Infografía de escalas e intervalos (2ª parte)

Vamos a por la segunda parte del artículo dedicado a la infografía de escalas e intervalos. Antes de continuar leyendo esta segunda parte, es muy recomendable leer la primera.

Esta vez nos metemos en una parte que ya puede empezar a complicarse un poco más: la creación de acordes y/o arpegios.

Pero antes, para los que no vierais la primera parte, os vuelvo a dejar la infografía con su botón de descarga correspondiente.

Infografía completa

Con el botón de abajo podéis descargar la infografía en tamaño A3, con los siguientes datos:
  • Equivalencia de notación latina y anglosajona
  • Notas en el mástil del violín en primera posición.
  • Círculo de quintas/cuartas.
  • Fórmulas para la creación de diferentes acordes.
  • Orden en el que aparecen bemoles y sostenidos.
  • Intervalos
  • Diferentes escalas
  • Acordes y sus funciones creados en una tonalidad mayor
Aviso:

El tamaño del archivo es A3. Es como mejor se puede leer, ya que contiene mucha información. Pero si lo quieres más pequeño o sólo tienes posibilidad de imprimirlo en tamaño A4, no olvides configurarlo a la hora de ajustar la página para imprimir.

TABLA DE ACORDES

Un acorde es un conjunto de tres o más notas diferentes que suenan de forma simultánea (acorde) o sucesiva (arpegio).

En esta tabla podéis ver diferentes tipos de acordes, cómo están construidos y cómo se suelen representar habitualmente.

Si pensabais que los acordes son cosa de guitarristas estáis muy equivocados. Los acordes son, después de la tonalidad, la base estructural de toda canción, o al menos del 90 de la música tonal que se crea hoy en día.

Nosotros los violinistas tenemos mayor dificultad para tocar acordes de tres notas o más, pero aun así su conocimiento es esencial para tocar integrado con los demás músicos. Dominarlos nos permitirá hacer arpegios sobre esos acordes, elegir las dobles cuerdas adecuadas, improvisar sabiendo por dónde andas, tocar frases de tránsito entre ellos, etc.

Notación anglosajona

Como la notación anglosajona es mayoritaria actualmente, es la que hemos utilizado para nombrar notas y acordes. Las notas se sustituyen por letras partiendo del La, al que se le adjudica la letra “A”, al Si la “B” y así sucesivamente.

CÓMO SE FORMAN LOS ACORDES

Notas arpegio de Do

Estas son las notas del acorde/arpegio de C (Do mayor)

C – E – G

Acordes de 3 notas


Los acordes más tradicionales se crean añadiendo dos intervalos de tercera sobre la nota principal. Un intervalo de tercera, como sabréis es una distancia de tres grados entre notas de una escala.

Así, un acorde básico se formaría añadiendo a la nota sobre la queremos formar el acorde un intervalo de tercera y otro de quinta, 1 – 3 – 5 . Las variaciones que hagamos sobre estos intervalos serán las que hagan que se llame de una forma u otra.

En el ejemplo de la imagen de al lado, el acorde de C (Do mayor) estaría compuesto por las notas C – E – G

Acorde mayor

Está formado por una tercera mayor (dos tonos de distancia) y una quinta justa. Se nombraría sólo con la letra mayúscula correspondiente:

  • C

Acorde menor

Formado por una tercera menor (tono y medio de distancia), y una quinta justa. Se nombraría con la letra del acorde más cualquiera de estas notaciones: “m”, “min”, “mi”, “-“. Así, Do menor lo podréis encontrar escrito de todas estas maneras:

  • Cm
  • Cmi
  • Cmin
  • C-

Estos son los dos acordes más utilizados en música popular y folk. A partir de aquí podemos hacer variaciones de estos dos acordes básicos o enriquecerlos con más notas. Pero estos son los que deberíamos intentar dominar antes que nada.

Variantes de los acordes de 3 notas.

Acorde aumentado

Está formado por una tercera mayor y una quinta aumentada. Se escribiría de estas  posibles maneras:

  • Caug
  • C+

Acorde disminuido

Formado por una tercera menor y una quinta disminuida. Se escribiría de estas  posibles maneras:

  • Cdis
  • Cdim

Acorde suspendido

La tercera se sustituye por una cuarta o una segunda, y se cifrarían añadiendo a la letra del acorde la abreviatura “sus4” o “sus2”, respectivamente.

  • Csus4
  • Csus2

Los acordes mayores son luminosos, dan sensación de optimismo, normalidad. Los menores son más oscuros, dan sensación de nostalgia, melancolía…

Los acordes aumentados son brillantes, reflejan sorpresa, resplandor. Los disminuidos son oscuros, dan sensación de extrañeza, tensión angustia…


ACORDES DE 4 NOTAS

Cuando a un acorde de 3 notas se le añade una adicional, añadimos matices a la tonalidad.

Acordes con 9ª (2ª) adicional.

1 – 3 – 5  – 9

Se cifran con la letra del acorde y la abreviatura “add9”. Puede usarse la que está junto a la octava, o junto a la nota principal, según nos convenga. Estos acordes, aun siendo de 4 notas, tienen una sonoridad más parecida a los de tres notas.

  • Cadd9
  • C-add9

Acorde mayor con séptima mayor.

1 – 3 – 5 – 7. Al acorde mayor se le añade una séptima mayor.

  • Cmaj7
  • Cma7

Acorde mayor con séptima menor (o séptima de dominante).

1 – 3 – 5  – b7. Al acorde mayor se le añade una séptima menor.

  • C7

Acorde menor con séptima menor

1 – b3 – 5 -b7. Al acorde menor se le añade una séptima menor.

  • Cm7
  • Cmin7
  • C-7

Acorde menor con séptima mayor

1 – b3 – 5 – 7. Al acorde menor se le añade una séptima mayor. Se puede escribir de todas estas maneras:

  • Cm(maj7)
  • C-(maj7)
  • Cmin(+7)

Acorde aumentado con séptima mayor

1 – 3 – #5 – 7. Un acorde aumentado con una séptima mayor añadida.

  • C+(maj7)

Acorde aumentado con séptima menor

1 – 3 – #5 – b7. Un acorde aumentado con una séptima menor añadida.

  • C+7
  • C7(#5)

Cómo trabajar los acordes

Los acordes mayores son los que utilizaremos para trabajar armónicamente, porque son los más usados y básicos en la música.

Todo lo haremos mentalmente, sin leer partituras de arpegios ni escalas. Es la única manera de que nuestro cerebro trabaje por su cuenta.

Probablemente has practicado arpegios muchas veces para hacer dedos, y eso es un buen ejercicio, pero a la hora de entrar en una canción con una estructura de acordes determinada, es mejor trabajar de otra forma.

Lo primero que debemos tener claro es dónde está cada nota en primera posición. Por ejemplo, si alguien te dice SOL (en anglosajón sería G) debemos saber dónde se toca esa nota en el diapasón. Esta nota en concreto se puede tocar en 3 octavas distintas en primera posición. Si aun no tenemos esto claro, es el paso imprescindible.

Una vez dominado esto con todas las notas, localiza una nota cualquiera y su quinta justa. En el caso del acorde de G, buscaríamos las combinaciones de G y D. Verás que por ejemplo la quinta siempre es la nota de al lado en la siguiente cuerda, pero también una nota un tono más arriba en la cuerda anterior. Estos patrones los vamos interiorizando porque sirven, no sólo para la nota G, sino para muchas otras. Tocamos estos intervalos a la vez como dobles cuerdas o como notas sucesivas.

 

Hacemos lo mismo con la nota principal y la tercera mayor (G y B). Buscamos todas las variantes y cómo se pueden tocar esas notas en primera posición.

Hacemos lo mismo con la tercera y la quinta (D y B).

Así, llegaremos a encontrar multitud de combinaciones de nuestros dedos en los que estaremos tocando dos notas del arpegio/acorde de G. Si tocamos dos o más de estas combinaciones estaremos haciendo acordes completos.

Al final tendremos un mapa del acorde de G por el que podremos ir pasando sintiendo como siempre estamos en el mismo acorde. Con todas esas combinaciones podremos jugar al tocar en un tema.

Cuando lo tengamos bastante dominado bajaremos un semitono la tercera nota del acorde (La nota B pasaría a Bb), para tocar un acorde menor en vez de uno mayor. Notaremos cómo cambia el carácter de la armonía a algo más melancólico, menos brillante.

Y es el mismo trabajo en acordes aumentados, disminuidos, suspendidos, etc.

La educación vocal en la carrera de Pedagogía musical

En los conservatorios superiores se cursa la carrera de Pedagogía musical, que está encaminada a dotar de recursos didácticos y musicales a los profesionales que después ejercerán en conservatorios elementales, profesionales y superiores así como en otras instituciones que requieran sus servicios.

He podido observar que no en todos los currícula de esta especialidad existe la asignatura de "Educación Vocal", considerando que es fundamental que se implanten puesto que después los profesores tendrán a su cargo la educación vocal de niños, adolescentes y adultos, ya sea en las asignaturas de lenguaje musical, coro o afines...


Los niños aprenden como esponjas, por imitación, fundamentalmente, y el ejemplo que ofrezca el docente va a ser determinante en su formación vocal. No se trata de que el profesor sea un cantante profesional pero sí que conozca cómo funciona la voz, cuáles son sus limitaciones, qué estrategias didácticas debe aplicar en función de las edades de los alumnos, qué recursos debe emplear durante el cambio o muda vocal, qué repertorio es el adecuado en cada momento...

Por lo tanto, considero, ya no sólo en esta carrera sino también en la de maestro y algunas otras más en las que se usa la voz como elemento fundamental, considero como decía imprescindible que exista una educación vocal regulada y establecida en un plan educativo, en un currículum.

¿Qué tipo de estudiante eres?

Cada persona aprende de una manera diferente. Y por eso unas personas tienen más éxito con unos métodos que con otros.

Por eso, identificar qué tipo de “forma de aprender” tiene cada alumno ayuda al profesor a que sus sistemas de enseñanza sean mucho más efectivos. Si, por ejemplo, un profesor identifica que un alumno es visual no debería enseñarle de la misma forma que a un auditivo.

Estos conceptos se plasman actualmente en guías y manuales que universidades, centros profesionales y empresas utilizan en sus capacitaciones, y también son aplicables para enseñanza de música. Y es muy útil para cualquiera como alumno: identificar a qué tipo de estudiante perteneces te puede ayudar a aprender mejor cualquier cosa que te propongas, desde carreras universitarias, idiomas o, por supuesto, también música.

Precisamente fue mi profesora de música la que me ayudó a identificar a qué grupo pertenezco yo, (anteriormente ni siquiera sabía que existieran diferentes tipos de estudiantes) y eso me ayudó aprender más rápido.

En fin, vamos al grano: Hay 6 tipos de estudiantesvisuales, auditivos, kinestesicos, virtuosos (gloriosos), instintivos, y progresivos.

Los 3 más comunes son:

  • Auditivos

  • Visuales

  • Kinestesicos

Los 3 menos comunes son :

  • Instintivos

  • Progresivos

  • Virtuosos

Ninguno es mejor que otro, todos poseen defectos y virtudes; la ventaja de identificar de qué tipo eres, es que sabrás como reforzar tus debilidades y potenciar tus virtudes, aprovechando al máximo el aprendizaje.

Tipos de estudiantes

1. Visual

Se suelen aburrir de escuchar a los maestros dictar y hablar demasiado, perdiendo el interés rápidamente, de modo que se distraen y enfocan su atención en otras cosas ajenas al estudio. No prestan atención a los detalles si se les explican las cosas verbalmente; si tienen que escribir algo al dictado, suelen hacerlo sin preocuparse de la ortografía o la sintaxis, ya que probablemente lo estarán haciendo sin interés, tanto de escribir como de releer lo escrito.

Los estudiantes visuales necesitan imágenes de todo lo que quieren aprender ya que para ellos vale el tópico de que una imagen vale más que mil palabras. Son grandes copistas ya que necesitan verlo todo antes de aprenderlo.

Yo mismo son un alumno visual: recuerdo por ejemplo cuando mi profesora me decía: en esta pieza necesitas tocar en el primer compás un do, un mi#-, y un sol, pero me costaba retener esa información; asimismo, las partituras, en su monotonía cromática no me producía ningún estímulo visual. Así que finalmente mi profesora optó por colorear las notas en la partitura y colocar cintas de colores en el violín. Eso me estimulaba visualmente y me ayudó a aprender la ubicación de las notas mucho más fácilmente.

Ventajas: Somos los estudiantes que aprenden más fácilmente esto porque hoy en día existe un estimulo visual para todo. Para aprender una pieza suelo primero busca un violinista interpretándola y observo el vídeo muchas veces antes de comenzar a practicarla.

Así, al tocar después con la partitura, tenemos la sensación de saber qué nota viene de manera automática.

Desventajas: Solemos tener dificultades de creatividad ya que, al ser los copiones por excelencia, sólo podemos componer música similar algo a lo que ya visto y practicado anteriormente.

2. Auditivo

Contrariamente al visual, estos estudiantes se aburren al ver las cosas. Sus estimulos son todos auditivos y se sienten más cómodos cuando les explican los contenidos que al mostrárselos, por lo que son diestros reteniendo información de los discurso de sus maestros.

Suelen aprender bastante bien en disertaciones pero no prestan atención a la pizarra, por lo que suelen organizar todo de manera secuencial y ordenada.

Aprender todo de manera secuencial y ordenada les permite tocar todo con mayor perfección; sin embargo, una vez aprendido algo de una forma, si lo aprendieron equivocadamente, les costará más trabajo corregir el error, ya que en sus cerebros quedó grabada la secuencia original de una forma y cambiarlo les resulta más complicado.

Ventajas: Posee mayor creatividad que el estudiante visual. Pueden por ejemplo escuchar una pieza en piano e imaginar fácilmente cómo sería acompañarla con violín u otros instrumentos, con solo escucharla.

Desventajas:  Modificar algo ya aprendido les resulta más dificultoso, porque sus cerebros tienden a no desperdiciar nada y les cuesta más desechar ideas equivocadas.

Por ejemplo: si un estudiante visual aprende mal una secuencia de 6 notas al hacer el barrido con el arco hacia abajo, ver a su maestro hacerlo de forma correcta ayudará a corregirlo rapidamente. En cambio a un estudiante auditivo esto le costaría más,  ya que al ver al mismo maestro hacer la correccion prestará más atención al sonido de las notas se toquen y no a los movimientos del maestro ni al violín.

3. Kinestésico

Antes de explicar esta categoría es necesario aclarar qué es la memoria muscular.

La memoria muscular es aquella que guarda tu cuerpo, despues de haber practicado. Es decir, si practicas una y otra vez una pieza musical, tu cuerpo reaccionará de manera automática después al interpretarlas.

¿Te ha ocurrido alguna vez que, al tocar una partitura ya practicada, empiezas a tocar sin leer? ¿Y al volver a mirar la partitura te das cuenta de que te has perdido y tienes que buscar nuevamente dónde estabas tocando? eso es porque la memoria muscular realizó casi todo el trabajo.

Aunque todos tenemos una memoria muscular, los kinestésicos la tienen mucho más desarrollada. Esto quiere decir que mientras nosotros tenemos que practicar una pieza muchas veces el kinestésico necesita menos ensayos para aprenderla, son estudiantes que asimilan todo sintiendo, tocando, y repitiendo.

“Aprender haciendo” es su forma de memorizar las cosas y esto les trae beneficios como por ejemplo tocar con los ojos cerrados. En cambio, es casi imposible que un estudiante visual pueda hacer esto. Yo, por ejemplo, aunque no tenga las marcas en el violín las imagino constantemente sobre el diapasón.

Hace un tiempo conocí a un guitarrista que era un estudiante kinestésico. Lo primero que me llamó la atención es que, al entregarle mi guitarra, volvió a acomodar la correa para dejarla a la altura en la que su cuerpo tenía guardada la información de cómo tocar. A mí unos centimetros más o menos de correa no me importan al tocar, pero para él era un impedimento importante. Sentir la guitarra colgar un poco más abajo lo incomodaba hasta el punto de sentir que no podría tocar tan bien.

Ventajas: Trabajan sintiendo con su cuerpo, no técnicamente, ya que la memoria muscular hace casi todo el trabajo. Mientras los demás tenemos que ser conscientes de lo que estamos tocando, hacer un esfuerzo mental, ellos simplemente dejan que su cuerpo guíe lo que hacen.

Desventajas: Como trabajan sintiendo con su cuerpo a veces necesitan sentir las cosas mas de lo necesario, es decir que sin desearlo pueden presionar las cuerdas con más fuerza o sujetar el instrumento de una forma que el profesor nunca ha visto. Esto es porque, como hacen todo sintiendo su cuerpo, si aprendieron a tocar de una manera, aunque su maestro les diga que esté mal y trate de corregirlo, para ellos es muy difícil.

4. Instintivo

Este tipo de estudiante, al igual que los virtuosos y los progresivos, es ya menos frecuente.

Los seres humanos tenemos muchos instintos; el de supervivencia es el más conocido y todo ser vivo lo posee por herencia genética. Reaccionamos con impulsos naturales ante una acción externa. Los reflejos son un instinto a un estímulo exterior próximo, incluso la risa es un instinto natural: es la reacción del cuerpo a un estímulo exterior que provoca reacciones internas en el cuerpo.

Estos estudiantes me llaman bastante la atención porque reaccionan a todo de forma espontánea; aprender les resulta aburrido si no lo hacen agregando y agregando cosas. Puedes enseñarles una escala y la tocarán hasta aprendérsela pero buscarán aportar cosas para que suene mejor y todo ese proceso lo hacen de forma natural.

¿Cómo reconocerlos? es difícil… Imagina por ejemplo ados alumnos de violín que comenzaron a tocar al mismo tiempo, ambos sin ninguna experiencia, y al enseñarles la misma escala pentatónica a ambos ves que al cabo de un tiempo uno de ellos no sólo la aprendió sino que además le agregó dos notas más con la que suena mejor tranformando la escala pentatónica en una diatónica… Esto no significa que ese estudiante sea mejor: lo más probable es que practicó hasta aprenderla y luego instintivamente reconoció un par de notas más que agregarle y que pertenecen a la armonia.

Por esta razón aunque son muy buenos improvisando, también son desordenados.

Ventajas: Son una caja de sorpresas y van mas allá de lo que les enseña el profesor. Siempre van por delante y por eso a veces llegan a impresionar. Cuando les gusta algo no dejan de imaginar nuevas posibilidades dentro de lo que ellos creen que suena mejor.

Desventajas: Son impulsivos y esto les trae problemas al no seguir pautas ni reglas.

5. Progresivo

Son casos muy raros y suelen pasar desapercibidos. Y es que a simple vista tienen poco talento en la disciplina que han emprendido y no parecen desarrollar grandes habilidades. El cerebro es un órgano muy plástico que se moldea en base al entorno, pero a veces le lleva más tiempo adaptarse a nuevas tareas porque ya esta moldeado y programado para efectuar otros procesos con facilidad aprendidos anteriormente, y recibir información sobre un proceso que jamas ha efectuado anteriormente le exige mayor esfuerzo.

Lamentablemente a veces estos estudiantes dejan el estudio a mitad de camino por falta de motivacion y no ver grandes avances. Llegan a pensar que jamás lo podrán dominar. Pero lo que ocurre es que realizan un proceso distinto para dominar la tarea. Mientras en la mayoría de los casos hay avances paulatinos con el tiempo, los cerebros de estos estudiantes atraviesan otro proceso que la neurociencia  ha clasificado en distintas etapas.

Según Jonah Lehrer, un experto en neurociencia reconocido a nivel mundial, dichas etapas son las siguientes:

Etapa muerta: En ella no se percibe ningún avance. En esta etapa el cerebro no sabe dónde guardar la información nueva ya que está programado para desarrollar otras tareas y este nuevo proceso lo confunde. Así, los cerebros de estos estudiantes están explorando dónde guardar la nueva información para desarrollar nuevas funciones que nunca ha ocupado, es por eso que no se aprecian avances. Hay tendencia a abandonar en esta etapa, pero hay que perseverar, porque el cerebro al ser progresivo necesita recibir constantes impulsos.

Pero, ¿qué pasa si no se rinden? pues que llega un momento que se llama “iluminación“.

Iluminación: en esta etapa todo parece adquirir sentido. Lo que antes parecía imposible de repente es mucho mas fácil.

Puede que conozcas a algún un estudiante que practicaba por ejemplo una escala sin lograr ningún avance, pero que de un día para otro consigue dominarla a la perfección. Y es que, mientras el resto de personas realiza avances paulatinos en su destreza, los estudiantes progresivos deben perseverar hasta atravesar la etapa muerta sin caer en la frustración.

Para poder “pasar la prueba” de la primera etapa, necesitan un carácter fuerte, voluntad, rasgos de personalidad que les permiten seguir luchando sin rendirse.

6. Virtuoso

¿Se nace con talento o se adquiere con estudio y trabajo?

Muchos teóricos dicen que es la práctica la que hace al maestro, teoría defendida incluso por músicos de reconocimiento mundial. El mismo Mozart era defensor de que la práctica y el estudio hacen al maestro:

“Es un error pensar que la práctica de mi arte se ha vuelto fácil para mí. Les aseguro, queridos amigos, que nadie estudia tanto como yo”.

También Pablo de Sarasate contestó a alguien que le calificó como genio:

“¡Un genio! ¡He practicado catorce horas diarias durante treinta y siete años, y ahora me llaman genio!”

Si esto sólo fuera así sería como considerar que nadie tiene un talento innato, pero existen defensores de la idea de que sí se nace con talento; un estudiante virtuoso no sería aquel que ejecuta la tarea a la perfección sino el que lo hace empleando menos tiempo, esfuerzo o trabajo, aunque eso no significa que no tenga que practicarla.

Así, que el talento existe naturalmente y que ademas naces con él es algo defendido por mucho profesionales de diferentes áreas. Y es que la teoría más fuerte que la sustenta es la de la herencia genética. Pero no la herencia de tus características físicas, sino la memoria que heredas de tus antepasados.

Porque la memoria también se transmite, como se ha comprobado en muchas especies del reino animal como por ejemplo las tortugas marinas, aves etc.

¿Cómo sabe una tortuga al momento de nacer y sin ayuda adonde tiene que dirigirse para llegar a mar abierto y desarrollarse? ¿cómo las aves sin experiencia previa saben adónde migrar? Esto es por la memoria heredada genéticamente. Y del mismo modo podemos pensar que las personas pueden heredar habilidades que les permiten aprender más rápidamente a tocar un instrumento.

Sin embargo, la herencia genética salta a veces generaciones de manera que puedes encontrar que tenías un tatarabuelo matemático o físico y que tú tienes precisamente facilidad en estas materias.

A veces el profesor encuentra algún alumno que le impresiona constantemente con sus capacidades y habilidad, que parece tener un don. Es probable que en sus genes se encuentre esa tendencia hacia la música, mantenida por la selección natural como mecanismo de éxito social, reproductor, etc.

¿Porque razon? Para la reproduccion

Todos los animales tienen diferentes tipos de cortejos y nosotros como seres humanos tampoco nos separamos de ellos existe un sin numero de aves que a traves del canto llaman a las hembras al apareamiento y otras aves lo hacen bailando etc.

Con toda esta informacion ¿Podriamos negar que la musica no lleva miles de años en nuestros genes?

Así es que la próxima vez que os impresione un estudiante talentoso con su habilidad y rapidez quizás la causa está en sus genes.

El Efecto Pigmalión

El Efecto Pigmalión es un suceso que describe cómo la creencia de una persona puede influir sobre otra. Normalmente se aplica al ámbito pedagógico, pero también influye en el ámbito laboral, social, familiar y personal.

Según los estudios psicológicos llevados a cabo sobre este efecto, las expectativas que un profesor tenga sobre un alumno u otro influirán en su rendimiento. De esta manera, los alumnos que el profesor considere más capacitados responderán de manera más positiva, debido a que de manera inconsciente, el profesor les tratará de un modo especial. A la larga, se ha comprobado que este trato en función de la idea que el profesor tiene del alumno provoca unos resultados escolares mejores en aquellos en los que el profesor deposita más confianza.

¿Cómo podemos usar de manera positiva este efecto?

Como profesores

Partiendo de la premisa de que, según tratemos a nuestro alumno, así responderá él, lo primero que debemos conseguir es olvidarnos de prejuicios a la hora de dar clase. Siempre nos puede parecer que un alumno es más trabajador que otro, que tiene más talento musical, que capta mejor nuestras explicaciones… Pero en el momento en que lo demos a entender, el alumno interiorizará que es menos capaz, y acabará siéndolo.

Por ejemplo, si te muestras “algo exasperado” cuando un alumno no te entiende o no hace las cosas tal y como se las explicas, él captará tu malestar y asumirá que es torpe. Lo mismo ocurre cuando haces una mala valoración de él. No me refiero a algo objetivo, como por ejemplo, decirle que una nota está desafinada, sino a afirmaciones del tipo “No eres expresivo” “Me parece que eres un poco vago” “Hazlo lo mejor que puedas”. Con palabras así estás transmitiéndole al alumno mucho más de lo que a priori te pueda parecer. Si le dices que es vago, estudiará poco porque “es lo que se espera de él.”

Las afirmaciones de ánimo y positivas reforzarán mucho más su autoestima y le ayudarán a ser un músico mejor y más seguro de sí mismo. No se trata de adular gratuitamente, ni de no regañarle cuando haya que hacerlo. Se trata de usar frases como “Sé que puedes dar más de ti mismo” en lugar de “No has estudiado nada”. “Vas a hacerlo bien, confío en ti” en lugar “Hazlo lo mejor que puedas”. “Estás avanzando” en lugar de “Todavía tienes mucho que aprender”.

 

Como intérprete

No sólo nos influye lo que otro dice y piensa sobre nosotros. Nosotros mismos también podemos perjudicarnos con nuestros pensamientos. Sobre esto, podemos tomar el concepto de Profecía Autocumplida que acuñó el sociólogo Robert K. Merton:

Una profecía autocumplida es una falsa definición de una situación o persona que evoca un nuevo comportamiento, el cuál hace que la falsa concepción se haga verdadera. Esta validez engañosa perpetúa el error. El poseedor de la falsa creencia, percibirá el curso de eventos como una prueba de que estaba en lo cierto desde el principio.

Tan sencillo como creer que se va a fracasar y, gracias a ese miedo y a nuestras consignas internas, no hallar más que fracaso. Contra ello, la mejor decisión es abandonar el pensamiento negativo y el miedo. Algo tan sencillo como repetirse frases positivas sobre lo que va a ocurrir puede ayudarnos a hacer que la profecía autocumplida sea positiva. Por ejemplo, durante un concierto, justo antes de un pasaje difícil, pensar “Me va a salir” en lugar de pensar “¡Se acerca ese pasaje horrible! No me va a salir…”

Hay una frase de Henry Ford que describe a la perfección este efecto:

“Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto”.

El poder del pensamiento es muy fuerte, si nos fijamos una idea, puede ahondar sus raíces tanto como para convertirse en realidad.

Origen del término

El efecto Pigmalión tiene su origen en un mito griego. El escultor Pigmalión se enamoró de una de sus estatuas, Galatea. Estaba tan enamorado que trataba a la estatua como si fuera una mujer de carne y hueso. Finalmente la estatua cobra vida gracias a la ayuda de la diosa Afrodita, que se había conmovido al ver el amor que sentía el escultor.

Si te interesa el tema, puedes leer Las ranas y el efecto pigmalión.: 43 relatos para una escuela y una sociedad inclusiva

 

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La motivación para estudiar debe venir del alumno

La motivación para estudiar debe venir del alumno, no del profesor o los padres.

Publicación: The Strad

http://www.thestrad.com/cpt-latests/the-motivation-to-practise-should-come-from-the-student-not-the-parent-or-teacher/

Fecha: 17 Agosto 2015

Título original: The motivation to practise should come from the student – not the parent or teacher

Aplicar un plan forzoso nunca es una buena idea, dice la fundadora de Da Capo Music, Jane Cutler.

Los profesores y los padres deben tener el mismo deseo para sus alumnos y e hijos: que disfruten de hacer música, que progresen y que sean competentes. Esto es muy fácil de decir, pero es difícil equilibrar el “progreso” con el ideal de “disfrutar de la música”, ya que, como profesores, sentimos que tenemos para asegurar la progresión.

Es una obviedad decir que cuanto más haces algo mejor te vuelves, pero ¿por qué es “cada vez mejor” el objetivo principal de hacer música? ¿No debería ser el disfrute? En general, el subproducto de hacer algo que te gusta es que consigas hacerlo cada día mejor. Tocar en casa debe venir desde el placer de hacer música y no debe ser una tarea u obligación. Los alumnos más pequeños no tienen idea de lo que es estudiar en casa; ya es bastante subir al escenario y leer una música que apenas pueden mantener en su cabeza. Los niños mayores pueden tener cosas que les interesen más, y hasta que el profesor encuentra lo que motiva a cada niño, es inútil esperar y dedicar una cierta cantidad de minutos por día o semana a algo con lo que no están conectando. Tengo un amigo que toca profesionalmente, pero nunca practicó en casa. Viniendo de una familia de músicos, tocaba cuartetos con regularidad. Dice que no podía soportar su sonido sin los otros tres. Los niños que tienen un buen oído a menudo son reacios a tocar solos. ¿Quién quiere hacer algo que es muy posible que encuentre difícil y hacerlo mal y solo en una habitación lejos de los amigos y la familia?

Si los niños se ven obligados a practicar, esto sesga sus propósito y motivación y aprenden a escatimar el tiempo de estudio. Así que, ¿cuál es la alternativa?

Me parece que los niños se sienten motivados a hacer algo que son capaces de hacer y que la percepción adulta de la práctica es pasar tiempo trabajando en la mejora de algo que no se puede hacer. Así que, como el profesor de cuerda John Shayler ha argumentado, debemos tratar de aprender un instrumento de la misma forma que tratamos de aprender a conducir: nos detenemos y empezamos a lo largo de calles con giros a la izquierda y la derecha, mientras que las maniobras más complicadas, tales como el estacionamiento en paralelo, solamente se hacen de vez en cuando. Llegamos a ser más competentes y confiados al hacer las cosas que podemos hacer. Los niños deben tocar en casa las piezas que pueden tocar con facilidad.

A los niños también les gusta la variedad. Esto va en contra de la percepción adulta de que la práctica trata de “hacer las cosas bien” antes de continuar. Variar el repertorio es muy importante – no porque los músicos jóvenes necesiten variedad de estilos  (un tema para otro momento), sino porque necesitan variedad de desafíos.

Los niños necesitan piezas cortas que puedan tocar de memoria, improvisar alrededor, transponer e incluso transformar. También necesitan piezas que:

  • Sean más largas y tengan acompañamientos de piano, o que sean duetos
  • Tengan desafíos rítmicos y / o técnicos
  • Que quieran tocar
  • Que quieran volver a tocar

De esta manera, si tienen ganas de tocar en casa, tienen mucho para elegir, dependiendo de su estado de ánimo. También tienen la opción de tocar algo que saben bien, o hacer frente a una pieza más difícil. Pueden elegir una cosa o tocar todo. Con toda esta elección tienen firme control sobre su propio aprendizaje y no hay pelea con los padres por no estudiar.

Tomar sus propias decisiones sobre el estudio en casa significa que los niños, independizándose de sus padres, no tiran la música por la ventana, no tienen que practicar de manera forzada. Por último, las luchas y discusiones sobre la práctica a menudo acaban con que los niños abandonan mucho antes de lo que son capaces de decir ‘No’. Y una vez que han renunciado a ello no tendrán el placer de hacer música el resto de sus vidas.