Por qué en España cualquiera puede enseñar a cantar (y no debería ser así)

No es garantía suficiente para un alumno que quiera estudiar canto que el profesor solamente sepa cantar. Enseñar a cantar implica que el profesor debe poseer un vasto cuerpo de conocimientos en relación a la anatomía, la fisiología, la psicología, la pedagogía, la didáctica y un largo etcétera, además de saber cantar... No se puede enseñar nada que no se sepa hacer.

Tradicionalmente la profesión no ha estado suficientemente regulada de manera que cualquiera que quisiera o le apeteciera, podía autoproclamarse "profesor de canto", incluso conozco casos de docentes que se han inventado completamente su currículum. 

Aconsejo a todos aquellos que quieran aprender a cantar que pregunten en la Asociación Española de Profesores de Canto por aquellos profesionales avalados por la misma, de manera que puedan evitar posibles abusos y prácticas perjudiciales para las voces de los alumnos. 

En este blog hemos hablado en anteriores ocasiones de las cualidades que debería reunir un buen profesor de canto. En última instancia es responsabilidad del alumno permanecer o no continuando su proceso con un determinado profesor.


En el caso de percibir que no se mejora sino que la voz está cada vez peor, se debería pedir el asesoramiento de un médico otorrino o foniatra, el cual, con sus informes podrá determinar si el trabajo vocal que se está llevando a cabo es el adecuado. Lamentablemente, el intrusismo se encuentra en todas las profesiones y el mundo del canto no es una excepción. Tenemos, sin embargo, como colectivo herramientas para señalar a aquellos "profesores" que realizan una mala praxis. 

Pedagogía vocal centrada en el alumno

Ya cuando un alumno llega a clase por primera vez tiene, generalmente, unos gustos musicales determinados, una afinidad hacia un tipo de música concreto. En el caso de los adolescentes, además, forma parte de su personalidad, su autoestima, su identidad, etc...

Cuando los alumnos vienen a mi clase por primera vez les pregunto qué tipo de música les gusta cantar o escuchar. Esto me da información de pautas y premisas sobre el estilo e identificación musical del alumno. 

Recuerdo cómo una alumna una vez se emocionó, ojiplática :), cuando le hice hace años esta pregunta. Me confesó que "jamás nadie le había preguntado, que nadie se había interesado por sus gustos"después de estar siete años en un centro educativo musical. 

Si desde el mundo musical no centramos el proceso de enseñanza/aprendizaje en los intereses que llevan al alumno a acudir a las clases de canto o música (máxime en la enseñanza no reglada) estaremos castrando toda su ilusión y la "llama" de su aprendizaje. 

Parece muy obvio lo que digo, pero sé que se dan muchos casos de profesores que sólo intentan encauzar a su alumnado por un único estilo, casualmente el único que domina el profesor. No es la mejor manera de motivar a un alumno intentar "embutirle" aquel tipo de estilo que el profesor conoce, pues un profesor de canto que se precie de serlo debería ser capaz de saber enseñar diferentes estilos y géneros vocales.

Así que recuerden bien, el centro de la pedagogía vocal no es el profesor, sino el alumnado!

TEMAS DE CANTO que aparecen en la "Guía Práctica para Cantar"

Hoy comparto con vosotros en absoluta primicia la portada y el índice de contenidos de mi próximo libro, "Guía práctica para cantar", en todas las librerías y en Amazon dentro de la colección Ma non troppo/Taller de música de la Editorial Redbook, grupo editorial Robinbook. Espero os sea útil 

Capítulo 1: ¿Cómo funciona la voz?

1.1. El aparato fonador
1.2. Las cualidades del sonido y el aparato fonador
1.3. Esquema corporal y esquema corporal vocal
1.4. Principios del desarrollo muscular
1.5. Principios de la fonación

Capítulo 2. ¿Cómo se puede ejercitar y desarrollar la voz?

2.1. La postura
2.2. La respiración
2.2.1. Los músculos espiradores y su acción en el canto
2.3. La emisión
2.3.1. La coordinación fono-respiratoria
2.3.2. El ataque del sonido
2.4. Resonancia
2.4.1. La apertura de la boca
2.4.2. La altura de emisión
2.5. Articulación
2.5.1. La articulación en la voz cantada
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Notas sobre el canto y su docencia (Paula Anglin), II

Sobre la interpretación y el estudio: 
 - Investigar la orquestación de las obras porque nos da pistas del tipo de sonido, resonancias. Saber qué instrumentos tocan es esencial, no es lo mismo cantar sobre trompas que sobre violines. Escuchar una versión con toda a orquesta y marcar en la partitura los instrumentos y adecuar el estudio vocal a ello es muy importante para después adaptar la interpretación a los colores que ha pensado en compositor. 

- Es duro deshacer un error, se debe ser muy meticuloso en el estudio para no hacer errores que después cuesta mucho deshacer! Aprender directamente de la partitura y no escuchando versiones. Antes de que llegue el problema técnico el cantante debe preveerlo y no se debe insistir sobre los problemas, volver un poco atrás.

- Como se piensa la emoción sale la voz 

Sobre el trabajo escénico: 
- Cuando las obras tienen una introducción muy larga hay que pensar qué se hace durante ese tiempo. El cantante necesita un plan para no ponerse nervioso, qué hacemos durante esta introducción, se debe pensar en qué hacemos con el cuerpo y con la respiración. Se puede calcular cuanto aire se va a necesitar  y practicar en los ensayos de manera que cuando se llegue al concierto ya esta la respiración integrada.  Si el cantante se concentra en el plan no tienes tiempo de ponerte nervioso.

- En el escenario todo lo que se avanza no se deber retroceder porque se pierde el círculo de energía que se establece con el publico. Si se ha de retroceder mejor dar la espalda porque este gesto incluye al publico, nunca andar para atrás. Estas reglas de movimiento son comunes para todos los estilos y géneros. 

- A la hora de comenzar una canción hay que establecer una consigna con el pianista y lo más adecuado es levantar la cabeza cuando se esta preparado. 

Sobre el trabajo docente: 
 - Observar a los alumnos y ver los efectos dominós que hacen que las cosas o salen. Lo único que es fiable es el cuerpo, no el sonido.

 - Los cantantes siempre se están juzgando y siempre lo hacen en el peor sentido. Es difícil parar los pensamientos negativos y sustituirlos por un pensamiento negativo. Hay que saber discriminar lo que se hace bien de lo que se hace mal con objetividad. Como profesores debemos decir las cosas buenas y comunicar los aspectos a mejorar de una manera objetiva proporcionando el camino a seguir.

- Aceptar las sugerencias de los alumnos, el trabajo de un profesor es explorar las voces no decir siempre lo que se tiene que hacer.

- El profesor siempre ha de facilitar el camino para que el alumno tenga una experiencia de disfrute al cantar.

Y tú de quien eres…

Es frecuente encontrar en el mundo de la música clásica biografías y currículums que obvian la labor del conjunto de los profesores que han ayudado al cantante a llegar a ser lo que es y prestan demasiada atención, excesiva, a los profesores de canto.

Dudo mucho que haya sido sólo labor del profesor de canto enseñar: lenguaje musical, armonía, historia de la música, estética, idiomas, piano, escena, repertorio, y un largo etcétera, siendo todas estas materias competencias necesarias para la formación integral de un cantante, sin las cuales quedaría totalmente limitado.

Antaño era responsabilidad de un único profesor la formación integral del músico y tenía sentido citar a un único profesor, era una época artesanal, podríamos decir, de la enseñanza musical. Hoy en día es un vasto conjunto de profesionales los que están implicados en la formación musical y todos ellos merecen un sitio igual, pues la aportación de cada uno es igual de imprescindible. 

Recuerdo con especial cariño a los profesores que me animaron a seguir en los momentos difíciles, como Carlos Gimeno, Agustín Manuel Martínez, Pilar Fuentes, Mariela Gómez Pardo, Francesca Roig, Alan Branch, Alba Rosa Forasté, Tomás Gilabert, Miguel Gironés, Mª Carmen Sansaloni, Gabriel y Santiago Casero, Luciana Serra, Manel Ruiz... Todos ellos creyeron en mí y me aportaron muchísimo en mis estudios. A todos ellos debo gratitud por siempre y admiración por su labor bien hecha.

Me parece justo que hagamos de vez en cuando un examen de conciencia y, aunque sea en privado, les reconozcamos a esos profesores su aportación en nuestro crecimiento.