicha interviene más tarde, cuando el niño tiene ya desarrollada naturalmente su habilidad para escuchar y reproducir los sonidos musicales.

En poco tiempo los niños aprenden a leer y escribir los sonidos que reconocen fácilmente tras sus años de instrumento.

Papel de los padres.

Uno de los padres tiene la obligación de asistir a las clases del niño.

El profesor le enseñará a proseguir en casa la acción emprendida en la clase, por lo que será iniciado antes que el niño en los rudimentos del estudio del instrumento.

La influencia más considerable en el entorno del niño proviene de sus padres, cuya responsabilidad mayor es la de influir seguridad en sus hijos. Si los padres manifiestan su amor y lo centran en los esfuerzos y logros de su hijo, aprender música o cualquier materia constituirá una feliz experiencia.

En la “Educación del Talento” los padres tienen el papel primordial de crear un buen entorno musical; hacer escuchar buena música al niño con discos y llevarle a menudo a conciertos.

Es importante que los padres trabajen en un sentido positivo con el niño: la manera de hablarles, de premiarles, de regañarles, de tocarles.

Se trata de enriquecer el papel educador de los padres a través de la música, para desembocar en una relación padre/hijo más completa y más humana que les ayudará siempre en la vida.

Grupo e individualidad.

Todos los alumnos en el Método Suzuki reciben una clase particular cada semana. El contacto de la clase individual que recibirán de su profesor permitirá asegurar la evolución y el desarrollo de su personalidad.

Por otra parte, las clases de grupo y manifestaciones tales como conciertos, audiciones, etc. le ayudarán a afirmarse en presencia de los demás, aceptándoles al tocar con ellos.

En todo caso los alumnos se benefician cada semana de una clase particular y otra de grupo. Estas dos clases, diferentes por su estilo, constituyen un equilibrio importante permitiendo ayudar mejor al niño y viéndole evolucionar en dos situaciones distintas.

La clase particular atiende a su evolución interior, mientras que la clase de grupo le permite más independencia y compromete su responsabilidad.

Importancia de la escucha y de la repeticion.

En la “Educación del Talento” se hace hincapié en la repetición. Los niños escuchan una y otra vez las grabaciones y tocan sus piezas muchas veces.

La experiencia nos demuestra que entre dos niños que estudian lo mismo, el que más oye y escucha en casa, termina por obtener una mayor facilidad de aprendizaje y más musicalidad.

El número de repeticiones que un niño necesita durante el aprendizaje es desconocido y variable de un niño a otro. No contamos nunca cuantas veces decimos mamá antes de que el niño conozca al fin esta palabra. Estamos dispuestos a repetirla tantas veces como sea necesario. Incluso cuando el niño esté listo para decir esta palabra, se repetirá múltiples veces, haciéndola así parte integrante de su lengua.

En la aproximación musical del Dr. Suzuki los niños procederán del mismo modo con las piezas que aprenden. Estas serán oídas y tocadas repetidamente con el fin de permitir la integración de su ritmo y melodía, así como las dificultades técnicas de estas para el niño.

El profesor.

El profesor forma parte del entorno del aprendizaje y debe tener una actitud de amor, de apoyo y de motivación hacia el niño.

A este efecto es necesario que él haya entendido perfectamente que el “Método Suzuki” no es un simple método del que se compran los libros para seguir la enseñanza de algunas piezas como con cualquier otro método tradicional. Desgraciadamente este tipo de actitud se encuentra a menudo en cada país donde aparece como nuevo el Método Suzuki por culpa de la falta de información sobre su filosofía, su funcionamiento y su aplicación.

Asi, es corriente oír hablar de clases “Suzuki” donde se estudia cada pieza sin saber que se debe escuchar la grabación correspondiente; donde las clases dadas no se dan en grupo sino solamente en clases individuales sin tener en cuenta la importancia y necesidad coexistente de las dos; donde se evita tal o tal pieza sin darse cuenta de que se quita mucha eficacia a una progresión larga y minuciosamente pensada y probada; donde se ejerce una presión sobre el niño para que aprenda rápidamente las piezas con vistas a llegar a un nivel preciso en un momento preciso.

Tocar correctamente un instrumento y amar a los niños no es suficiente para ser un buen profesor Suzuki. La incapacidad de un profesor para enseñar puede llevar consigo presiones sobre el niño así como desalientos y frustraciones.

No se debe calificar demasiado pronto a un niño de dotado o no dotado. Esta falta de comprensión del material técnico y psicológico necesario por parte del profesor, en el caso de ser persistente, puede conducir hasta terminar por generar una explicable aversión en el niño.

Es preciso insistir en que enseñar a niños requiere métodos a menudo muy diferentes a la manera en que el mismo profesor fue enseñado.

Los libros del método no dan ninguna indicación sobre la manera de enseñar; se da por supuesta la necesidad de una formación, impartida por especialistas en el método.

Los profesores del método Suzuki acuden regularmente a seminarios, lugares de intercambios y de nuevas ideas. Es una de las condiciones esenciales que les permite hacer evolucionar una enseñanza que pretende contribuir al desarrollo de los niños.

Cada profesor deberá tomar sus responsabilidades en cuanto a una formación en profundidad y de acuerdo con este tipo de enseñanza. Del mismo modo se da por supuesto que deberá haber asimilado la filosofía y el alcance humano así como las técnicas pedagógicas nuevas y precisas.

Sensibilidad y experiencia emocional.

El objetivo de todo arte es la expresión de una cierta sensibilidad que se traduce bajo diversas formas.

A lo largo de su estudio, el niño entra en contacto con sus modelos musicales, al principio simples y luego cada vez más elaborados exigiéndole un desarrollo y un dominio de la expresión de su sensibilidad, llegando hasta su más alto nivel.

Por ello el adiestramiento de su experiencia emocional regulada a través de la interpretación en grupo, en los conciertos y los pequeños recitales, estimularán mucho la sensibilidad del niño y le darán buen número de ocasiones de conocerla, de desarrollarla y de dominarla.

A esto aspira el ser humano cada vez que intenta hacer o crear algo bello y bueno. Con la ayuda del “Método Suzuki” se pretende hacer nacer y desarrollar estas cualidades humanas y musicales.

 

Shinichi SuzukiShinichi Suzuki

(Nagoya, 11 de octubre de 1898 – Matsumoto, 26 de enero de 1998) fue un violinista y pedagogo musical japonés, creador del Método Suzuki para aprendizaje musical.

Su padre era luthier y aunque su vocación musical no fue precoz, el hecho de una infancia rodeada de instrumentos musicales fue decisivo. En 1915 inicia sus estudios de violín en el Conservatorio de Tokio, cuando la música occidental era considerada algo exótico. Amplió sus conocimientos en Europa y en 1924 se marcha a Berlín, donde es nombrado discípulo de Karl Klinger.

Durante su estancia en París conoció al violoncelista español Pau Casals, cuya técnica asumió rápidamente. Regresó a su país de origen en 1932 y comenzó con su carrera como pedagogo en su primer lugar de enseñanza. En 1945 se funda el Instituto de Investigación, entidad destinada a descubrir jóvenes talentos en los diversos campos de la cultura y allí pudo desarrollar unos métodos pedagógicos que llegarían a ser incluso adoptados por conservatorios occidentales, apuntando a la enseñanza de piano, violín y violonchelo.

Suzuki apoyó —junto con el premio Nobel de la Paz Linus Pauling (1901-1994) y la actriz Liza Minnelli (1946–)— al controvertido Instituto para el Logro del Potencial Humano, una organización sin ánimo de lucro que pretende mejorar el desarrollo neurológico de niños que han sufrido una lesión cerebral.

Su etapa como concertista fue entre 1930 y 1948. Publicó un libro, Hacia la música con amor, en 1969.