¿Puede la música clásica evolucionar al mundo digital?

Publicación: Stuff

http://www.stuff.co.nz/technology/digital-living/80283604/can-classical-music-go-digital

Autor: Ivan Hewett

Fecha: 23 Mayo 2016

Título original: Can classical music go digital?

La música clásica ha quedado atrás en la revolución digital, pero un nuevo servicio de streaming puede cambiar esta situación. La revolución digital, en lo que se refiere a consumo de música, está rompiendo moldes. Y el streaming está superando rápidamente la descarga como el método preferido para acceder a la música grabada, con ingresos superiores al 45% el año pasado.

Los principales servicios de streaming, como Spotify, Google Play, Apple Music y Deezer son los nuevos capos de la industria de la música y, al menos hasta ahora, esta revolución en la forma de escuchar se ha ido forjando en la industria del pop. La música clásica apenas ha tenido la oportunidad. En cierto modo, esto no es una sorpresa: la música clásica representa sólo el 3,2% del mercado de streaming, donde la canción pop de tres minutos reina. También es debido a que las canciones pop se ajustan a la vida de las personas, encajan perfectamente en listas de reproducción, definidas por el estado de ánimo, el lugar o la hora del día. Esta tematización de la música ayuda al mismo tiempo a lubricar las ruedas de otra industria digital masiva: los medios de comunicación social.

Cada vez más personas están mostrando sus gustos musicales mediante el intercambio de listas de reproducción en las redes sociales, de la misma forma en que una vez dispusieron sus libros y CDs favoritos en sus estantes. Entonces, ¿cómo puede la música clásica encontrar su lugar en este nuevo mundo digital?

Es cierto que los grandes sitios de streaming están llenos de piezas clásicas, y no sólo los “greatest hits”. Pero la verdad es que la música clásica en el mundo del streaming es como ese anciano tío que invitan a una fiesta de moda llena de treintañeros: él sabe que en realidad no encaja.

El mayor problema es que la música clásica no viene en pequeños y ordenados paquetes llamados canciones, cada una con un nombre único. Está dividida en géneros, por lo que muchas piezas tienen nombres similares como “cuarteto de cuerda” o “Sonata”. Estos se dividen en movimientos, que a menudo tienen títulos en idiomas extranjeros. Lo que es más, muchas veces las piezas han sido grabadas varias veces, incluso por el mismo artista.

Los sitios de streaming están mal equipados para hacer frente a esta complejidad. En Spotify, compositores como Beethoven suelen aparecer como “artista” y cuando se realiza una búsqueda de una sinfonía particular, se obtiene una mezcla caótica de diferentes grabaciones.

Afortunadamente, sin embargo, hay luz en el horizonte. Esta semana un nuevo servicio de streaming de música clásica emocionante lanza algo llamado Grammofy.com. Se une a un creciente mercado de streaming de servicios dedicados a la música clásica, incluyendo Arkiv Music (arkivmusic.com) and Classics Online HD*LL (shop.classicsonlinehd.com).

Grammofy, muy astutamente, ha hecho un pacto con los sitios webs de música pop que domina el mercado, ofreciendo listas de reproducción pre-seleccionadas, tales como “The beloved and the forlorn” y “The graceful and the grotesque”. Entre las piezas de esta última categoría está por ejemplo la sinfonía de Haydn 101, muy bien equilibrada por Schumann, Martinú y Bach.

La lista de reproducción tiene una pequeña introducción, que se puede escuchar o leer, y si se hace click en la sinfonía de Haydn se pueden obtener detalles completos de la grabación, además de antecedentes útiles sobre la propia pieza. Compara esta experiencia con Spotify, donde escribiendo “Haydn Sinfonía 101” nos sale una vertiginosa serie de grabaciones y movimientos, todo revuelto… No hay ayuda para elegir una versión sobre las demás y tampoco antecedentes de la pieza en sí. Esto niega uno de los principales placeres de la música clásica: el sentido de que se forma un gran conjunto, interconectado. Los peces grandes del mundo del streaming, como Spotify o Google Play, nunca nos dan esto, por lo que la llegada de este valiente y pequeño pez debe ser bienvenida.

Quizá con el tiempo vaya más allá. Imagina un sitio web que puede responder a las preguntas más frecuentes a medida que escuchas, sugiere recorridos personalizados a través de la música clásica, te permiten escuchar versiones rivales de la misma pieza, y te lleve a las actuaciones en vivo de piezas que te gustan – tal vez incluso recrear la experiencia de asistir a un concierto vía realidad virtual…

Si pioneros digitales como Grammofy tienen éxito y se desarrollan, podrían ofrecer simultáneamente al oyente placer, conocimiento y un sentido de aventura – que es como la música clásica siempre debe ser disfrutada.

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Mini serie: Esta me suena! por Silvia Pujalte

Hoy os presentamos una mini serie de post relacionados con el mundo del Lied, contamos con la excepcional colaboración de Silvia Pujalte, autora del blog Liederabend, todo un referente para los aficionados, estudiantes y profesionales del género. Para que no os quedéis aquí y viajéis a la bitácora de Silvia os presetamos la serie pero tendréis que seguir leyendo allí. No olvidéis aplicar el traductor en caso de ser necesario!

Isabel Villagar, la autora de este blog, me propuso hace unos meses hacer una colaboración: una miniserie de entradas en Liederabend, mi página web, dedicada al lied, que ella enlazaría desde La brújula del canto. Acepté encantada (aprovecho ahora para darle las gracias de nuevo por la invitación) y nos pusimos manos a la obra: había que encontrar un tema para la miniserie. Sus lectores tenéis intereses muy amplios, puesto que ella toca muchos temas relacionados con la voz, no sólo cantada, y cuando habla de canto no necesariamente es lírico. Los lectores de Liederabend son todo lo contrario, están especializados en un género lírico muy minoritario, y queríamos que el tema pudiera ser atractivo para unos y otros. Después de darle muchas vueltas, optamos por centrarnos en algunos lieder que todos, absolutamente todos, aficionados al lied o no, conocéis. ¿No os lo creéis? Por favor, pasad y escuchad el primero de los tres lieder que hemos preparado... 

Podéis seguir leyendo en el siguiente enlace: http://www.liederabend.cat/ca/bloc/entrades/580-aquesta-em-sona-ii

La mujer músico

Ayer fue el día de la Mujer Trabajadora, y en Gran Pausa no queríamos dejar pasar la oportunidad de hablar de la Mujer Músico, que también es trabajadora, y además, una figura muy reciente.

En el ámbito laboral en general, la mujer ha tardado en asumir un papel activo; poder trabajar, cobrar y ser considerada igual que el hombre. Todavía hoy en día se sigue luchando por igualar las condiciones de hombres y mujeres. El mundo laboral ha sido territorio de hombres hasta hace relativamente poco. Esto se ha visto acentuado en el mundo de la música clásica. El funcionamiento de las orquestas y la tradición que envuelve a esta profesión han dificultado enormemente la presencia de mujeres músicos.

Ser músico profesional era cosa de hombres. Las orquestas estaban formadas por hombres, dirigidas por hombres, y los grandes solistas eran hombres. De hecho, las orquestas más prestigiosas del mundo han tardado en aceptar la presencia de mujeres entre sus atriles.

En la Filarmónica de Viena no se permitió la entrada de mujeres como miembros de la orquesta hasta el año 1997. Aunque hasta entonces había algunas mujeres que tocaban en la orquesta, no gozaban de los derechos laborales que le corresponden a un miembro de pleno derecho. Muchos músicos de la orquesta e incluso directores se han mostrado públicamente en contra de la presencia de mujeres en la Filarmónica.  

En una entrevista realizada en Febrero de 2003, Peter Schmidl, Gerente de Negocios de la Filarmónica de Viena, reconoció que una tercera parte de la orquesta todavía se oponía a la admisión de las mujeres. En este mismo mes, un miembro de la orquesta declaró en una entrevista con la revista austriaca Profil: “Tres mujeres que ya son demasiadas. En el momento en que tengamos un veinte por ciento, se estropeará la orquesta. Hemos cometido un gran error, y nos arrepentiremos amargamente “. 

Otra de las grandes orquestas que dio el siglo XX, la Filarmónica de Berlín, protagonizó un fuerte escándalo relacionado con la admisión de una mujer en sus filas. Aunque en 1982 la orquesta ya había aceptado a una mujer como miembro -Madeleine Carruzzo, violinista- la polémica sobrevino por el empeño de Karajan en admitir a una joven clarinetista de 23 años, Sabine Meyer. Aún con los músicos en contra, Karajan impuso la contratación de la clarinetista. Meyer aguantó en plantilla un año, hasta que se vio obligada a abandonar la orquesta por el acoso laboral que sufría por parte de sus compañeros. Sin embargo, ha demostrado su talento como solista de renombre.

Otro caso, quizás menos conocido, fue el de la trombonista Abbie Conant, que se presentó a unas audiciones para primer trombón en la Filarmónica de Munich. Estas audiciones se desarrollaron tras una cortina, por lo que el tribunal no pudo saber hasta el final que la aspirante elegida era una mujer. Tras mucho debatir, le asignaron el puesto de segundo trombón, no de principal. Conant denunció el casó ante los tribunales y ganó, por lo que obtuvo el puesto que le correspondía.

Las audiciones con cortina/pantalla: Para evitar decisiones polémicas, muchas orquestas optaron por usar este método para elegir candidatos. La cortina evita problemas de racismo, machismo y cualquier otro prejuicio que pueda afectar en su decisión. Muchas de las principales orquestas han rehusado durante años su uso.

Mujer y directora

Gracias a la lucha de muchas mujeres, la situación ha mejorado notablemente y las mujeres tienen acceso a los puestos de orquesta con tanta facilidad como los hombres. Sin embargo, si hay un ámbito que la mujer músico aún debe conquistar es la dirección de orquesta. Como ocurre en otras profesiones, es más difícil ver a mujeres que a hombres en puestos de responsabilidad. De ello habla Pablo L. Rodríguez en El País. Este autor señala el papel tan importante que están teniendo las mujeres de esta generación, allanando el camino para que la mujer por fin tome las riendas de una orquesta y tenga un puesto decisivo como músico.

Las orquestas han sido territorio de hombres, por lo que la dirección ha sido un puesto también reservado para ellos. Lo cierto es que, si contabilizamos la cantidad de hombres y mujeres que son directores de orquesta, nos quedamos con una desproporción todavía demasiado alta. Como afirma Lara Riesta en ABC, “entre los diez directores más célebres del mundo no hay ninguna mujer”. 

Aún queda mucho camino por andar, algunas mujeres se muestran más positivas y otras menos. Shari Mason, concertino en dos de las orquestas más relevantes de México, dice “Sí, a veces hay más retos para la mujer que para el hombre. Sin embargo, en el arte nada es cuestión de género”. Por su parte, Speranza Scappucci opina “Si un director sabe lo que quiere y tiene una visión clara, la orquesta lo sigue, no importa que sea hombre o mujer”.

 

 

 

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Maneras de aprender canto: música clásica versus moderna

Llevo tiempo observando que los procesos del aprendizaje del canto y de la música difieren considerablemente entre la música llamada clásica y la moderna o actual. En parte creo que es debido a que la musica clasica esta muy institucionalizada, reglada de una manera tradicional y la musica moderna en cierta medida se encuentra "desamparada", al margen del sistema educativo oficial, grosso modo. 

Esto no quiere decir que unos procesos sean mejores que otros, de hecho hay muchos aspectos e ideas que deberían transvasarse de una a otra. En la música moderna hay mucho proceso creativo, más autonomía y mas motivación intrínseca por descubrir distintas opciones y posibilidades, el músico busca la auto expresión a través de sus propias canciones y se muestra más abierto a colaborar y aprender de otros músicos, necesitando nutrirse de diferentes tendencias... En definitiva, van aprendiendo según van necesitando mayores recursos, es un aprendizaje a través del descubrimiento.

Por el contrario, la falta de guía en muchos músicos modernos y de pautas establecidas en los procesos de aprendizaje les lleva a pensar que determinadas dificultades, que se presentan normalmente en todo músico, no son superables. Conozco casos de alumnos que al descubrir las posibilidades de su voz han desarrollado todo su potencial creativo.
En el mundo de la clásica existen creencias y actitudes tan rígidas que inhiben el desarrollo musical normal. El alumno siente que tiene que hacerlo todo perfecto y en base a unas normas pre-establecidas de las cuales no puede salirse y este hecho impide la apertura mental necesaria para un aprendizaje sano, impide a veces unas relaciones con otros compañeros de colaboración y crecimiento mutuos y un rechazo hacia otras músicas.

No es ni lo uno ni lo otro. En todos los aspectos de la vida encontramos que el equilibrio es virtuoso. Revisemos aquellos aspectos que ayuden a todos los músicos a ser más felices, más auténticos, menos competitivos y más expresivos .