Por qué la actitud de un músico es más importante que su talento

Mi anterior publicación sobre cómo evitar las interacciones tóxicas con otros músicos causó impacto en las redes sociales. Y es que si alguna vez te cuesta sentirte a gusto en entornos con músicos o te preguntas sobre la diferencia entre trabajar con buenos músicos y músicos con buenas actitudes, sigue leyendo.

El artículo original se podría resumir en:

“No es malo establecer límites en función de las actitudes de las personas con las que estás haciendo música. Si los otros músicos no te hacen vibrar o te hacen sentir peor, puedes irte”.

Esto es aplicable tanto si eres principiante como si eres experto. Y hay dos factores que contribuyen en esta dinámica poco saludable, que son:

La cultura.

Estamos separados en comunidades con diferentes destrezas musicales y perspectivas. Cada comunidad promueve la enseñanza musical a su manera, de modo que los músicos se encuentran separados por un abismo de malentendidos; por ejemplo, músicos de jazz frente a músicos clásicos.

Psicología.

La inseguridad puede hacer que los músicos seamos reacios a las novedades. A menudo los expertos se sienten incomprendidos de modo que vencen esa sensación proyectándolo y alienando a los estudiantes. Cambiar la cultura puede influir en la psicología. Cambiar nuestra psicología puede influir en la cultura.

Mi propios Talleres de Cuerdas creativas están diseñados para crear un espacio seguro para un intercambio sano, de modo que, sea cual sea tu nivel de conocimiento en estilos no clásicos, teoría, improvisación y temas relacionados, puedas aprender nuevas destrezas mientras mantienes un estado psicológico positivo.

Cuando entras en una entorno musical nuevo para ti, es importante saber cuándo tocar y cuándo simplemente mirar y escuchar. Es importante equilibrar el deseo de participar en la refriega con el respeto por los expertos que están tocando. Por otro lado, si estás en el lado de los expertos y otras personas a tu alrededor están aprendiendo, debes encontrar la forma de que, por un lado aprendan, y por otro se sientan bienvenidos y partícipes.

Estos son algunos de los comentarios de personas sobre el artículo original:

“…Cuanto más nos centremos en lo que buscamos como artistas y “empresarios autónomos” y cuanto más fomentemos la comunidad de personas con las que disfrutamos, menos nos afectarán esos problemas”.

“…Cuando las personas (incluso las de éxito) se sienten inseguras, actúan de una manera rechazable… En realidad esto es más por su propia yo crítico o por estar preocupado por mantener su posición/reputación como autoridad.”

Neil Gilfillan, un maestro violonchelista con estupendos vídeos que promueven la creatividad a partir de los estudios del Método Suzuki, preguntó:

“¿Qué podemos hacer para que los músicos de todos los niveles se sientan bienvenidos, a gusto, y desarrollen esa cultura?”

Algunas de las respuestas:

De la violinista y educadora canadiense Erin Foreman:

“Para los principiantes en un nuevo entorno es útil tener un repertorio de formas de participación que garanticen el éxito, que se puedan adaptar al nivel de cada uno y que sean aceptables por todo el grupo, o que proporcionen un marco de referencia a la persona que no está muy segura de cómo comportarse… Simplemente un poco de apoyo es realmente útil a veces.”

Acerca de esto, Neil escribió comentando su primera experiencia en el Taller de Cuerdas Creativas, como:

“se me acercaron con una gran sonrisa y me dijeron que tenían una tabla que podía leer… y cuando me puse nervioso me animaron a ir apor ello y que sería divertido. Tenían razón, y desde entonces los he visto animar a músicos de todos los niveles que se veían atascados, con la misma actitud.”

En resumen: ya sea aprendiendo o enseñando, todos tenemos la responsabilidad de ser respetuosos y amables. Solo porque alguien sea un gran músico, no hay que permitirse ser irrespetuoso. Podemos admirar a alguien por sus habilidades, pero al final del día, la actitud es más importante.

Más información:

Christian Howes web

Un repaso al método O’Connor

Ya tengo en mis manos los dos primeros volúmenes del método O’Connor de aprendizaje de violín. Llevaba bastante tiempo queriendo hacerme con él, pero lo cierto es que no es fácil desde España y sólo he encontrado una tienda on-line que me lo enviara. Tardó un mes en llegar pero al final llegó sin ningún percance.

Y es que este método, que conocía por referencias desde hace tiempo, y del que ya escribí un artículo introductorio, me interesaba especialmente porque, a diferencia de la mayoría de métodos, libros de ejercicios o sistemas de aprendizaje de técnicas, no está basado en la música clásica ni su objetivo es dominarla, sino que, para enseñar los fundamentos del instrumento, se basa en la música popular norteamericana, con una rica tradición de interpretación de violín. Y ya he comentado a menudo cuánto me gusta el folk anglosajón.

En esencia, el método O’Connor está muy claramente inspirado por el método Suzuki. Al igual que el famoso método japonés construye, mediante canciones de dificultad creciente, un sistema basado en la escucha frecuente, la repetición y la inclusión progresiva de cuestiones técnicas.

Como en realidad Mark O’Connor lanzó su método (aparte de para enriquecerse), para competir con el método Suzuki (es simplemente terrorífico las barbaridades que este señor ha proferido sobre el método Suzuki en general y sobre Shinichi Suzuki en particular), voy a analizarlo incidiendo de forma especial en aquellos aspectos que diferencian a ambos. Y es que, si leemos los 8 principios del trabajo de O’Connor, vemos que bastantes de sus fundamentos se basan en los que fomenta el método japonés.

Ocho principios del Método de violín O’Connor.

  1. Escucha. Escucha los audios de referencia cada día. Desarrollar una buena técnica de violín depende del entrenamiento del oído. Canta o tararea los temas, con letra o sin ella. Escucha tus músicos favoritos cómo interpretan música.
  2. Práctica. Intenta practicar todos los días. No hay otra alternativa a pasar tiempo con el instrumento. Este método es accesible para estudiantes desde los 3 años en adelante. Una buena regla es practicar 5 minutos al día por cada año de la edad que tengas hasta los 12 años. Una hora diaria producirá una progresión firme. Practicar más tiempoproducirá un avance más rápido de la sensibilidad artística y física.
  3. Progresión. Estudia las canciones en el orden que aparecen. Están ordenadas cuidadosamente añadiendo capas de nuevas capacidades sobre las ya fijadas. Sigue tocando lo ya aprendido. Este método es acumulativo, no sólo lineal. Practica cada pieza hasta que te resulte fácil, no sólo hasta que sea correcto.
  4. Ejercicios. Los ejercicios pedagógicos deben complementar el estudio de las canciones. Algunos de estos materiales se incluyen en las “learning pages” así como gráficos a lo largo de los libros. Tu profesor también te ayudará a localizar los puntos de progresión de cada pieza y ayudará creando ejercicios de práctica puntual cuando sea necesario. Los dedos se muestran en las primeras canciones (recomendaciones sobre el cuarto se indicarán también más adelante).
  5. Ejecución. Toca con las grabaciones de referencia de acompañamiento. La música es un lenguaje, y se aprende mejor imitando a alguien que habla ese lenguaje. Copiar mi entonación, tono y fraseo desarrollará un buen fundamento para futuras interpretaciones y tu propia creatividad. Los audios de acompañamiento de piano se incluyen también en mis grabaciones de referencia para desarrollar un control independiente de la línea de solo, y la capacidad de tocar junto a otros. Estos audios puedne usarse también como acompañamiento para interpretaciones cuando no hay acompañante físico. La partitura de acompañamiento de piano también está disponible.
  6. Pertinencia. Familiarízate con el contexto histórico de cada pieza. Adquirir conocimiento sobre los muchos estilos de música que conforman nuestra herencia musical proporciona una coherencia a nuestro propio desarrollo musical. Los estudiantes que adquieren este hábito a edad temprana desarrollan un certero conocimiento de la historia de la música y de su apreciación, y los convertirá en músicos más completos.
  7. Creatividad. La creatividad individual se ve alentada desde las primeras fases del aprendizje mediante la inclusión de sugerencias de improvisación en las páginas de instrucción. Entender la forma musical y como se estructura una canción u obra musical se apoya añadiendo las letras, los fragmentos del tema y los símbolos del acorde (progresión armónica). Esto resulta muy importante también en el aprendizaje de la improvisación. La adquisición de un sentido de la armonía se apoya también con la inclusión de duetos que pueden ser tocados por el profesor o por un estudiante más avanzado.
  8. Expresión. Te presento a Fiddle boy. Aparecerá aquí y allá en los primeros libros. Creé esta caricatura hace años para ayudarme a describir cómo fue interpretar “The Fiddle Concerto” con orquestas sinfónicas por todo Estados Unidos. Me descubrí queriendo comuncar el lenguaje y expresión de la música tanto como de las notas y la técnica. Es un coleguita, un aydante, que hace todo de un modo un poco diferente. Le encanta expresarse, como podrás ver por su divertido peinado y su forma de tocar. Fiddle Boy quiere ayudarte a descubrir las emociones de las piezas para que puedas expresar tus propios sentimientos a través de la música que has aprendido.

Mark O’Connor, 2009

Al igual que con el Suzuki, El Método O’Connor ofrece diversos cursos y campus para formar profesores que así pueden ser “profesor certificado”. Lamentablemente sólo se imparten en EE.UU, de modo que si queréis presentaros como profesor O’Connor “pata negra” tendréis que viajar y hacer un curso para obtenerlo.

La parte buena:

  • Utiliza el color en muchas páginas (aunque no lo aproveche tanto como podría como herramienta pedagógica).
  • Las partituras incluyen los acordes de cada tema, lo que es una gran idea. Es frustrante que no haya ninguna versión o anexo del método Suzuki que lo incorpore, pero Mark O’Connor conoce la importancia de saber la progresión armónica para un violinista que no quiera limitarse a leer maquinalmente una partitura, y lo ha incluido en todos los casos.
  • Los audios de música son de libre acceso en la web del método.
  • Muchos temas se incluyen con variaciones de dificultad variable, lo que enseña al alumno que la música no es algo cerrado y fijo como parece sugerir la música clásica, sino que se pueden hacer versiones, y se anima a incorporar improvisaciones e ideas personales.
  • El método introduce entre los temas diversas explicaciones sobre compases, tonalidades, diferentes signos, movimientos de arco, etc., que complementan y enriquecen el aprendizaje de cada canción.
  • Introduce técnicas modernas, como el “chop”, que no recogen otros métodos. En el volumen II ya se incluyen las primeras instrucciones para “chopear”.
  • Hay temas que incluyen versión a dos violines, para que toquen alumno y profesor juntos. Aunque el método Suzuki tiene publicaciones complementarias que incluyen esta característica, es de agradecer que aquí los encontramos en los libros principales.
  • Muchas piezas no solamente están explicadas técnicamente, sino que también hay sugerencias sobre la expresividad, las emociones u otras sugerencias de estilo que despiertan la imaginación para tocar con los sentimientos en mente, no sólo la técnica.

Menos bueno:

  • El diseño es algo tosco. Incluso las portadas están diseñadas con un clip art pixelado.
  • Sólo he repasado los dos primeros volúmenes, tal vez luego cambie pero, al estar basado mayoritariamente en temas tradicionales americanos, hay poca variación armónica en los temas; casi siempre está en modo mayor y con muy pocos acordes.
  • Por el mismo motivo, hay poco espacio para formas de tocar muy legato o muy piano.
  • En volúmenes avanzados se incluyen temas clásicos, pero su aparición es muy escasa en comparación con su importancia relativa en el desarrollo de la técnica del instrumento.
  • Aunque los dos primeros volúmenes vienen con un CD de audio incluido, el resto ya no los incluye, y debemos extraerlos de la web. Esto no sería un problema, pero lo cierto es que todos tienen el mismo precio, lo que no me parece muy justo.
  • Aunque en los libros en sí no aparece, mis referencias son que se supone que en las clases con el profesor se debe realizar una especie de plegaria, una Promesa de Lealtad a valores musicales americanos, escrita por el propio O’Connor, y este compromiso se debe recitar todos los días antes de comenzar a practicar. O al menos esa es la idea original.
  • Sólo está en inglés.
  • Es difícil hacerse con él en España, y tampoco hay aquí (que yo sepa) profesores formados y con el certificado para impartir el método.
  • Si lo que te gusta realmente es la música clásica, este no es tu método.

Conclusión:

Tengo que decir que esta publicación me ha gustado mucho. Soy fan del bluegrass y el old time americano, y siempre he admirado a Mark O’Connor como músico e instrumentista; su talento es innegablemente inmenso y su idea de desarrollar un método que tenga en cuenta las músicas populares como trampolín de entrada al conocimiento del instrumento, una propuesta muy bien pensada. Porque, aunque se basa mayoritariamente en el tipo de música con el que él aprendió, toca otros estilos como, entre otros, el blues, el ragtime, el jazz, el gospel e incluso (de forma escasa y a regañadientes) a algunos fragmentos de música clásica europea.

Y es una pena que, siendo tan encomiable la idea y tan bien planteado el desarrollo del trabajo, esté tan impregnado de una especie de chovinismo americano. No tan visible en los libros en sí, pero muy presente en los escritos y artículos que Mark ha ido publicando en diversos medios. Desde una rabiosa campaña en contra del maestro Suzuki, al que acusa de fraude absoluto (incluso aunque su método copie una gran cantidad de ideas del suyo), a una constante y cansina proclamación de los valores de la música americana, como si sufriera algún complejo de inferioridad frente a la gigantesca presencia en el mundo del violín de la gran tradición clásica europea. Claro que eso no lo notaréis quienes simplemente estáis enseñando o aprendiendo con los libros.

Para resumir:

  • Si eres aficionado a la música popular, quieres enseñar o aprender estilos fuera del ámbito clásico, te interesa la improvisación, este puede ser tu método de referencia.
  • Si lo que te llevó al violín es la música clásica, probablemente te convendría seguir con métodos más tradicionales.

Por si os interesa adquirirlo desde España sólo lo he encontrado en la web Elderly.com (abajo tenéis la referencia). Si vosotros tenéis algún otro lugar que también lo suministre no dejéis de ponerlo en los comentarios.

Fuentes:

Dónde comprar el método desde España:

“The Chop Notation Project”, el mapa definitivo de la técnica “chop”

nEl “chop” no es ya una técnica de arco novedosa entre los instrumentistas de cuerda no clásicos. Desde que Richard Green definiera sus fundamentos en los años sesenta, sus posibilidades se han difundido ampliamente y es utilizado y enseñado en el ámbito de muy variados estilos, desde el bluegrass original al jazz, el rock, o cualesquiera estilos que utilicen ritmos marcados que puedan ser imitados por un instrumentista de cuerda.

Sin embargo, aunque la técnica sea ya conocida y se enseñe en talleres, masterclasses y por medio de videotutoriales, sus diferentes tipos no estaban estandarizados ni sistematizadas en ninguna publicación, de modo que resultaba complicado plasmar notaciones específicas de cada “chop” que todo el mundo comprendiera.

Afortunadamente de que dos de los mejores “choppers” de la actualidad se han unido en esa labor y han lanzado “The Chop Notation Project“, una publicación en PDF de difusión totalmente libre (aquí podéis descargarla) en la que han plasmado un trabajo muy concienzudo y profundo sobre este recurso percusivo, y que puede convertirse en la fuente de referencia en materia de “chops”.

The Chop Notation Project” cae por tanto como agua de mayo para profesores y estudiantes intermedios y/o avanzados si se generaliza su uso, porque así podrán tener ya un glosario de términos y notaciones compartido por todos.

Para lograrlo, Casey Driesen y Oriol Saña lo difunde de manera totalmente libre, y animan a que todos lo hagamos también a través de nuestros medios.

Casey también ha compartido este video donde muestra los términos y técnicas de su Glosario, y proporciona una visión general de lo que se muestra en el libro. El video también está disponible sin coste, y es muy recomendable su visionado.

¿Qué incluye esta publicación?

Un somero vistazo a su índice nos informa de lo que podremos encontrar:

  • “Una breve historia del chop” con relatos de primera mano de tres generaciones de esta técnica (Richard Greene, Darol Anger, Casey Driessen).
  • “Consejos y técnicas” para “choppear”.
  • “El glosario de notación Chop” de símbolos de notación para escritura / lectura, junto con instrucciones escritas detalladas.
  • “Ejercicios y grooves”: una serie de diez talleres, creados de manera acumulativa y que muestran el uso de los símbolos a través de pequeños ritmos y frases.
  • Créditos para el desarrollo de varios golpes de arco / técnicas / símbolos
  • Todo el documento se puede descargar gratis y las partes de notación están formateadas para imprimir por separado si se desea.

En total, más de 30 páginas de valiosa y gratuita información.

Esto es lo que explica la propia página web del proyecto:

SOBRE ESTE PROYECTO

The Chop Notation Project es un trabajo escrito para crear y fijar una notación musical estandarizada para leer y escribir percusivamente la técnica de cuerda arqueada conocida como chop, actualizándola con la práctica de la interpretación actual. Creado por Casey Driessen con Oriol Saña, y en consulta con otros “choppers” reconocidos, el objetivo es que un sistema como éste permita a los compositores e intérpretes compartir y comunicar sus ideas musicales más fácilmente en todo el mundo.

El objetivo principal de The Chop Notation Project fue establecer un “glosario” de notación. Para escuchar y ver estos símbolos explicados, vea el video a continuación o en YouTube.

The-Chop-Notation-Project_Final

Fuente: The Chop Notation project

“Bluegrass violín”, el libro en español para iniciarse en el estilo de moda

La música norteamericana de raíces vive un momento dulce en España. Imagino a todos esos artistas folk que llenan las salas de concierto sorprendidos del recibimiento en un país tan ajeno a una música nacida en el ámbito rural de la América profunda.

Y es que la “americana music”, como les gusta llamarla a los aficionados (con esa manía de reducir lo americano a lo puramente estadounidense) se manifiesta en innumerables eventos y manifestaciones; productoras como The Mad Note se han especializado en artistas englobados en ese estilo y programan de forma continua conciertos de raíz americana. Los festivales dedicados al country, bluegrass, etc., como el Huercasa Country Festival, el Nofugrass Fest, el Al Ras, el Folk Me Hard, o el recientemente estrenado Americana Music Madrid se consolidan con llenos; campamentos musicales como el Barcelona Bluegrass Camp se dedican en exclusiva a estos estilos; grupos españoles especializados en las diversas variantes de la Americana Music se crean continuamente y tienen también éxito (yo mismo he formado parte de alguno); cursos de baile que enseñan Line Dance; programas de radio como el mítico Toma Uno de Manolo Fernández o la Aventura Americana Radio en internet, jams sessions que se programan en diversos locales para reunir a músicos aficionados… enfín, pocos estilos tienen una vida tan diversificada y una afición tan fiel como esta.

Viene a cuento esta introducción para presentar la primera publicación (que yo conozca) dedicada al violín bluegrass, que está editada en español. Y no sólo eso, sino que además está escrita por dos barceloneses en la cumbre de sus instrumentos, no sólo en España, sino en todo el mundo: Oriol Saña y Lluis Gómez. Así que sólo me queda alegrarme de que al fin dispongamos de un manual teórico y práctico en nuestro idioma dedicado a uno de mis géneros favoritos.

Sobre el bluegrass ya he hablado anteriormente, tanto sobre su historia como sobre su técnica, así que simplemente voy a comentar el libro de Oriol y Lluis.

“Violín Bluegrass” es una guía de acceso a esta música nacida en Kentucky que trata, de forma sencilla, las claves básicas a tener en cuenta para adentrarnos con garantías en ella. Cuestiones importantes como los distintos tipos de ritmos y golpes de arco que se suelen hacer (Nashville Shuffle, Georgia Bow, Cross Shuffle…) técnicas como el slide, dobles cuerdas, la importancia del cuarto dedo o el uso de la “cejilla”; características como el uso esporádico del modo mixolidio, detalles armónicos del blues, etc., se intercalan con la enseñanza del aprendizaje de unos doce temas canónicos de este mundo.

Para los españoles que no conozcan nada sobre el bluegrass, pero se sientan atraídos por esa eléctrica y contagiosa manera de tocar, es una estupenda oportunidad de familiarizarse con ella con seguridad y facilidad gracias a sus amenas explicaciones y sencillos arreglos de los temas y ejercicios. Desde luego, hay muchas publicaciones con canciones de este tipo, pero pocas en las que cada tema vaya acompañado con una explicación-guía que proporciona las claves para enfrentarse a ellos con coherencia y con pistas para ir perfeccionando y enriqueciendo la técnica utilizada.

También se tratan otras cuestiones interesantes cuando hablamos de bluegrass: la improvisación, la importancia de escuchar mucho a los grandes de este estilo y no limitarse a leer la partitura, el valor incalculable de participar en jam sessions, el violín de 5 cuerdas, etc.

Debo decir que, desde un punto de vista pedagógico, la música folk en general, y el bluegrass en particular, tienen un valor altísimo: con él trabajamos de forma sencilla aspectos tremendamente enriquecedores para un músico como el desarrollo de la capacidad de tocar de oído, de improvisar, de entender la armonía de lo que estamos tocando, la importancia primordial del ritmo, y la capacidad de tocar escuchando y en conjunción con otros músicos, aspectos todos ellos que no suele trabajar mucho un intérprete clásico y que son increíblemente valiosos.

El libro viene acompañado por los audios descargables de los temas tratados, a cargo de Patrick McAvinue, quizás con un enfoque demasiado sencillo y facilitado para mi gusto, pero vaya, como son temas clásicos mil veces tocados, se pueden encontrar todo tipo de versiones en internet con las que comparar y construir nuestra propia versión.

En definitiva, un libro para estudiantes que quieran iniciarse en esta irresistible música o incluso para profesores que quieran tener nociones fundamentales para utilizarlas en sus clases.

El libro está disponible tanto en formato físico como descargable, en la web del editor, la prolífica Mel Bay, y en Amazon, a 15$ el libro impreso y a 10$ el eBook.

Oriol Saña, Lluis Gómez, primero y segundo desde la izquierda, junto a un par de compañeros.

Crítica de “The contemporary violinist”, guía para el violín “no-clásico”.

Que el violín (y la viola, y el chelo) está instintivamente asociado a la música clásica es una certeza que, por un lado, lo dota de prestigio pero, por otro, lo hace lejano, inaccesible.

Imagina que eres un niño-joven y te gusta mucho el blues, el reggeton, el jazz, el rock o el flamenco ¿qué instrumento pensarías en aprender? seguro que el violín no.

Y sin embargo hay infinitas posibilidades para él en cualquier estilo. Sobre todo desde que, a finales del siglo XX, e inspirados en tradiciones y usos populares, muchos violinistas comenzaron a investigar y expandir sus posibilidades como instrumento rítmico y percusivo, alejándolo de su ya consabida capacidad melódica.

Así que, hoy en día, aunque tampoco es que se prodiguen demasiado, podemos encontrar violines en funciones solistas en casi cualquier estilo.

El problema es que la formación en instrumentos de cuerda frotada es prácticamente siempre orientada a lo clásico, el 90% de los violinistas hemos aprendido en ese entorno y, cuando intentamos utilizar esa técnica y pedagogía a otros estilos, (y da igual el talento y la técnica que tengamos) nos damos cuenta de que esos, supuestamente, sencillos ritmos, melodías, improvisaciones, simplemente no nos salen.

Y es que cada estilo tiene unas características que implican aprender e interiorizar sus exigencias y particularidades técnicas, y estas no suelen enseñarse en escuelas.

Por eso, cuando hace un tiempo encontré el libro “The Contemporary Violinist”, una guía sobre estilos de violín de todo el mundo que prometía enseñarte a tocar, sorpréndete: BeBop, Bluegrass, Blues, Cap Breton, Cajun, Country, Flamenco, Gypsy, Música celta, Klezmer, Latino, Old-Time, Rock, Folk escandinavo, Swing y Tango, todo en un solo volumen, me pareció poco creíble, pero también irresistible, así que compré el volumen, le he hecho un buen repaso y aquí vengo a comentároslo.

Esta publicación es obra de Julie Lyon Lieberman, una prolífica autora de la que ya tenía un estupendo libro sobre blues fiddle, así que traía buenas referencias. Su primera edición es de hace 20 años, de modo que, cuando habla del “violinista contemporáneo”, tenemos que pensar en el de finales del siglo XX. Hoy en día hubiera mencionado también las posibilidades del violín eléctrico, el de 5 cuerdas, y, ya puestos, también habría sido interesante tocar estilos como el reggaeton (muchos los odiáis, pero hacéis mal), la música india, o persa por ejemplo, y técnicas ya ineludibles como los chops, que sólo menciona y remite a otras fuentes. 

Qué contiene

El libro está dividido en cuatro secciones principales:

  • Consejos para empezar
  • Improvisación
  • Los estilos
  • Interpretación saludable

Consejos para empezar

Aquí nos habla de las cuestiones distintivas a tener en cuenta en estilos de música populares en comparación con el mundo clásico. Se incide en la importancia del brazo derecho y los movimientos del arco, en el innegociable sentido del ritmo que hay que mantener siempre y en recomendar la experimentación.

Algunos de los consejos:

  • Cada estilo es como un acento en el lenguaje, no sirve nada leer partituras porque éstas no pueden nunca explicarnos cómo hay que interpretar esas notas. De hecho, las notas pueden cambiar, pero la forma de interpretarlas es lo que define que estés tocando bien un tema concreto. Así que, más que leer muchas canciones en partituras, escucha mucha música del estilo que desees tocar e intenta sacar de oído sus ritmos, sus adornos, sus dinámicas y entonaciones.
  • Toca despacio, sin impaciencia, reláate y repira profundamente.
  • La concentración es importante. Julie aporta consejos para alcanzar niveles más profundos y continuados de concentración profunda y efectiva.
  • La importancia de utilizar los dos hemisferios del cerebro (izquierdo-derecho) para una interpretación emocional y racional.

Improvisación

Una de las finalidades fundamentales del libro es alcanzar la confianza y seguridad necesaria para probar la improvisación en cualquier estilo. “Cuenta una historia”, “los silencios son importantes” “escucha antes de tocar”, “ponte restricciones en la improvisación” son algunos de los consejos que encontraremos.

También nos explicará las diferentes formas de enfrentar la improvisación que pueden utilizarse: 

  • Improvisación melódica
  • Usando un centro tonal
  • Centro tonal con notas “lead”
  • Improvisación basada en los cambios de acorde
  • Cualquier combinación de los 4 anteriores

También se tratan por encima la conveniencia de explorar muchos y variados patrones rítmicos, y los modos alternativos al mayor y menor.

Seguidamente, nos propone unos ejercicios tremendamente útiles que nos pueden servir para el 90% de la música popular. Y es que, basándose en que la característica armónica fundamental es el movimiento Dominante>>>Tónica, Julie Lyon Lieberman propone unas rutinas de ejercicios basadas en ese movimiento armónico, a partir de los acordes y su orden en el círculo de quintas. Explicar estos ejercicios no es el motivo de este artículo, pero confieso que yo los he incorporado en mis rutinas de práctica y es un gran ejercicio mental para mecanizar muchas fórmulas e interiorizar el mapa de notas y acordes en el diapasón del violín.

Finaliza esta sección repasando los tipos de dobles cuerdas principales y una guía de cómo se construyen los acordes, desde los sencillos hasta los extendidos y alterados.

Los estilos

Esta es la sección con la que tenía más reparos, intuía que no iba a poder dar unas pautas suficientes queriendo abarcar tantos estilos, pero me ha sorprendido y creo que ha sintetizado muy bien lo esencial de cada uno.

Claro que incide más en los de origen norteamericano (blues, bluegrass, old-time) pero son todos un buen punto de partida para conocer las particularidades principales de cada estilo, a partir de las cuales, y en función de nuestros intereses, podamos profundizar. De todos explica orígenes y características, aunque algunos ajenos a la cultura anglosajona, como el tango o especialmente el flamenco se quedan en mi opinión inevitablemente escasos.

Intepretación saludable

El último capítulo se explica la necesidad de un enfoque sensato y sano a la hora de tocar, para evitar los muchos problemas físicos y psicológicos que la disciplina violinística puede acarrear si se realiza mal: la respiración, la relajación, la postura, desde los pies a la cabeza, la necesidad de descansos, la consciencia y concentración, etc., se trata de una manera sorprendentemente pormenorizada.

CONCLUSIÓN

Me ha gustado este libro porque, aunque obviamente hay mejores opciones para profundizar en cada uno de los estilos que abarca, es una buena guía para los músicos formados en el modelo clásico que deseen saber cómo afrontar la interpretación de tipos de música populares. Aporta consejos generales imprescndibles para no caer en la fea costumbre de simplemente intentar reproducir fielmente una partitura, sino en vez de ello utilizar preferiblemente el viejo recurso de la transmisión aural de la música, enseña cómo buscar otras formas de tocar e interpretar, la importancia del brazo derecho, en qué debemos preocuparnos más (ritmo, acentos…) etc.

Creo que puede ser un buen recurso para esos profesores de violín clásicos que, para variar, o porque se lo pide su alumno, de vez en cuando enseñan un tema irlandés, un blues, o un tango, pero lo tratan de la misma manera que una sonata clásica, sin enseñar nada de las características fundamentales del estilo de ese tema, sin practicar sus recursos específicos. Y también puede ser una referencia para ejercicios específicos para todos aquellos que busquen dedicarse fundamentalmente a la música popular.

Eso sí, está en inglés y la cantidad de texto es muy extensa; no es un libro de partituras, aunque obviamente hay muchas también, y conviene tener un nivel aceptable del idioma.

Recomendable para violinistas intermedios o intermedios-avanzados con ciertos conocimientos armónicos, y profesores clásicos que quieran una obra de referencia para enseñar temas de otros estilos.

Dónde comprarlo:


Echa un vistazo
The Contemporary Violinist
Libro/CD Pack. Fretted. Instruction, World Music. 144 páginas. Publicado por Huiksi Music Company (HL.695420).
Os adjunto una versión on-line del libro de la mano de Google Books, (se omiten bastantes páginas y la maquetación es mucho más tosca que el original impreso) para que podáis haceros una idea por vuestra cuenta.