Hoy entrevistamos a Javier Torres, Director del Centro Cultural y Fundación Carolina sobre su actividad en pro de la escena y del teatro, incluido musical, especialmente.
Desde el emotivo arranque del vídeo nos adentramos progresivamente en la descripción de sus proyectos para los actores y profesionales afines.
Vestuario para El sombrero de tres picos. Pablo Picasso
En 1919 se estrenó en Londres El sombrero de tres picos, ballet compuesto por Manuel de Falla sobre la novela homónima del escritor granadino Pedro Antonio de Alarcón. Eran aquellos, tiempos dorados para la danza y los ballets comenzaban a sacudirse las fantasías románticas en pos de la modernidad y en busca de nuevas formas de expresión. Falla, en colaboración con Picasso, creó un espectáculo sorprendente y nuevo - a instancias del famoso artífice de los grandes ballets rusos, Serguei Diáguilev - en el que el pintor se encargaría de diseñar el telón, los decorados y el vestuario.
Este ballet fue resultado de la revisión y adaptación de El corregidor y la molinera, una obra escénica previa del compositor, que había sido estrenada dos años antes en Madrid. El argumento, cuenta la burla que un molinero y su mujer, la molinera, hacen al corregidor de la ciudad que la pretende ilícitamente.
Aunque en apariencia el carácter andaluz predomina en la obra, Falla incluyó algunos temas del cancionero popular español que tanto le gustaban y que ya conocemos de sus Siete canciones populares. Claro ejemplo de ello son los que identifican a la pareja protagonista. Sobre este particular os recomiendo el interesante y completo análisis que el profesor Luis Pedro Bedmar Estrada hace en el artículo que os enlazo al final.
Pero un ballet requiere de muchos otros elementos además de la música, de los decorados y de los figurines y por eso, lo mejor es "asistir" y disfrutar de la danza, de los bailarines y de la puesta en escena; vamos a ver cómo, pese a la mala calidad del vídeo, el conjunto se constituye en una colorista y deliciosa obra maestra.
Y aquí , las dos suites orquestales que el propio Falla compuso sobre la música del ballet. Interpretan, la Orquesta Nacional de España bajo la dirección de
Jesús López Cobos.
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(1) Buitrago de Lozoya, en la Sierra Norte de Madrid, cuenta con un pequeño "Museo Picasso" en el que se expone desde hace treinta años una colección de dibujos, cerámicas y pirograbados que el pintor fue regalando a Eugenio Arias, su peluquero y amigo en el exilio.
Hace treinta años Arias donó la colección a su pueblo y para celebrar este aniversario se ha inaugurado la exposición que muestra los trajes y figurines creados por el pintor para "El sombrero de tres picos".
“El sombrero de tres picos”. Luis Pedro Bedmar Estrada. Catedrático de Conjunto Coral e Instrumental. real Conservatorio Superior "Rafael Orozco" de Córdoba en la Revista "Musicalia"
Actuación en el Teatro Bolshoi. Mihály Zichy 1856 (Foto Wikipedia)
"En el concierto matinal tenían que tocar dos obras muy interesantes: una fantasía de El rey Lear y un cuarteto dedicado a la memoria de Bach. Las dos composiciones eran nuevas y de estilo moderno. Levine estaba deseoso de conocerlas. [......] Las frases musicales, apenas iniciadas, se ligaban con otras o se desvanecían, dejando la impresión de un malogrado anhelo de obtener un efecto musical. Y cuando éstos se obtenían, hasta los mejores quedaban fuera de lugar: la alegría, la tristeza, la desesperación, la ternura, la emoción del triunfo, se sucedían con la incoherencia de las impresiones de un loco y se desvanecían con el mismo desorden. Mientras estuvo oyendo esta obra, Levine tuvo la sensación del sordo que ve bailar a varias personas. Cuando terminó la composición, estaba extenuado. [.....] Durante el descanso, Levine y Pestsov empezaron a discutir sobre las ventajas y los defectos de la música de tendencia wagneriana"
Leon Tolstoi. Ana Karenina.
Como sabemos, la sociedad decimonónica era muy aficionada a la música (consideraba la más sublime y expresiva de las artes). Las opiniones y actividades sociales que involucran a la música quedaron extraordinariamente reflejadas por los escritores del momento, especialmente en el caso de la literatura realista. Hoy estamos ante un claro ejemplo de cómo ésta, la literatura, es reflejo y evidencia de la realidad artística.
En el texto extraído de Ana Karenina, Tolstoi recrea una escena que bien podría transcurrir o repetirse en el interior o a las puertas de cualquier teatro de ópera de su tiempo. De su lectura se deduce que a Levine, el relevante personaje de la novela, no termina de gustarle la música wagneriana.
Los compositores románticos habían comenzado a utilizar la armonía disonante con cierta moderación, como medio de expresión que intensificaba y transmitía inquietud, pasión, dinamismo e inestabilidad emocional, pero sería Richard Wagner quien llevase esa tendencia a límites extremos. Así, la "melodía infinita" y el uso repetido del cromatismo y la disonancia - que tienen como consecuencia una modulación constante - supusieron toda una revolución que iría más allá de la ópera. Wagner transformó el propio lenguaje musical, la armonía y la orquestación además del concepto de la ópera (recordad el Drama Wagneriano) marcando, sin duda, un antes y un después en la Historia de la Música.
Efectivamente, la música de tendencia wagneriana, novedosa y extraña, no dejaba indiferente al público de su época, un público que bebía y vivía del espectáculo operístico y del fenómeno musical.
Su polémico"estilo" fue imitado por otros músicos y valorado, a favor y en contra, desde todos los ámbitos de la cultura. Leon Tolstoi no solo nos lo demuestra en sus novelas; el escritor ruso manifiesta abiertamente sus opiniones sobre este particular en el capítulo 12 de su libro ¿Qué es el arte?(1898). He seleccionado estos fragmentos de la obra en la quecritica además, con gran dureza, otros muchos aspectos del arte y los artistas. No le gustaba la modernidad a Tolstoi.
(La opera a la que se refiere es Sigfrido. Recordad que la tetralogía titulada El anillo del Nibelungo consta de El oro de Rihn, Sigfrido, La Walkiria y El ocaso de los dioses)
Capítulo 12 La obra de Wagner, modelo perfecto de falsificación del arte
Si se quiere ver hasta qué grado han perdido los hombres de nuestro tiempo y de nuestra sociedad la facultad de sentir el arte verdadero, y tomado el hábito de aceptar como arte cosas que con el arte nada tienen de común, ningún ejemplo podrá servirnos mejor que la obra de Ricardo Wagner, en la que, no sólo Alemania, sino también Francia e Inglaterra, pretenden descubrir el arte más elevado y el más rico en horizontes nuevos. [.....] Pero se dice que es imposible juzgar las obras de Wagner sin verlas en la escena. La segunda Jornada de la Trilogía acaba precisamente de ser representada en Moscú, el invierno pasado. Es, según me han dicho, la parte mejor de toda la obra. Fui a verla representar, y he aquí lo que he visto: [.....] Después de este monólogo, que duró muy largo tiempo, oí a la orquesta otros sonidos, completamente diferentes de los primeros, y que también me produjeron la impresión de principios que no se acababan nunca [......]
El actor del cuerno representaba el héroe del drama, Sigfrido. Los sonidos emitidos por la orquesta, antes de su aparición, estaban destinados a presentar su carácter. Se les llama el leit-motiv de Sigfrido. Estos sonidos se repiten cuantas veces aparece Sigfrido. Hay también una combinación fija de sonidos, un leit-motiv para cada uno de los personajes, y, siempre que el personaje que representa aparece en escena, la orquesta repite su leit-motiv, y por cada alusión que se hace a los personajes, la orquesta repite el leit-motiv del personaje. Todos los objetos tienen asimismo su leit-motiv. Hay motivo del anillo, del casco, del fuego, de la lanza, de la espada, del agua, etc.; y la orquesta repite los tales motivos cada una de las veces que se hace mención de aquellos diversos objetos.
[.....] y después se va, y reaparece Sigfrido, y se entretiene con Mim, durante trece páginas del libreto. No se escucha, durante todo este tiempo, una sola melodía desarrollada; no se escucha más que un perpetuo entrelazamiento de los leit-motiv de las cosas y de los personajes mencionados.
[....]Era tan fastidioso todo esto para mí, que permanecía a disgusto en mi asiento, y, tan pronto como terminó el acto primero, quise irme.Pero los amigos que me acompañaban solicitaron que me quedase. Me dijeron que era imposible juzgar una obra por el primer acto, y que el segundo, sin duda, me gustaría más.
[....] Toda esta escena es insoportable. De música, es decir, de un arte que nos transmita un sentimiento experimentado por el autor, no hay en ella ni trazas. Y añado que nunca pude imaginarme nada más antimusical. Es algo así como si se sintiera, indefinidamente, una esperanza de música, seguida al punto de una decepción. Centenares de veces comienza algo musical, pero estos comienzos son tan cortos, están tan atestados de combinaciones de armonías, tan cargados de efectos de contraste, tan oscuros, terminan tan pronto, y lo que sucede en escena es de una falsedad tan inverosímil, que cuesta trabajo percibir aquellos embriones musicales, y mucho más llegar a emocionarse.
[.....] Me resigné, sin embargo, a escuchar la escena siguiente, en la que aparecía el monstruo con el consabido acompañamiento de notas de bajo, entremezcladas con el leit-motiv de Sigfrido; pero después del combate con el monstruo, de los rugidos, los fuegos, las estocadas, etc., me fue imposible aguantar más tiempo, y me fui del teatro con un sentimiento de repulsión, que hoy día aun no he podido olvidar.
(Texto extraído de http://www.ciudadseva.com/ Luis López Nieves)
"Empiece por romper los espejos de su casa, deje caer los brazos, mire vagamente la pared, olvídese. Cante una sola nota, escuche por dentro. Si oye (pero esto ocurrirá mucho después) algo como un paisaje sumido en el miedo, con hogueras entre las piedras, con siluetas semidesnudas en cuclillas, creo que estará bien encaminado, y lo mismo si oye un río por donde bajan barcas pintadas de amarillo y negro, si oye un sabor de pan, un tacto de dedos, una sombra de caballo. Después compre solfeos y un frac, y por favor no cante por la nariz y deje en paz a Schumann."
Historias de cronopios y de famas (1961). Julio Cortázar
A Luciano Pavarotti le salía muy bien...atentos al minuto 1:20
Pero si tras intentarlo vosotros la cosa no funciona, os remendaría leer estas otras Instrucciones para llorarque también, con buen criterio, nos dejó Don Julio.
El pasado 26 de agosto se cumplían cien años del nacimiento de Julio Cortázar.
Les parecerá a mis chicos de tercero que nunca terminamos el Barroco, que es infinito, porque lo encontramos por todas partes y porque en todas partes encontramos, además, ejemplos y razones para recordarlo.
En este Día del Libro de 2014 volvemos sobre él, y sobre otro tema infinito: Don Quijote. Y es que en pleno auge de la música barroca, allá por 1716, el alemán Georg Philipp Telemann (1681 - 1767) tuvo la genial idea de componer una suite para pequeña orquesta de cuerda y continuo (música de cámara) inspirada en la obra cervantina.
La Obertura burlesca de Don Quijote - que así se titula - consta de una obertura y siete secciones que la suceden, como en una suite. Cada sección lleva un subtítulo que hace referencia a cada uno de los episodios narrativos en que se inspira. Son estas:
1. Obertura 2. El despertar de Don Quijote 3. El ataque a los Molinos 4. Suspiros amorosos por Dulcinea 5. El manteo de Sancho Panza 6. El galope de Rocinante y el asno de Sancho 7. El descanso de Don Quijote Os invito a escucharla, es breve y deliciosa
Como todo el mundo sabe, el quijote también ha inspirado a los pintores. Uno de los ilustradores más famosos de la obra fue el francés Gustave Doré (1832 - 1883)que en el siglo XIX viajó a España para conocer los lugares cervantinos y poder inspirarse mejor. En este vídeo podemos disfrutar de algunos de sus impresionantes grabados.
A ver si reconocéis la música.
Pero esto no acaba aquí.
En 1761, a los 81 años, Telemann vuelve sobre El Quijote y compone una pequeña ópera cómica en un acto sobre un libreto de Daniel Schiebeler en el que se recrea el episodio de Las bodas de Camacho; la obra se tituló Don Quijote en las bodas de Camacho.
Dejo aquí la segunda parte y el coro final. Es lo único que he podido encontrar
Os deseo a todos un provechoso y musical Día del Libro
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