Jesús Lavilla: acompañando cantantes con arrojo y saber andar para volar

Jesús Lavilla es una importantísima referencia en el campo del acompañamiento musical del género moderno y popular, siempre desde las teclas de su piano y flanqueado en todo momento por su originalísima musicalidad.

¿Cuáles son tus estilos musicales predilectos?
Tengo la fortuna de emocionarme con casi cualquier estilo, sigo estando enamorado de la música en general, pero es cierto que puedo tener quizá predilección por la música clásica, el jazz, el smooth-jazz, el funk… El bebop es la forma dentro del jazz que más me atrae. Ese fraseo característico en las melodías y en los solos me cautiva de la misma manera que lo hace el sonido de la sección de cuerdas en la música clásica y especialmente en la contemporánea.

¿Cómo llegaste al mundo del acompañamiento de cantantes?
Bueno… siempre me gustó un poco más formar parte del background que estar “delante”, me gusta más el acompañamiento, rearmonizar, colocando de este modo la melodía original en otro contexto me apasiona. Es algo que me atrajo de manera hipnótica desde muy pequeño, descubrir cómo a una misma melodía podían caberle diferentes acordes. Esto, y no tener demasiados prejuicios a la hora de tocar según qué estilos comerciales, me llevó a especializarme, si acaso, en esta asignatura, y por ende, a acabar acompañando a muchos cantantes paisanos de diferentes estilos.

Tu versatilidad te ha llevado a acompañar a artistas de la talla de David Bustamante, Martirio o Alex O'Dogherty (pop, flamenco-jazz y música teatral respectivamente). ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Pues de momento continuaré trabajando para David y para Maribel (Martirio) en 2018, aunque este año se suma también al elenco Pastora Soler que, aunque es una gira que haré como “segundo de a bordo” sustituyendo a un compañero, se prevé que haga gran parte de ella. También formo parte de la banda de un amigo que quiero mucho, compañero en la gira de Bustamante, Xavi Reija, un baterista con un talentazo brutal, estoy encantado de trabajar con él.


Por otra parte, acabo de terminar el primer disco en solitario de mi amigo Jesús Bienvenido, uno de los autores del carnaval de Cádiz que más me gusta, un músico maravilloso con una voz preciosa y una manera de componer tocando la genialidad. Muy recomendable por cierto… Voy a comenzar en breve el disco de Juan José Alba, otro de los valores en alza de mi tierra, con el que estoy especialmente ilusionado.

Y entre pitos y flautas (nunca mejor dicho) trato de preparar mi primer disco como pianista. Me cuesta mucho porque soy muy autocrítico, termino tirando a la papelera la mayoría de ideas que se me ocurren, pero tranquilos, me lo estoy tratando, ya tengo mi medicación y todo… (jijijiji).

¿Qué cantantes de los que has acompañado de estilo popular (sabemos que eres un maestro en el arte de acompañar coplas) han dejado más huella sonora en tu mente?
No me considero un maestro de nada, lo único es que soy de los pocos que me he atrevido a innovar en ese terreno, el de la música tradicional española, y eso puede llegar a ser atractivo desde fuera, pero no es más que lo que es: “arrojo”. Y esta curiosidad por la copla, y a colación de lo que preguntabas, me la transmitió Martirio, que por supuesto ha sido la cantante que más me ha marcado, sin lugar a dudas.

¿Por qué?
Ahm… es largo de contar, pero trataré de resumirlo. Mi llegada a su banda fue un salto exponencial en mi carrera como pianista, a mis 27 años me veía yendo de la mano de Chano Domínguez (imaginad qué presión) que con todos los pianistas que conoce, confió en mí para ocupar su asiento en el trío de acompañamiento de “Martirio”. Yo me veía con la responsabilidad de dar la talla, viéndome de repente tocando con la élite del jazz del país, hablo de los maestros Guillermo McGuil y Javier Colina. Aprendí muchísimo, y no sólo a nivel músical, Maribel es una mujer inteligentísima que te obliga a esforzarte para estar a su altura… con lo cual también crecí a nivel intelectual. Siempre estaré en deuda con ellos, y con Javier Ruibal, que apostaron por mí a manos llenas.

¿Y de estilo moderno?
Bueno, es que Martirio abarca un abanico tan amplio estilísticamente hablando, que puede entrar perfectamente dentro del terreno de cantantes modernos que me han marcado. Javier Ruibal ha sido otro de mis cantautores favoritos, Jesús (Bienvenido) ya os he dicho que me encanta, David (Bustamante), aunque en otro terreno muy diferente, tiene una voz preciosa, me gusta cómo lo hace él también porque (al margen de lo que demande el mercado) cuando canta “en serio”, demuestra tener un estilazo y un vozarrón.

En una anterior entrevista desvelaba que trata de tener en cuenta la manera de armonizar para no hacer “descarrilar” al cantante, así que no se “desmelenaba” tanto. ¿Puede ilustrarnos más sobre esta afirmación?
Sí, claro…todos sabemos que “puede” llegar a ser más susceptible de despistarse en la afinación un cantante que otro instrumentista si te pasas de la raya rearmonizando. Por ello es que trato de contenerme en cuanto a la cantidad y a la compatibilidad, relación melodía - armonía.

Martirio es un gran músico a la que es muy difícil despistar, y eso que le hacemos verdaderas perrerías acompañándola con el trío a nivel rítmico y armónico, pero no todos los cantantes tienen el oído igual de entrenado. Vale… también hay otros factores (no sólo la vulnerabilidad del oído) que te empujan un poco a limitarte tocando, por ejemplo el estilo en el que te muevas. Con la música de David, por ejemplo, no puedes ser igual de creativo ya que es una música más hermética, aunque yo siempre trato de llevármelo todo a mi terreno en la medida de las posibilidades.

¿Cuál es la primera experiencia que recuerdas con la música?
Tendría unos 5 años, estaba en casa de uno de mis hermanos y había por allí un pianito de esos de juguete de algún sobrino mío. Recuerdo que tenía las teclas de colores y una octava si acaso… fue toparme con él, poner la mano encima, y pensar: “este es mi lenguaje”.  Al poco, me sentaba en el sofá con un Casio PT1 (los de mi generación saben de qué hablo jijijiji) que me regaló mi madre al ver la ilusión que me hacía tocar, y copiaba la música que salía del televisor. Por suerte, entendió que no era muy normal que hiciera eso con esa edad, y me apuntó a clases particulares de solfeo. Se lo debo todo, siempre me apoyó en esto de la música.

Ah, que igual he retrocedido demasiado ¿no? Te referías a mi primera experiencia con la música a nivel más profesional, ah vale vale… jijijiji. Pues nada… como a los 8 años comencé a tocar el órgano en el coro de la iglesia de mi barrio y a la vez también fui haciendo incursiones acompañando a cantantes locales (San Fernando) de copla o flamenco (era lo que se despachaba por la zona). A los 12 entré a formar parte de mi primera banda, era la primera vez que tomaba contacto con un baterista, bajista y guitarrista. Esto me ayudó a abrir los sentidos, oyendo, dialogando. Además tocábamos un repertorio comprometido para esa edad, abarcaba una gran cantidad de estilos y podríamos decir que fue el comienzo oficial del aprendizaje del oficio más a conciencia.

Poco tiempo más tarde empecé a ser reclamado por orquestas de baile (venían los compañeros a pedirle permiso a mi madre para sacarme de casa: “señora, que nos llevamos al niño, no se preocupe que lo traemos de vuelta sano y salvo” jijiijiji Imaginad… ¡ERA UN NIÑO! Y me llevaban a tocar a las ferias de los pueblos para llegar a casa a las 8 ó 9 de la mañana, debió ser duro para ella dejarme ir, pero cedía porque se veía que ese era mi camino. Esta experiencia duró 10 años, y me proporcionó un bagaje al que le debo gran parte de mi “éxito” (si se puede llamar así) en la actualidad.

Durante esa misma etapa de manera paralela, descubrí el jazz y me volví loco. A los 16 puse un pie por primera vez en un estudio de grabación (lo que me sirvió para darme cuenta de que eso era otra profesión diferente, muy difícil, la del músico de sesión) y seguidamente llegué al acompañamiento de artistas profesionales. Gracias a todas estas vivencias comencé a crecer musicalmente de manera exponencial, ha sido una carrera explosiva, preciosa y meteórica gracias a la ayuda de compañeros que me enseñaron los entresijos de este tan bello oficio nuestro como es el de “la música”. Y así, un poco en resumen… fueron mis comienzos, jijijiji.

¿Qué consejo daría a las nuevas generaciones de músicos?
¡Esto sí que es responsabilidad! jijijiji Mira, yo noto que hay como muchas ganas de volar, pero para volar, antes hay que saber andar. Noto que hay unas lagunas importantes de información en compañeros que tocan muy bien, pero después hacen agua en cosas “aparentemente” más básicas.

Un músico no puede no saber las reglas del juego a la hora de improvisar en un standard de jazz, por ejemplo. Un músico no puede tocar vertiginosamente en “Giant Steps”, pero tener que acompañar un bolero clásico como pudiera ser, qué te digo yo… por ejemplo, “Reloj”, que los acordes se ven venir, y no saber ni por donde meterle mano.

Hay que estudiar muchísimo chicos, porque después vienen, por ejemplo, los músicos cubanos, y tocan de la misma manera standards que música tradicional. Siempre insisto mucho: controlar la mayor cantidad de estilos, y por supuesto en el conocimiento total y absoluto de la armadura, el control de los 12 tonos, tocar con fluidez en cualquiera de ellos es CRUCIAL. (En esas ando yo también, no os creáis…) En resumen, PREPARACIÓN, porque es con ella y aún así, está todo complicado, imaginad si os mostráis vulnerables. Así que ¡A ESTUDIAR!

¿Quiere añadir algo más sobre su relación con la música?
Sí…¡VENGA! ¡A ESTUDIAR! 

¿Dónde pueden saber más nuestros lectores sobre ti?
En: www.jesuslavilla.es y en mi canal de YouTube, en Instagram, Facebook, Twitter…

Apps para aprender a cantar: transpositores de acordes

Por Isabel Villagar, coach vocal

Hoy, continuando la serie en la que presento apps de utilidad para cantantes os presento muchas que tienen que ver con el transporte automático, es decir, el rápido cambio de tono realizado por la tecnología. 

Como hay tantísimas, os dejo varios vídeos para que elijáis:
















Más contenidos en:
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© Isabel Villagar, Profesora de Canto online

Grandes Monologuistas, Gabriel Córdoba: me tomo muy en serio cuidar mi voz

Desde el momento de la idea inicial hasta la puesta en escena con el público, ¿cuál es tu proceso creativo y cuánto te cuesta crear un monólogo? 
Bueno, primero se tiene la idea, o a veces se te ocurre trabajando, es decir, que un no puede esperar a que llegue la creatividad, tienes que escribir todos los días estés inspirado o no. Y depende del día puedo crear un buen bloque en apenas un rato o a veces se tarda semanas de trabajo diario. En cualquier caso lo importante es disfrutarlo mucho aunque no salga lo que esperamos. 

¿Cuáles son tus fuentes de inspiración para crear los gags (refranes, dichos, memes, actualidad, tweets, etc…)?
La vida misma, siempre voy apuntando, y luego mis miedos, mis paranoias, mis preocupaciones y las cosas que pienso y siento de lo que me rodea. El monologuista de Stand Up se centra en si mismo e intenta ser autentico y eso se da en pocas disciplinas de comedia.

¿Qué recursos vocales empleas en tus monólogos (entonación, imitación de voces, carcajadas, canciones, etc…)?
Todos, hago voces de los personajes que me invento, mi madre tiene un tono altísimo y a veces impresiona. Canto un trocito de alguna canción siempre que puedo, aunque sea con humor. Me encanta usar todos los recursos vocales que puedo. 

¿Qué importancia le otorgas al control de los silencios durante el transcurso de la interpretación?
Las pausas son importantes para que la gente entienda a veces que lo que has dicho es un chiste, o parar para que aplaudan. Me encanta hacer pausas dramáticas con alguna expresión facial para que rían aún mas. 

¿Cómo sabes si estás conectando con el público?
Los miro todo el tiempo, siento si se ríen, si miran el móvil, si se levanta a pedir una copa. A veces paro el monólogo y hablo con ellos. 

¿Improvisas?
¡Por supuesto! Me obligo a hacerlo cada noche. Me mantiene vivo y me hace estar despierto durante el show.

¿Cuál es el origen de tu vocación por hacer monólogos?
Me lo ofrecieron hace tiempo y me encantó la experiencia, desde entonces no he parado, llevo 14 años y estoy enganchadísimo.

¿Qué impacto crees que tiene en las personas el buen humor?
La vida no es blanca ni negra, ni siquiera en los malos momentos, todo depende de las gafas que te pongas. Hace poco grabé una charla TED (se puede encontrar fácil en youtube) contando mi experiencia con el bullying por ser homosexual y como el humor y el Stand Up me ayudaron. Es vital, el humor es cura y vida, no se puede vivir feliz sin él.

¿Cómo preparas las actuaciones?
Pues me estudio los textos como si fuera un examen y luego me dedico a disfrutarlos y pasear sobre ellos sin mecanizar mucho, a mi manera. Ensayo mucho, soy muy fan de los ensayos y el trabajo duro.

¿Qué haces para cuidar tu voz?
Voy regularmente a una coach vocal que me enseña a cuidar mi voz, calentar y enfriar después de cada show. Me lo tomo muy en serio y respeto mucho mi herramienta de trabajo.

¿Cómo has notado que evolucionaba tu voz conforme a tu experiencia?
Ahora tengo mas registro, me noto mas seguro y aguanto mas sin quedarme afónico. Es imprescindible tener un coach de voz si eres artista.

¿Qué hace a un buen monologuista?
Ser auténtico, ser feliz, vivir y ver la vida con ojos de monologuista intentando encontrar la inspiración en las cosas pequeñas.

¿Qué consejo darías a quien comienza en el mundo de la interpretación de monólogos?
¡Que se apunte a mis cursos!jajajaj www.standupacademybcn.com Y además que sea él mismo, no se censure y se atreva. Subirse a un escenario es lo mejor del mundo.

¿Dónde pueden nuestros lectores encontrar información actualizada sobre tus próximas actuaciones?
En mi pagina web suelo ponerlo casi todo, o en mi página de facebook. 

Grandes Monologuistas, Gabriel Córdoba: me tomo muy en serio cuidar mi voz

Desde el momento de la idea inicial hasta la puesta en escena con el público, ¿cuál es tu proceso creativo y cuánto te cuesta crear un monólogo? 
Bueno, primero se tiene la idea, o a veces se te ocurre trabajando, es decir, que un no puede esperar a que llegue la creatividad, tienes que escribir todos los días estés inspirado o no. Y depende del día puedo crear un buen bloque en apenas un rato o a veces se tarda semanas de trabajo diario. En cualquier caso lo importante es disfrutarlo mucho aunque no salga lo que esperamos. 

¿Cuáles son tus fuentes de inspiración para crear los gags (refranes, dichos, memes, actualidad, tweets, etc…)?
La vida misma, siempre voy apuntando, y luego mis miedos, mis paranoias, mis preocupaciones y las cosas que pienso y siento de lo que me rodea. El monologuista de Stand Up se centra en si mismo e intenta ser autentico y eso se da en pocas disciplinas de comedia.

¿Qué recursos vocales empleas en tus monólogos (entonación, imitación de voces, carcajadas, canciones, etc…)?
Todos, hago voces de los personajes que me invento, mi madre tiene un tono altísimo y a veces impresiona. Canto un trocito de alguna canción siempre que puedo, aunque sea con humor. Me encanta usar todos los recursos vocales que puedo. 

¿Qué importancia le otorgas al control de los silencios durante el transcurso de la interpretación?
Las pausas son importantes para que la gente entienda a veces que lo que has dicho es un chiste, o parar para que aplaudan. Me encanta hacer pausas dramáticas con alguna expresión facial para que rían aún mas. 

¿Cómo sabes si estás conectando con el público?
Los miro todo el tiempo, siento si se ríen, si miran el móvil, si se levanta a pedir una copa. A veces paro el monólogo y hablo con ellos. 

¿Improvisas?
¡Por supuesto! Me obligo a hacerlo cada noche. Me mantiene vivo y me hace estar despierto durante el show.

¿Cuál es el origen de tu vocación por hacer monólogos?
Me lo ofrecieron hace tiempo y me encantó la experiencia, desde entonces no he parado, llevo 14 años y estoy enganchadísimo.

¿Qué impacto crees que tiene en las personas el buen humor?
La vida no es blanca ni negra, ni siquiera en los malos momentos, todo depende de las gafas que te pongas. Hace poco grabé una charla TED (se puede encontrar fácil en youtube) contando mi experiencia con el bullying por ser homosexual y como el humor y el Stand Up me ayudaron. Es vital, el humor es cura y vida, no se puede vivir feliz sin él.

¿Cómo preparas las actuaciones?
Pues me estudio los textos como si fuera un examen y luego me dedico a disfrutarlos y pasear sobre ellos sin mecanizar mucho, a mi manera. Ensayo mucho, soy muy fan de los ensayos y el trabajo duro.

¿Qué haces para cuidar tu voz?
Voy regularmente a una coach vocal que me enseña a cuidar mi voz, calentar y enfriar después de cada show. Me lo tomo muy en serio y respeto mucho mi herramienta de trabajo.

¿Cómo has notado que evolucionaba tu voz conforme a tu experiencia?
Ahora tengo mas registro, me noto mas seguro y aguanto mas sin quedarme afónico. Es imprescindible tener un coach de voz si eres artista.

¿Qué hace a un buen monologuista?
Ser auténtico, ser feliz, vivir y ver la vida con ojos de monologuista intentando encontrar la inspiración en las cosas pequeñas.

¿Qué consejo darías a quien comienza en el mundo de la interpretación de monólogos?
¡Que se apunte a mis cursos!jajajaj www.standupacademybcn.com Y además que sea él mismo, no se censure y se atreva. Subirse a un escenario es lo mejor del mundo.

¿Dónde pueden nuestros lectores encontrar información actualizada sobre tus próximas actuaciones?
En mi pagina web suelo ponerlo casi todo, o en mi página de facebook. 

Storytelling de la cantante, pianista y compositora cubana Giselle Lage

Hoy visita nuestra página una referencia de la música desde Santiago de Cuba. Cantante, pianista y compositora. Consta de un repertorio cuidadosamente escogido, que aborda diversos  géneros de la música cubana e internacional.

Su propuesta musical se caracteriza por tener una sonoridad fresca y novedosa que apuesta por el buen gusto y la equilibrada fusión de ritmos cubanos y foráneos. Dentro de su repertorio se incluyen temas inéditos de su autoría y de jóvenes autores santiagueros.

Su figura grácil provoca que en oportunidades la presenten “como una niñita que canta como los ángeles”. Una verdad a medias; pues a sus veintiocho años Giselle Lage ya no es aquella “niñita” que a principios de los noventa del pasado siglo, mostraba su afición al canto en las Cantorías Infantiles de la Sala de Concierto Dolores, en su Santiago de Cuba natal. 

Por el contrario, a pesar de su juventud y en apenas un lustro como cantante profesional del Catálogo de la Empresa Comercializadora de la Música y los Espectáculos Miguel Matamoros, es presencia constante en los principales festivales de música que tienen lugar en la más caribeña de las ciudades cubanas, a saber: Festival Boleros en Santiago, Festival de la Trova, Encuentro Amigos del Jazz y, más recientemente, la edición santiaguera del Festival Internacional Jazz Plaza.

Decíamos que verdad a media, porque ciertamente Giselle es dueña de una voz que logra encantar al público, por más diverso que éste sea. “Una voz que enamora”, la definió en alguna oportunidad el periodista José Roberto Loo Vázquez, en entrevista para el periódico provincial, Sierra Maestra. Y es que, repuesto el oyente de la sorpresa inicial, la aparente paradoja de una voz que parece imposible provenir de una imagen casi adolescente da lugar al embeleso, al disfrute pleno de una manera muy personal de interpretar géneros tan diversos como: el filin, bolero, bossa nova, jazz, canción, balada, trova y género fusión.

Graduada de la Escuela Vocacional de Arte (EVA) José María Heredia y del Conservatorio de Música Esteban Salas, en la especialidad de piano básico, Giselle continuó su formación con estudios de Armonía y Orquestación (con el profesor Mario Pujals), así como de canto lírico (con las sopranos Cristina Delisle y María Isabel del Prado).

Precisamente, durante sus estudios en el Conservatorio de Música, retomó su interés por la canción; de modo que tras un período laboral de tres años como pianista acompañante del Conjunto Lírico de Santiago de Cuba, se sometió a un jurado de evaluación del Instituto Cubano de la Música, que la avaló como cantante solista, pasando a formar parte del Catálogo de la Empresa Provincial Comercializadora de la Música y Espectáculos Miguel Matamoros.

Desde entonces, su carrera como intérprete no ha dejado de evolucionar, como resultado de una intensa preparación personal, seriedad en el trabajo, búsqueda constante de nuevas experiencias musicales y el intercambio (en eventos y colaboraciones) con importante músicos del país, como: René Avich(tresero y compositor), Gabino Jardines (destacado guitarrista acompañante), José Aquiles (trovador), Rolando Luna (pianista), Eva Griñan (cantante solista), Zulema Iglesias (cantante solista), Alberto Lescay (trompetista, jazzista)y Yasek Manzano (trompetista, jazzista), Reinier Mariño (guiarrista flamenco) por solo mencionar algunos.

Esa constante búsqueda de nuevas experiencias, ha llevado a Giselle a breves pero positivas incursiones en otros géneros de la música, como el rock (en un homenaje a John Lennon, en compañía del grupo santiaguero Parasomnia) y la música electrónica. En este último caso, resalta el trabajo realizado como autora (en conjunto con Félix Muñiz y Sara Gil Piriz) e intérprete de la canción tema, en la banda sonora del cortometraje animado “Mundo Sumergido”, del Director AlienMa Alfonso, del Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográfica (ICAIC); el cualfue seleccionado para participar en el Festival Annecy, de Francia, y reconocido con el Premio del Jurado en el Festival Internacional de Arizona en los Estados Unidos. El video clip que acompañó a este tema, fue nominado en la modalidad de Banda Sonora, en el festival Lucas 2015 (Festival del video clip cubano).

Fruto también de esa exploración dentro de sus posibilidades musicales, resulta la creación de un grupo acompañante, en el año 2015. Con un formato básico de voz, piano, bajo y percusión, y bajo el denominativo Giselle Lage y su grupo, comienza a presentarse de manera habitual en el Iris Jazz Club, en Santiago de Cuba. Este nuevo formato musical permite a Giselle adentrarse en los diversos géneros de su repertorio, con una sonoridad en las que destaca la fusión con el jazz y la creación de arreglos muy personales y bien logrados, que redimensionan sus interpretaciones. 

Confesa admiradora de la música cubana y brasileña, Giselle Lage se ha ganado el reconocimiento de colegas, instituciones culturales y público en general, como evidencian su reciente elección para defender una de las obras finalistas del V Concurso de Música Popular Electo Rosell, Chepín, In Memoriam, organizado por el Comité Provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), en Santiago de Cuba.

Desde 2013, es anfitriona de una peña cultural que, bajo el nombre de Crónicas de mi ciudad, se acerca a la historia y la cultura de su ciudad natal desde el quehacer de investigadores, historiadores, pintores, músicos, escritores y artistas de otras manifestaciones. En este espacio, con un público habitual, Giselle ha desarrollado una faceta más intimista, en la que interpreta su repertorio al piano.

Entre sus proyectos inmediatos, se encuentra la realización de un video clip a la balada “Una mujer”, de la autoría de Jorge Luis Borrego, tema licenciado en marzo de 2017 por la disquera norteamericana AJ Music y promovida por la misma en una veintena de países del continente; logrando alcanzar el número 3 de la lista de temas más escuchados de la disquera en el mes de junio de 2017, en su emisora radial en internet.

Asimismo, y como parte de su superación constante, Giselle trabaja en nuevos temas y arreglos musicales para su grupo, el cual mantendrá el formato original, pero con la novedad de asumir ella misma la doble función de intérprete y pianista.

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