Ópera para niños: dos apps didácticas

Se trata de la genial Play Ópera, de DADA Company & Ópera XXI ( www.dadacompany.com y www.operaxxi.com ) y Vamos a la Ópera, de los mismos autores, en descarga gratuita. 
Play Ópera es una herramienta para acercar a los niños al mundo de la ópera. Han conseguido mediante animaciones interactivas contar historias de: Turandot, La flauta mágica, Rigoletto, La Cenerentola (más conocida por los niños como Cenicienta:) 

Es de celebrar que hayan incluido una zarzuela, Luisa Fernanda de Federico Moreno Torroba, una manera de mostrar que en lengua castellana también existe un repertorio maravilloso.

Vamos a la ópera, que estimo más adecuada para niños más mayores, hace una descripción y recorrido por dentro de un teatro de ópera mostrando muchas de las profesiones implicadas en la producción de una ópera. 
Su interactividad favorece que los escolares mantengan el interés y al docente le ayuda a trabajar estos contenidos. 
Personalmente, las animaciones me han parecido muy creativas y elaboradas, bien sincronizadas con el desarrollo musical, en versiones escogidas estupendas. Cuando los productos digitales, como éstos, tienen gran calidad, todos disfrutamos.

Los hilos de la creatividad

Cuando estudiamos canto tenemos que ser sistemáticos, pero no podemos olvidar que en el estudio tiene que haber un componente de creatividad siempre, es decir, un pensamiento flexible que nos permita hacer los ejercicios de maneras diversas, abordar las obras desde una óptica siempre variada.

Descubriremos más posibilidades de la voz si exploramos al máximo todos sus recovecos. Si entendemos la clase de canto como una especie de "laboratorio" donde probar, ensayar, descubrir, encontrar, y sorprendernos con aquello que, siempre, seguro, nuestra voz nos permite hacer. 

De nada sirve hacer siempre los mismos ejercicios vocales independientemente de las necesidades del momento o de las competencias que se quieran adquirir, es decir, si queremos aprender a hacer, por ejemplo, picados, el inicio de la clase nos tiene que llevar a poder abordar ejercicios de este tipo. 

El resultado siempre es producto de una secuencia de trabajo y si siempre se trabaja de la misma manera siempre se obtiene el mismo resultado (y no se avanza en el increíblemente vasto mundo de la técnica vocal). 

A la hora de abordar las obras debemos ser muy creativos, buscar diferentes caminos, entender que puede haber más de una solución a un problema, hacer la interpretación nuestra encontrando la solución que más se ajusta a nuestra personalidad y a nuestras características vocales. Está bien tener referencias externas de otros cantantes pero la interpretación realmente válida será aquella que esté filtrada por nuestra mente y nuestro corazón.

Cómo ejercitar la concentración en músicos

Como todo músico sabe, la concentración a la hora de actuar o audicionar es esencial. Si nos encontramos verdaderamente concentrados, los nervios y el miedo tienen menos hueco, centrando nuestro pensamiento en la música.

Lecturas recomendadas:

El primer lugar en el que debemos aprender a concentrarnos es en el cuarto de estudio. A menudo, nuestros pensamientos divagan mientras estudiamos, lo que probablemente dará lugar a que lo hagan cuando actuamos en público. Veamos aquí una infografía que nos muestra en qué cosas se centra nuestro pensamiento cuando estamos distraídos.

concentracion

 

 ¿Cuáles son las principales causas de que no seamos capaces de concentrarnos?
  • Tanto en el estudio como en la actuación, el hecho de pensar “Concéntrate” “Deja de pensar en eso y piensa en las notas” o cosas similares, ya nos están desviando de la acción de tocar o cantar.
  • La falta de interés, que provoca el aburrimiento. Por ejemplo, si nos ponemos a estudiar tocando una ejercicios que de sobra dominamos, es posible que estemos tocando y al mismo tiempo pensando en otras cosas. Hay que ponérselo más difícil, ser tu propio profesor y darle una vuelta de tuerca a aquello que te provoca falta de interés. En el caso de la actuación, esto puede venir por tocar una obra demasiado fácil para nuestro nivel. ¿Nunca te ha pasado en la orquesta o el coro que te distraes cuando tocas un acompañamiento repetitivo? También hay que saber “buscarle las vueltas” a este tipo de situaciones para no perder la concentración. Por ejemplo, hacer ese acompañamiento más interesante.
  • Demasiada complejidad en el estudio o la obra elegida. Cuanto mayor es el esfuerzo requerido para mantener la atención, más difícil es concentrarse. ¿Alguna vez os ha pasado que leéis un texto demasiado complejo y empezáis a pensar en otra cosa? Se trataría del mismo efecto, pero interpretando o estudiando algo demasiado complejo.
Manera de evitar la desconcentración
  • Si lo que nos distrae mientras estudiamos son los asuntos pendientes o las situaciones que nos provocan estrés, una buena solución es tener cerca lápiz y papel. “No debo olvidarme de tal cosa” Apuntas el asunto que te distrae del estudio y continúas, teniendo la tranquilidad de que ya no lo vas a olvidar. Tómate el momento de estudio como un pequeño retiro en el que los problemas no entran, porque en ese momento no los vas a solucionar.
  • Concéntrate en las pequeñas cosas. Piensa en los detalles de cada ejercicio u obra que estés practicando. No pienses en el sonido resultante, piensa en sus detalles: los movimientos que realizas, la relajación de cada músculo, la articulación, la dinámica, el timbre… ve saltando de un detalle a otro y poco a poco piensa con más perspectiva hasta llegar a concentrarte en el sonido conjunto.
  • Ejercita la concentración en las situaciones cotidianas. No pienses en dos cosas a la vez, intenta mantener ese tipo de concentración al detalle cuando barres, cocinas, cuidas las plantas, caminas, lees… con cualquier actividad.
  • Utiliza técnicas de relajación. La concentración implica serenidad y relajación. A su vez, las técnicas de relajación requieren de concentración, con lo cual, practicar este tipo de técnica ayudará a que te mantengas más concentrado. Puedes consultar una buena técnica de relajación en este post.
El estado de flow

Seguramente, no es la primera vez que oyes esta palabra. Muchos deportistas hablan de ello, bailarines, músicos… El estado de flow no es otra cosa que la sensación de estar completamente aislado y sumergido en un actividad. Esta sensación está fuertemente unida a una concentración plena. Algunas personas hablan incluso de la palabra trance o de sensaciones como que el tiempo pase más lento, que las personas se mueven despacio a su alrededor…

Para llegar a este estado, la concentración juega un papel muy importante, es la fusión completa entre físico y mente, el pensamiento no da vueltas ni se dirige a otro foco, se mantiene concentrado en la acción que se realiza. El estado de flow no es cosa de unos pocos, seguro que si te paras a pensar, alguna vez lo has sentido. Por ejemplo, leyendo o pintando… realizando actividades que requieren de toda tu atención, hasta tal punto que no te das cuenta si alguien a tu lado de habla.

Si quieres saber más sobre el flow, te recomendamos leer Fluir (Flow): La psicología de la felicidad.  

 

Cuando cantar es un juego

La técnica vocal no es más que una herramienta para expresar aquello que llevamos dentro a través de la voz porque la finalidad es que seamos capaces de jugar con ella y disfrutar. 

Siempre se ha de procurar buscar una naturalidad tanto en la emisión de la voz como en la expresión de aquellas canciones que cantamos. La actividad de cantar requiere aumentar la conciencia corporal, mental y auditiva de una persona pero no puede bloquear la actividad en sí. 

Si, cuando cantas, notas preocupación ésta se transmitirá a tu cuperpo y a tu voz; si estás más pendiente de hacer una nota que de expresar lo que dices se notará en tu actitud y tu público percibirá esa falta de naturalidad. Deberíamos de huir de posturas y poses prefabricadas porque a la larga se convierten en una cárcel física y mental. 

Procura cantar siempre cómodo, intenta jugar y explorar recursos de tu voz, déjate guiar por un buen profesor de canto, trabaja con deportividad y con alegría y sé flexible! Cantar debe ser como jugar, un acto de diversión y crecimiento que proporcione sensaciones placenteras!

Os dejamos este vídeo de pura diversión, control y conciencia en el que Diana Damrau canta el aria de Candide de Berstein.

Yo también puedo cantar bien

Peter Pfordresher, investigador estadounidense, ha estudiado a fondo sobre la capacidad humana de cantar. En uno de sus muchos estudios estableció cuatro hipótesis acerca de las razones por las que hay personas que no cantan bien (porque no oyen bien, porque no controlan su aparato fonador, porque no retienen lo escuchado o porque no pueden convertir el estímulo sonoro en acción motriz por cuestión de conexión entre hemisferios). 


De su trabajo (2005) se desprendía que en el 95% de los casos las personas podían aprender a cantar con entrenamiento vocal adecuado y que por tanto, tan sólo, un 5% de la población sería incapaz de cantar bien.
Estas conclusiones son totalmente equiparables con la realidad que me encuentro a diario: han sido casi nulos los casos en los que no haya podido ofrecer una formación en técnica vocal que mejorara las competencias canoras de los alumnos. 

Generalmente, las personas que acuden a mis clases que no cantan al principio bien es porque desconocen el correcto funcionamiento de la voz o porque tienen que modificar una mala memoria muscular aprendida anteriormente o porque tienen una falta de bagaje musical y han escuchado tan poca música vocal que apenas tienen referencias auditivas.

Todos estos casos sumado a que en general se tiende a pensar que o se canta bien o no, como si fuera de un determinismo genético atroz :), hacen que muchas personas se autoatribuyan erróneamente que no son capaces de cantar bien cuando ni siquiera lo han intentado.

Os animo a dar el primer paso a todos (ya que el 95% tienen la capacidad de desarrollarse vocalmente) y se encaminen... a cantar felices!