Por Isabel Villagar, Profesora de Canto online
Por Isabel Villagar, Profesora de Canto online
Todos hemos llegado a ese momento en el que tenemos que elegir carrera. Una importante decisión para la que nunca se está lo suficientemente informado, y que se toma en una época en el que no siempre se tienen las ideas claras. En el caso de un estudiante de Conservatorio, este momento también es decisivo con respecto a su carrera musical: ¿seguir o no?
Desde mi punto de vista, y lo veo también en amigos con los que he hablado del tema, los jóvenes necesitan mayor orientación a la hora de tomar esta importante decisión. No es que una vez tomada, no haya vuelta atrás. Pero si hemos elegido “bien”, nos ahorraremos momentos de desazón y tiempo invertido en una carrera que no nos llena. Por eso siempre he insistido en la necesidad de un buen departamento de orientación, no sólo en el instituto/escuela, sino también en el Conservatorio. Muchos alumnos acaban depositando sus decisiones en profesores o padres, que no tienen la formación ni la capacidad suficiente para orientar a un chic@ de 18 años en una decisión tan relevante.
Una de las dudas que surgen en esta época es: ¿Sigo con la música o elijo otra carrera? Yo propongo, ¿por qué elegir? Si realmente quieres, puedes estudiar las dos cosas a la vez y “salir indemne” Este fue mi caso, decidí estudiar una licenciatura y un superior de música a la vez, y lejos de arrepentirme, me alegro cada día más de haber tomado esa decisión.
Si eres músico, sabrás que si no te apasiona, no vale la pena seguir con ello. Esto es algo que se extiende a todo en la vida, y que debe regir tu toma de decisiones. Para poder hacer algo, tienes que desearlo y disfrutarlo. En tu interior debe haber una balanza entre lo bueno y lo malo que te reporta, y esa balanza tiene que inclinarse siempre en lo positivo. En otro caso, estarás perdiendo el tiempo empeñándote en algo que no te hace feliz.
Cuando quieres lograr algo muy difícil, como en este caso, llevar dos carreras a la vez; sólo puedes conseguirlo porque realmente quieras, y te vuelques en ello. Si te gusta lo que haces, y te gustan las carreras por las que te has decidido, todo irá sobre ruedas.
No hace falta que seas “un superdotado”, la clave de poder llevar varias cosas a la vez sin despeinarte, es organizarte. Lo primero que debes hacer es elaborar un buen horario con todas las horas de clase y los momentos libres que te queden para estudiar.
A pesar de que estarás muy ocupado, es primordial que dejes siempre pequeños huecos para disfrutar de tu tiempo libre, relajarte y estar con tus amigos. Salir, divertirte, o dedicarte a tus hobbies, en lugar de robarte tiempo, te dará tranquilidad y equilibrio. Si no tienes ese equilibrio en tu vida entre estudios y ocio, ¡vas a volverte loco!
No es posible llevar dos carreras a la vez si quieres hacerlo todo al mismo tiempo y a buen nivel. En mi caso, fue lo que más me costó, saber elegir a qué le daba prioridad en cada momento y aprender a dejar el resto de lado.
¿En qué se traduce priorizar? Por ejemplo, en no cogerte tooodas las asignaturas de la universidad cada año. En mi caso, elegía las que podía compatibilizar con mis horarios del Conservatorio. Tardarás más tiempo en sacar terminar la carrera, pero lo haces más holgado, con mejores notas en tu expediente y sin pasarte todos los veranos estudiando para recuperar las asignaturas con las que no diste a basto.
También hay que priorizar en las pequeñas cosas. Si tienes encuentro de orquesta, esa semana no vayas a la universidad. Si tienes un examen en la universidad, ese fin de semana estudia menos horas para el Conservatorio. Día a día vas organizando y distribuyendo el peso de tu trabajo a uno y otro lado.
Tus profesores, tanto de un lado como de otro, tienen que conocer tu situación. No porque merezcas un trato más “indulgente”, sino porque pueden ayudarte a compatibilizar, especialmente cuando hablamos de horarios.
En mi caso, muchos profesores me dieron acceso a una evaluación sustitutoria en el caso de que no pudiera asistir a clase. También pueden ayudarte si te coinciden unos exámenes con otros, o algunas clases. Por ejemplo, pueden cambiarte de grupo para que puedas asistir. No todos los profesores van a mostrar tanto interés en ayudarte, es cuestión de suerte. Yo a veces la tuve, y otras veces no. En cualquier caso, no pierdes nada por hablarlo con ellos y pedir su ayuda.
La principal ventaja es que aumentas tus posibilidades de trabajar. Tal y como está el mercado laboral hoy en día, esto es esencial. Cada vez hay jóvenes más formados, y menos trabajo al que acceder, así que mayores conocimientos significarán más puertas abiertas.
Otra cosa buena de tener otros estudios además de los musicales es que te da un “plan B” en el caso de que tengas sufras algún problema que te impida seguir con la música. Por ejemplo, en el caso de las lesiones graves.
También está el hecho de abrirte a otras esferas alejadas del mundo musical. Como sabemos, es un mundo bastante cerrado, “lleno de músicos”. A veces es bueno tener contacto con “el exterior” conocer a otras personas, con vidas distintas, con ocupaciones distintas y sueños distintos. Pueden contagiarte muchas cosas buenas, y ayudarte a ver el mundo de la música desde otra perspectiva.
El inconveniente más claro: la falta de tiempo. A pesar de que te organices bien, y priorices, la verdad es que siempre sentirás que te falta tiempo. Tendrás momentos en los que querrás abandonar y simplificar tu vida. Pero se pasarán, y cuando termines esta época estudiantil, incluso echarás de menos esta dinámica.
Otro parte negativa de estudiar varias carreras es que en el futuro también tendrás que elegir entre una vida laboral y otra. Hasta el momento, yo he compaginado ambas cosas, pero es cierto que a veces tienes que renunciar a un encuentro orquestal por otros trabajos, o a esos trabajos por prepararte para unas audiciones. Al final, siempre andas con un pie en cada barco, sabiendo que algún día se separarán y tendrás que subir a uno, o caer al agua.
Si de verdad te gusta la idea de estudiar algo más a parte de música, yo te animo a que lo intentes y disfrutes de todo lo bueno que ese otro mundo te puede aportar.