Santa Lucia

The Boats of Vesuvius, CC Trey Ratcliff

The Boats of Vesuvius, CC Trey Ratcliff

En pleno casco antiguo de Nápoles está la basílica de Santa Lucia a Mare, tan antigua como para dar pie a la leyenda que cuenta que su fundadora fue la nieta del emperador Constantino, aunque en realidad los testimonios más antiguos de su existencia datan del siglo IX. Está en la calle Santa Lucia, en el barrio homónimo (Borgo Santa Lucia), una de las zonas con más solera de esta ciudad italiana, cuyos habitantes, llamados lucíanos, seguramente estarán hoy de fiesta.

El paseo marítimo de esta barriada está delimitado por dos pequeños puertos en los que, además de los pescadores, también atracan los barqueros que llevan a los turistas de paseo por el golfo de Nápoles, para disfrutar de la brisa y de las maravillosas vistas a la ciudad, al Vesubio, a la península sorrentina y a las islas de Capri, Prócida e Isquia.

Esta imagen tan pintoresca estará completa si le añadimos el reflejo de la luna llena en el mar y más aún si además le añadimos una suave brisita y un calmo oleaje que mezca suavemente la barquita.

Todos estos ingredientes están en el texto de una famosísima canción napolitana cuyo título también es precisamente Santa Lucia. El que canta es uno de los barqueros de los que hablábamos antes, invitando a los viandantes a disfrutar de la agradable noche con estas palabras:

Sul mare luccica
l’astro d’argento,
placida è l’onda,
prospero il vento.
Venite all’agile
barchetta mia!
Santa Lucia,
Santa Lucia.

En el mar riela
el astro de plata,
plácida es la ola,
prospero el viento.
Venid a la ágil
barquita mía.
Santa Lucía,
Santa Lucía.

Con questo zeffiro
così soave,
oh com’è bello
star sulla nave!
Su passeggeri,
venite via!
Santa Lucia,
Santa Lucia.

Con este céfiro
tan suave,
ay que bonito
estar en la nave.
Venga viajeros
venid conmigo.
Santa Lucía,
Santa Lucía.

In fra le tende
bandir la cena
in una sera
così serena
chi non dimanda
chi non desia?
Santa Lucia,
Santa Lucia.

Entre las tiendas
tomar la cena
en una noche
tan apacible
quién no pide
quién no desea.
Santa Lucía,
Santa Lucía.

 

Esta canción tradicional, transcrita por Teodoro Cottrau a mediados del siglo XIX, ha traspasado las fronteras italiana arraigando en muchos países, entre los que destacan Suecia, donde anima una de sus más importantes tradiciones populares, y Estados Unidos, en donde la mayoría de las canciones tradicionales napolitanas han alcanzado una gran popularidad gracias a las interpretaciones de algunos tenores muy famosos, como Enrico Caruso o Mario Lanza. Y al igual que con la mayoría de las demás canciones partenopeas, ésta también entró en el repertorio de Elvis Presley.

Finalmente, un arreglo para flauta dulce y guitarra, para disfrutar haciendo música en estos días con tantas horas de oscuridad.

´El canto está directamente conectado con las emociones´ Cantantes del siglo XXI: Lourdes Trujillo

¿Cuál es la primera experiencia que recuerdas con la música? 
La que recuerdo con más claridad es cuando canté con el coro de mi Iglesia. La directora del coro me dijo “niña, tú tienes que hacer de solista”. Tendría seis o siete años. Hice de Ángel San Gabriel (jajaja). Pero mi madre siempre me recuerda jugando en el salón de mi casa bailando y cantando desde muy pequeña.
 
¿En que momento decidiste que querías ser cantante?
De alguna forma, creo que desde siempre he sabido que quería serlo. Aunque no fuera demasiado consciente, desde pequeña me encerraba en el baño y utilizaba un peine como micro o me inventaba mis canciones y las bailaba. Creo que todos tenemos una vocación y la mía es actuar, cantar, estar encima de un escenario.

¿Qué personalidad musical crees que te influyó más en tu carrera?
En mi casa he escuchado siempre mucha música: desde Tchaikovsky hasta Queen. Pero si es cierto que cuando vi a Aretha Franklin por primera vez en vídeo, me quedé muy impresionada. Su ritmo, su soltura en el escenario, cómo hacia enloquecer al público desde el escenario, su música, su capacidad de improvisación. Yo quería ser como ella. Quería sentir lo que ella estaba sintiendo encima del escenario. Y los aplausos. Me aceleraban el corazón.

¿Cuáles son tus cantantes o músicos favoritos?
Desde que la descubrí, me interesé por la música afroamericana y con ella vinieron Ray Charles, Donna Summer, Billie Holiday... Aunque escucho todo tipo de música: artistas como Norah Jones, Melody Gardot o Beyoncé me apasionan.

¿Cuál era el estilo o el compositor que más te gustaba estudiar de joven?
He estudiado durante siete años canto lírico en el conservatorio profesional, y esta formación me ha permitido conocer óperas y compositores clásicos. Aunque esta formación no me ha despertado realmente interés hasta que he sido adulta y he sabido valorarla mejor. Mi ópera preferida es Madama Butterfly de Puccini, pero también me apasiona la delicadeza de la música francesa, Le Belle Époque: Reynaldo Hahn, Fauré, Debussy... La elegancia con la que interpretan estas piezas cantantes como Susan Graham o Barbara Bonney es simplemente delicioso.

¿En qué repertorio te sientes más a gusto en la actualidad?
Actualmente compagino dos estilos bien distintos: clásica y moderna. Me muevo entre dos aguas, pero me siento tan cómoda en los dos que no me planteo abandonar ninguno. Un estilo me aporta cosas que puedo transportar al otro, y viceversa. En el canto lírico me siento muy cómoda con las piezas de cámara aunque también me gusta interpretar roles de ópera porque creo que soy un poco actriz y me gusta adoptar personalidades de personajes diferentes. En cambio, en el canto moderno con mi grupo, Arcana Has Soul, una de nuestras influencias es el soul, pero también me siento muy cómoda en estilos como el blues, el folk o el jazz.

Cuéntanos, por favor, alguna experiencia o anécdota que te venga a la memoria que tenga que ver con tu voz o tu experiencia profesional (en algún curso, o concierto...) 

Siempre, desde muy pequeña, he sido muy exigente y dura conmigo misma. Recuerdo que una vez tenía un concierto y salí a cantar. Tendría unos trece o catorce años. Me estaba cambiando la voz y durante la actuación me salió un gallito que no esperaba que saliera. Acabé la canción como pude y salí del escenario corriendo. Empecé a llorar desconsoladamente y me enfadé muchísimo conmigo misma. Entonces mi madre me dio una lección: ha sido algo inesperado que tú no podías controlar además en un momento determinado, el resto de la interpretación ha sido estupenda. Así que tenía razón, poco a poco he sabido valorar mis pequeños logros. Aunque también durante los años, he
aprendido a achacar tu éxito o tu fracaso al trabajo y no a la suerte, porque el trabajo o el esfuerzo que
dedicamos es un factor que podemos controlar, que manejamos y la suerte no. Así que con trabajo y
dedicación, puedes conseguir cualquier cosa que te propongas.

¿Qué opinas de la situación actual de los músicos y los cantantes? ¿Que crees que debería cambiar? En primer lugar considero que, debido a la educación tradicional que arrastramos, nuestra profesión no goza del prestigio que se merece o no está reconocida como tal. En otros países no sucede esto. Aquí sin embargo, y a pesar del esfuerzo que supone estudiar obligatoriamente en el instituto y además, música, no gozamos de ningún reconocimiento en cuanto a nivel educativo se refiere. En segundo lugar creo que el cambio está en la educación de los más pequeños, tanto en la escuela como en las familias. De que uno pueda hacer lo que realmente quiere y no lo que la sociedad le dice que es mejor hacer, o con qué oficio va a obtener mayor rentabilidad, como si de una cuenta en un banco se tratara. La clave está en un cambio de valores. Pero sobre todo en que un músico tenga también la oportunidad de decidir si quiere estudiar música clásica o moderna. Actualmente parece que la cosa está más equiparada, pero aún queda un largo camino por recorrer.
 
¿Qué proyectos musicales tienes en mente realizar?
Ahora mismo estoy con Arcana Has Soul y tenemos un proyecto muy grande entre manos y nos está yendo muy bien. He empezado este año el Conservatorio Superior en la especialidad de Canto y mi idea es acabarlo. Aunque también me apasiona la Pedagogia del Canto, así que tengo muchas cosas que hacer para los próximos años (jejeje).

¿Qué consejo o recomendaciones darías a los que empiezan ahora a estudiar canto? 
Les diría que es una experiencia muy hermosa, porque el canto está directamente conectado con las emociones, con las buenas y con las malas. Es como una relación amorosa: tiene sus cosas buenas y sus cosas no tan buenas. Es un camino precioso y difícil. Sobre todo si te apasiona y vives por y para ello. Pero es como la vida misma. Una montaña rusa que te invita a disfrutar del presente, de cada momento. Que saboreen cada momento y que trabajen duro por conseguir aquellas pequeñas metas que se vayan marcando.

Enlace a Easy Living Room, Auditorio de La Rambleta, Valencia
www.arcanahassoul.com

Ding dong! Merrily on High

Christmas bells in the snow

Foto: Stella Levi (stock.xchng)

Aprovechando de nuevo el fin de semana, he arreglado para flauta dulce otro villancico inglés, Ding dong! Merrily on High.

El autor de la melodía ―que aparece en un libro de danzas del siglo XVI― es desconocido. Sin embargo sí se conoce el de la letra, que hace referencia al alegre sonido de las campanas y que termina con una frase en latín que contiene un largo melisma: su nombre es George Ratcliffe Woodward, un pastor anglicano que la publicó a principio del siglo pasado en su colección de cantos The Cambridge Carol-Book: Being Fifty-two Songs for Christmas, Easter, And Other Seasons.

Una de las intérpretes más famosas de este villancico, que cada año alegra las Navidades en millones de hogares del mundo angloparlante, es Julie Andrews, una actriz y cantante muy amada por varias generaciones de niños y niñas que disfrutaron algunas de sus actuaciones más destacadas y soñaron con tenerla de niñera o de institutriz, envidiando la suerte de los pequeños protagonistas de Mary Poppins y de Sonrisas y lágrimas. En el siguiente vídeo podemos escuchar cómo la cantó en Washington en las Navidades de 1992.

Refranero para cantantes

Los que me conocen personalmente saben que me encanta el refranero por la sabiduría intrínseca que los dichos que han pervivido a través de la transmisión oral.

He aquí una selección de algunos refranes relacionados con la voz y con el canto.

- La voz es el espejo del alma.

- Bien cantas, pero mal entonas.

- Cantó el pajarillo y descubrió su nidillo.

- Cantar bien es de pocos y cantar mal, de locos.

- El amor entra con cantos y sale con llantos.

- Chicharra que canta, calor adelanta.

- De hombre tiple y mujer tenor libranos señor.

- Hasta el fin de la historia, nadie canta victoria.

- De padres cantores, hijos jilgueros.

- El bosque sería demasiado silencioso si solo cantaran los pájaros que mejor lo hacen.

- Hasta el saber rebuznar, tiene su poquito que estudiar.

- A cantos de sirenas, oídos de pescadores.

- O cantas o callas.

- Sapos cantando, buen tiempo barruntando.

- Eso es otro cantar.

- Si bien canta el abad, no le va a la zaga el monaguillo.

- Quien canta sus males espanta.

- De refranes y cantes, tiene el pueblo mil millares. 

- Por el canto conozco a mi gallo.

- El amor es un canto que nace del alma y se traduce en tolerancia y buena voluntad.

- Palabras y canciones, el viento las traspone.

We wish you a Merry Christmas

Mi instituto es un centro bilingüe, pero hasta el año pasado las Ciencias Naturales y las Ciencias Sociales eran las dos únicas áreas no lingüísticas que impartían clase en inglés. Hace dos semanas la Consejería ha autorizado la inclusión de la Música en este programa educativo, por lo que en dos primeros de ESO ya estamos trabajando en este idioma, utilizándolo casi exclusivamente durante el desarrollo de las actividades prácticas y adoptándolo progresivamente para las teóricas.

Debido a esta novedad, este año se nos hace más necesario que nunca ampliar nuestro repertorio de villancicos navideños, añadiendo a los tradicionales españoles algunos de Inglaterra. Empezamos hoy con uno de los más conocidos y más sencillos, tanto por lo que se refiere a la música como a la letra: We wish you a Merry Christmas, carol anónimo del siglo XVI que he arreglado para flauta dulce incluyendo el texto en la partitura para poder cantarlo también. Muy pronto llegará el siguiente…