Miss Saigón, una travesía de dos años a través del mundo, I, por Guillermo Názara Reverter, autor invitado

Agradecemos a nuestro nuevo autor invitado, Guillermo Názara Reverter, esta magnífica crónica del musical Miss Saigon, basado en la ópera pucciniana Madame Butterfly, con ocasión de su reestreno en el West End londinense. Os invito a visitar su twitter y su canal de youtube, que son muy interesantes:

Nunca había sentido tanto dolor como en aquel día...Durante semanas, incesantes sentimientos de culpa y remordimiento acaparaban su mente por completo; no había cabida para nada más que el desolador debate al que se enfrentaba. ¿Cómo afrontar la pérdida de un hijo? ¿Cómo aceptar el hecho de que, en caso de que siguiera adelante, nunca más volvería a verlo? Lo más probable es que, con lo pequeño que era, después de unos pocos años ni siquiera la recordara. ¿Estaba dispuesta a pasar por algo tan sumamente desgarrador? Miles de preguntas recorrían su cabeza a un ritmo frenético, cuestionando cada una de las razones que la habían llevado a tomar aquella decisión. Sin embargo, en el fondo era consciente de que todos esos interrogantes no eran sino un producto del egoísmo, un vago intento por conservar cerca lo que más quería; pero ahora tenía claro que ella ya no era lo más importante...

Aquel día, más temido que esperado, terminó por llegar. Su hijo, al que había criado desde que nació, iba a volar a los EEUU, donde su padre, ciudadano norteamericano, lo esperaba. Jamás lo volvería a ver, pero ese era el precio que debía pagar para garantizarle una vida mejor; una vida de la que ella no formaría parte nunca más... Dominados por una extenuante sensación de tristeza y rabia, los dos rompieron a llorar. El pequeño no lograba entender por qué su madre lo abandonaba, por qué lo enviaba tan lejos de ella. Consciente de que necesitaría años para comprenderlo, ella se limitó a despedirlo y darle sus últimos besos y abrazos; en cuanto el niño subiera al helicóptero, ella ya no podría volver a hacerlo. Con los ojos enrojecidos e inundados de lágrimas, madre e hijo se dijeron adiós para siempre. Así se cerraba un intenso capítulo de más una década de duración; un episodio que culminaba con el fin de la estancia del niño en Saigón; y, en definitiva, un recuerdo cada vez más lejano por el que su madre rezaba para que nunca se disipase de la memoria del pequeño...

Alain Boublil no pudo evitar librase del tremendo impacto que aquella fotografía, tomada tras la Guerra del Vietnam, estaba a punto de propinarle. Aquella mujer anónima había perdido lo que más amaba, y había permitido que aquella desgracia sucediera por una sola razón: asegurar el bienestar de su hijo. Para él, se trataba del mayor sacrificio que una madre podría hacer; un sacrificio que, sin lugar a dudas, debía hacer llegar al resto del mundo. Acababa de gestarse la idea para su próxima obra...

Después del indiscutible éxito que Alain y Claude-Michel Schönberg habían cosechado con Los Miserables, ya nadie se atrevía a poner en duda sus ideas para nuevos musicales. Cuando estos le comentaron a Cameron Mackintosh, su productor, la intención de escribir un romance ambientado en la caída de Saigón, este se vio incapaz de emitir un solo <<pero>>. La historia le había conmovido: una joven vietnamita había perdido a su familia a causa de la guerra y se veía forzada a prostituirse para poder sobrevivir; durante su primera noche en el burdel, conocía a un soldado americano, llamado Chris, de quien, tras su primera noche juntos, se enamoraba.

En cuestión de días, los dos se volvían locos el uno por el otro. Aquella joven, llamada Kim, ya no era un simple pasatiempo con el que olvidar durante unas horas los horrores de cada batalla; se había convertido en algo mucho más valioso; un preciado tesoro que, desde luego, no dejaría atrás cuando tuviera que regresar a su país. Sin embargo, una vez más, la guerra daría un paso al frente para interponerse entre la pareja. El ejército de Ho Chi Min avanzaba con asombrosa rapidez y los americanos se daban cuenta de que no tenían ninguna posibilidad de vencerlo; debían abandonar Vietnam lo antes posible.

Con tan solo unos pocos minutos disponibles antes de la huida, Chris buscaba desesperado a su mujer, a la que no lograba encontrar por mucho que gritara su nombre una y otra vez. Envuelto en estruendos, chillidos de auxilio y un cielo teñido de rojo, un enorme helicóptero se elevaba sobre el desolado territorio vietnamita. En su interior, junto a otros militares, viajaba Chris, que miraba ansioso por la ventanilla, con el rostro empapado de lágrimas, en un último intento por dar con el paradero de su esposa. No la volvería a ver hasta dentro de dos años, y solamente lo haría durante un breve instante...

Madama Butterfly acababa de renacer por medio de la pluma de Boublil y Schönberg, que en unos pocos meses habían plasmado sobre el papel todo el primer acto. No se necesitó mucho esfuerzo para hacerse con el resto del equipo creativo. Tras un par de llamadas, el show ya contaba con un director de renombre, Nicholas Hytner, además de un coreógrafo, diseñador de producción y director musical. Pero había un pequeño problema que sin duda no iba a resultar fácil de resolver: ¿cómo iban a encontrar a una chica de diecisiete años apta para actuar, bailar y entonar una partitura de bel canto de más de dos horas ocho veces por semana?

Comenzaba así una colosal expedición por varios continentes para hallar aquel extraño talento capaz de dar vida a su tenaz heroína. La primera parada fue bajo los deslumbrantes carteles de neón que anidaban en las fachadas de los titánicos rascacielos de Times Square. En una amplia sala de ensayos con vistas al Imperial Theatre, hogar de los populares marginados de Víctor Hugo desde hacía ya un par de años, se iniciaron los castings para descubrir bajo qué nombre se escondía la tímida pero valerosa Miss Saigón. Sin embargo, salvo a algunos miembros del ensamble, los creadores no lograron encontrar a nadie lo suficiente válido para lo que el show exigía. Estaba claro que dar con la protagonista iba a ser una tarea ardua y extremadamente larga; todavía quedaba mucho mundo por explorar... 

La neuroeducación aplicada a la enseñanza del canto

En un post anterior comenté la publicación de Francisco Mora y el conocimiento del funcionamiento del cerebro aplicado a la educación. Voy a centrar estas líneas en las vinculaciones con la enseñanza del canto.

Aprender a cantar es una actividad que requiere mucha autoconciencia corporal y mucha reflexión y cordura mental, por lo tanto, es necesario desarrollar una atención dirigida a las propias sensaciones corporales y a los cambios que se producen en estas sensaciones y a lo que sucede a nivel mental y emocional. En muchas ocasiones explico que la técnica vocal es un conjunto de sensaciones corporales positivas que almacenamos en la memoria y a las que recurrimos de una forma cada vez más inconsciente cuando las necesitamos. Pero, para que esto suceda, el aprendizaje debe realizarse de una manera muy rigurosa y sistemática y sobre todo no se le puede pedir a la alumno cosas que no puede hacer.

Por otro lado, es esencial el clima emocional en el que se produce el aprendizaje, es algo que cuido muy especialmente en mis clases porque desde hace muchos años soy consciente de que generar un clima de confianza es esencial para que el alumno investigue y descubra todo el potencial de su voz. La voz, además, no es como otros instrumentos musicales, está íntimamente ligada a la psique de la persona, a su personalidad y sus anhelos. Cualquier indicación que hagamos en una clase debe ser cuidadosa y respetuosa con las características psicológicas de la persona. Deberíamos huir de todas las indicaciones que empiecen por un "no" del tipo "no hagas esto o lo otro" ya que el alumno lo percibe, en muchas ocasiones, como una negación de su personalidad.



Hay que hablar de lo positivo que se hace en una clase tanto o más que de aquellos aspectos que se deben corregir para mantener ese clima emocional positivo. Si el profesor está más pendiente de decir lo que se hace mal que de resaltar lo que se hacen bien, se genera una sensación de incompetencia en el alumno y puede salir de las clase desmoralizado y preguntándose: pero hago algo bien?", "será que no sé?, será que le pasa algo a la voz?". Una actitud crítica sin un buen clima emocional de confianza puede anular las mejores intenciones del docente. La educación vocal debe poner en el centro el desarrollo de la autoestima del alumno y no el nivel o la interpretación de obras difíciles. 

También es fundamental desarrollar la conciencia del valor del error ya que se trata de un proceso en el que se debe estar constantemente experimentando y evolucionando. Siempre digo que una clase de canto es un laboratorio de sonidos y todos son bienvenidos porque nos ayudan a aprender.

Repetir es esencial para aprender pero hemos de asegurarnos, en el canto que repetimos los buenos patrones musculares, las buenas sensaciones corporales sino todo será en vano. Por esta razón todas aquellas actividades que desarrollen nuestra autoconciencia corporal: técnica alexander, tai chi, yoga, pilates, meditación, visualización, etc serán sin duda una herramienta esencial para todo cantante.

Mora habla de la posibilidad de estimular el cerebro con la imaginación, considero este aspecto fundamental para los cantantes que no pueden estar todo el tiempo cantando y necesitan de estrategias de estudio diversas.

Y para terminar, la persona que se interesa por aprender a cantar ya viene con una gran motivación interna, seamos los docentes, muy cuidadosos y alimentemos ese motor con emociones y lenguaje positivo. Es nuestra obligación y responsabilidad hacerles crecer y amar la música y el canto. 

Si quieres conocer más de la publicación puedes hacerlo en este  Enlace

Neuroeducación o la educación del futuro

Esta es mi conclusión tras haber leído las reflexiones que Francisco Mora hace en su último libro titulado Neuroeducación: Solo se puede aprender aquello que se ama de Alianza Editorial. Y en el subtítulo encontramos una de las claves de la educación del futuro.  

Opino que la educación será emocional o no será ya que está demostrado que las emociones que impregnan los procesos son fundamentales para adquirir conocimientos y habilidades mentales. 

Considero esta publicación una lectura imprescindible para todos aquellos profesionales vinculados al mundo de la educación en cualquier campo ya que el libro explica, fundamentándose en las investigaciones científicas, aquellos factores que son fundamentales para que el proceso de enseñanza aprendizaje realmente sea efectivo y constructivo. Hasta ahora los pedagogos basaban su saber hacer en la experiencia, hoy en día hay aspectos que se corroboran gracias a los estudios del funcionamiento del cerebro pero hay otros que se deben reconsiderar.
Neuroeducación es, en palabras de Mora, "estudiar y aplicar los conocimientos del cerebro para una mejor enseñanza" ya que "aprender algo nuevo significa, en términos neurobiológicos, cambiar el cerebro". 
Mucho se habla de la funciones de los hemisferios cerebrales (drecho es holístico y global y creador y el izquierdo es analítico, responsable del lenguaje y matemáticas) pero hay que entender que funcionan de manera simultánea y en constante conjunción y que el aprendizaje está muy influido por el sistema límbico, un cerebro dentro del cerebro, responsable de las emociones. Se podria decir que sin emoción no hay aprendizaje. 
El aprendizaje del mundo es multisensorial, sobre todo en las fases mas tempranas. Los sentidos despiertan al niño al mundo exterior y las emociones a su mundo interior. Estas últimas encienden la llama de la curiosidad que a su vez es la fuente de la atención sostenida, aspecto esencial para el aprendizaje de cualquier cosa. Existen personas más y menos curiosas pero en el libro nos ofrecen estrategias para estimular la curiosidad.
La atención, como he comentado, es esencial para captar un aprendizaje pero si no se repite es imposible que se impregne en la memoria a largo plazo y por tanto que el aprendizaje se asiente. La memoria es el guardián de aquello que se aprende pero para conservarlo las personas deben encontrar utilidad en ello. Para que esto suceda es esencial repetir, experimentar y por lo tanto equivocarse. Se ha de poner en valor el error ya que en el sistema educativo está muy mal considerado y es un aspecto esencial del aprendizaje.
Se habla de la importancia de una buena alimentación, un buen descanso (incluyendo la necesidad de la siesta) amén de una buena iluminación y ventilación para mantener el cerebro en forma. 
También dedica un capítulo a los neuromitos y el que más me ha llamado la atención es el que se refiere a la actividad musical, escuchar música no provoca una mejora en las habilidades cognitivas, en cambio tocar un instrumento sí lo hace. 
Y el capítulo dedicado a los docentes excelentes destaca que es esencial conocer todos estos aspectos pero sobre todo ser unos buenos comunicadores, capaces de impregnar de emoción y pasión sus clases y dejar huella emocional de una manera positiva en los alumnos. Si se quiere mejorar como docente no sólo hay que estar actualizado en la materia sino que se han de adquirir y mejorar tanto los aspectos emocionales como comunciativos. Y cómo se aplica todo esto a la enseñanza del canto? En el siguiente post 

Puedes acceder al libro pulsando AQUÍ

Nuevas fechas para el taller: Mejora tu voz para hablar en público

Os presentamos las nuevas fechas para el Taller: Mejora tu voz para hablar en público.
 Es un taller de  3 horas que se imparte durante una mañana. 
Tendrán lugar en Castellón y son:

25 de octubre de 2014 de 10:00 a 13:00
21 de febrero de 2015 de 10:00 a 13:00
25 de abril de 2015 de 10:00 a 13:00

Si eres socio de la AAVV Raval de la Trinitat tienes descuento! 
El precio es por cada sesión.

Puedes reservar tu plaza en info@vocalcenter.es



Cantantes del siglo XXI: Alba Guerrero: "Que canten con su propia voz, sin imitar a nadie"

Tenemos el honor de contar en la serie de Cantantes del siglo XXI con Alba Guerrero, cantaora de flamenco, artista, investigadora y madre. 

¿Cuál es la primera experiencia que recuerdas con la música? 
Tengo varios recuerdos bonitos. De pequeña, mi padre tocaba la guitarra y cantábamos todo tipo de canciones, desde Bossa Nova (Jobim, Toquinho...) hasta Kiko Veneno o The Beatles. Mi abuela María tenía un libro de canciones con xilofón que todavía conservo para cantar con mi hija y mi abuelo Antonio nos cantaba a todos los primos y luego nos grababa en casetes, era muy divertido.

¿En que momento decidiste que querías ser cantante? 
Lo recuerdo muy claramente, tendría 15 años. Fue una Nochebuena en Huelva cantando flamenco con un grupo de amigos. Me lo pasé tan bien que quise hacer eso siempre.

¿Qué personalidad musical crees que te influyó más en tu carrera? 
De algunos fui consciente y de otros no, pero bueno, al principio creo que me influyeron mucho Lole y Manuel con sus letras poéticas y la voz de la Lole; el dúo de Paco de Lucía y Camarón que me cautivó como buena aficionada que ya era, o las opciones más rockeras del flamenco como los grupos Pata Negra o Triana. Después los maestros con los que estudié, Naranjito de Triana y Chiqui de la Línea. Finalmente Enrique Morente, que es a mi parecer, el que más influye en todo lo que se está haciendo en el flamenco desde hace unos años.

¿Cuáles son tus cantantes o músicos favoritos? 
Son tantos que no cabrían. En estos momentos Carles Dénia http://www.carlesdenia.com es uno de mis preferidos, en sus múltiples facetas de cantante, cantaor, músico, arreglista y productor. Sin embargo la vida me ha llevado a escuchar el disco de nanas “Les plus belles berceuses du monde” y me tiene alucinada. La cantante de jazz Carmen McRae es otra de mis preferidas. Por otra parte, nunca dejo de escuchar flamenco clásico porque me gusta y para aprender de artistas como Antonio Chacón, La Niña de los Peines, Manolo Caracol, Antonio Mairena, Manuel Vallejo, Juan Mojama o Carbonerillo por citar algunos. Y de los flamencos actuales, como he dicho antes Morente, además de escuchar todo lo que va saliendo, soy muy curiosa y me gusta escucharlo todo.

¿En qué repertorio te sientes más a gusto en la actualidad? 
A lo largo de mi carrera he cantado muchos repertorios diferentes. He cantado tanto canciones o encargos de otras personas como mis propias composiciones. Especialmente me gustó hacer los arreglos para cuatro cantaores en mi espectáculo Polifonía Jonda, donde se cantan arreglos vocales para cantes flamencos tradicionales, algo que no se había hecho antes y cuyo proceso me hizo aprender mucho a nivel musical, humano y técnico. Lo que más estoy cantando en estos momentos es el flamenco clásico. Como puedes imaginar, no se trata de un repertorio comercial, sino de unas melodías que se crearon hace más de cien años y que me siguen enamorando a través del tiempo. Si me lo permites, diría que la calidad y la elegancia nunca pasan de moda.

Cuéntanos, por favor, alguna experiencia o anécdota que te venga a la memoria que tenga que ver con tu voz o tu experiencia profesional (en algún curso, o concierto…
Cuando el gran cantaor y mejor amigo José Guerrero “Tremendo” me enseñó cómo hacer que mi voz sonara “agarrada”, “sujeta”. Y esto lo conseguí apoyando, activando la faja abdominal ya que antes fijaba más la atención en la garganta. A partir de ahí empecé a cantar de una manera mucho más interesante y rica para mí. El cambio ha sido progresivo pero radical, ahora cada vez que canto es diferente a las demás, me lo paso en grande y además mi instrumento me acompaña y me responde. 

¿Qué opinas de la situación actual de los músicos y los cantantes? ¿Que crees que debería cambiar? 
La crisis nos afecta a todos. En nuestro entorno se traduce en menos oportunidades para hacer música en directo y en una bajada espectacular del cachet; y eso cuando lo hay, porque en muchas ocasiones se pretende que vayamos a trabajar sin cobrar, para hacernos promoción, como si la promoción se comiera. De la industria discográfica no hablo porque no existe; la mayoría de los artistas se tienen que producir ellos mismos el disco. La ayuda institucional brilla por su ausencia. Sobrevivimos porque tenemos mucho amor a nuestro arte y eso nos da ánimos para seguir. La creatividad nos salva de la depresión en la que una gran parte de la población se ve abocada por no tener trabajo, pero aún así, sigue siendo una situación muy delicada donde hay que trabajar duro y sin descanso.

¿Qué proyectos musicales tienes en mente realizar
Como proyecto musical, quiero grabar un disco con un repertorio especial, pero prefiero no adelantar nada. Lo que ocurre en mi caso es que paralelamente al trabajo artístico, llevo a cabo una investigación privada sobre la técnica vocal en el cante. Tengo encima de la mesa la propuesta de escribir un libro y son muchas las voces que lo están pidiendo porque no se han realizado estudios serios sobre el tema. Como no se puede hacer todo a la vez, haré una cosa después de la otra, espero.

¿Qué consejo o recomendaciones darías a los que empiezan ahora a estudiar canto? 
A la gente que empieza a cantar flamenco les diría que el punto de partida es escuchar muchas horas de cante, todas las que puedan, ya sea en directo o en grabaciones. Que escuchen a los maestros. Les diría también que canten con su propia voz, sin imitar a nadie.

¿Quieres añadir algo más sobre tu relación con la música o con el canto? 
Con los años he visto que cantar tiene un gran poder curativo. Cuando de pequeña me ponía enferma, recuerdo que cantaba y me sentía mejor. Con mi hija pasa lo mismo, cantar es una de las mejores cosas para hacer con ella.